Cómo evitar el dolor de panza en las fiestas: estas son las claves de los especialistas

Existen estrategias sencillas para disfrutar de las fiestas sin dolores ni molestias.

¿Cómo evitar los dolores después de la cena navideña? ¿Cómo evitar los dolores después de la cena navideña? Fuente: Campo Total

Torres de sanguchitos de miga, bandejas de vitel toné, garrapiñadas, pan dulce, budines y el plato principal. Aunque la alegría navideña radica en gran parte en el banquete festivo, nuestro estómago puede no estar de acuerdo. Por más deliciosas que sean las comidas de las fiestas de fin de año, las cantidades copiosas, la gran proporción de grasas, sodio y bebidas alcohólicas pueden causar estragos en nuestro sistema digestivo.

Para disfrutar de unas fiestas sin pesadez, acidez o dolores de estómago, existen estrategias que disminuyen las posibilidades de efectos adversos. Los cambios en las porciones y la velocidad al comer son factores determinantes. El estómago tarda unos 20 minutos en transmitir al cerebro la señal de saciedad; por eso, ingerir alimentos rápidamente fomenta el exceso y aumenta la probabilidad de malestar.

La "tormenta perfecta" para el estómago

Los especialistas advierten que en estas fechas se produce una combinación crítica: platos con alto contenido de grasas y sodio, sumados al consumo de alcohol y productos ultraprocesados. Además, las cenas suelen comenzar cerca de la medianoche, lo que altera los horarios habituales de digestión y acorta el tiempo necesario antes de ir a dormir.

El médico clínico Ramiro Heredia (Hospital de Clínicas) explica que el estómago y el intestino necesitan más tiempo para procesar estos volúmenes de comida, lo que enlentece el vaciamiento gástrico. Esto genera esa clásica sensación de plenitud extrema, ardor y distensión abdominal que puede arruinar la sobremesa.

Estrategias para un brindis saludable

La clave no es dejar de comer, sino aplicar el principio de "probar todo, pero poco". El médico Ignacio Gutiérrez Magaldi recomienda servirse porciones pequeñas y masticar con lentitud, permitiendo que el cuerpo registre la comida. Otras recomendaciones fundamentales incluyen:

- Hidratación constante: El alcohol suele desplazar al agua, lo que irrita la mucosa gástrica. Beber agua antes, durante y después de la cena ayuda a la función intestinal.

- Cocciones livianas: Optar por preparaciones al horno o a la plancha en lugar de frituras, y moderar el uso de salsas cremosas o muy condimentadas.

- La regla de las dos horas: Es fundamental no acostarse inmediatamente después de comer. Mantenerse incorporado o realizar una caminata suave de 15 minutos facilita el confort abdominal.

¿Qué hacer si aparece el malestar?

Si a pesar de los cuidados aparece la pesadez, los expertos sugieren evitar la automedicación, especialmente con antiinflamatorios como el ibuprofeno, que pueden agravar cuadros de gastritis o reflujo. En su lugar, se puede recurrir a infusiones suaves como la manzanilla o el jengibre, este último con evidencia clínica para aliviar náuseas.

En caso de que el dolor sea intenso, haya vómitos recurrentes o fiebre, es prioritario realizar una consulta médica de urgencia para evitar complicaciones mayores tras el brindis.

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