Marita Verón podría estar viviendo en Estados Unidos con un argentino

Un sujeto la tendría cautiva en el país del norte. Interpol se habría puesto en contacto con las embajadas argentinas en EEUU y en México. El abogado de Trimarco desestimó la información.

CON EL SELLO DE LA MAFIA. Esta es una de las principales provincias “proveedoras” de víctimas. LA GACETA CON EL SELLO DE LA MAFIA. Esta es una de las principales provincias “proveedoras” de víctimas. LA GACETA
31 Julio 2007
La causa por la desaparición de María de los Angeles "Marita" Verón podría tomar un imprevisto giro. La joven estaría viviendo en Estados Unidos junto a un argentino que tendría nacionalidad estadounidense, según la versión proporcionada por altas fuentes de Tribunales.

De acuerdo a esas pistas, un sujeto conocido como "El Gringo Morales" se encontraría junto a Verón en ese país. Por ello, el Departamento Interpol de Buenos Aires ya habría realizado gestiones ante las embajadas argentinas en México y en EEUU y también habría enviado las huellas dactilares de la tucumana para que sean cotejadas.

La madre de Verón, Susana Trimarco, empero, desestimó las versiones. "Desde hace dos años mi hija es buscada por todos lados. Esos rumores seguramente fueron difundidos por los mafiosos que se la llevaron. No hay ninguna novedad", replicó indignada.

El abogado de Trimarco, Carlos Garmendia, apuntaló los dichos de la mujer al asegurar que no cuentan con datos concretos al respecto.

"El cuidado que debe tener la prensa al difundir esas versiones debe ser extremo porque no sólo se pone en riesgo la vida de Verón, sino que también se dificulta la investigación", añadió el letrado.

Un secuestro resonado
Verón tenía 23 años cuando fue secuestrada. Ese día iba rumbo a la Maternidad, donde debía realizarse unos estudios. Se cree que una enfermera fue la entregadora. Según los investigadores, un grupo de hombres la obligó a subir a un auto Fiat Duna, cerca del centro asistencial.

La joven estuvo desaparecida los dos días siguientes. Al tercero, la vieron a unos 30 kilómetros de su casa de Tucumán. Iba tambaleante, como drogada, y alguien le había cambiado las zapatillas por tacos altos.

Los policías que levantaron a Marita en la localidad de La Ramada dicen que la subieron a un ómnibus que volvía a Tucumán. Pero el relato es confuso. Los investigadores sospechan que la devolvieron a la fiesta sexual de donde había escapado, su primer destino de explotación.

Meses después, una prostituta contó que pasó por manos de un proxeneta, quien la tuvo en su casa y a los dos días la vendió en $ 2.500 a una whiskería de La Rioja.

Luego se supo que había sido vendida nuevamente, aunque esta vez a España. Hasta allí siguieron su rastro los pesquisas y, aunque lograron liberar a varias mujeres que eran retenidas en contra de su voluntad, no encontraron a Marita. LA GACETA (C)


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