"La familia nos exigió saber quién había cometido el crimen, y la Policía cumplió"

El comisario Hugo Sánchez, jefe de la fuerza, dijo que se contemplaron varias pistas.

DE CERCA. El comisario Sánchez supervisó la investigación policial del caso. LA GACETA / ANTONIO FERRONI DE CERCA. El comisario Sánchez supervisó la investigación policial del caso. LA GACETA / ANTONIO FERRONI
28 Marzo 2011
Analizaron decenas de perfiles de Facebook. Recorrieron incontables vecindarios. Utilizaron datos de la AFIP y del padrón electoral. Examinaron minuciosamente el lugar de hecho. Los expertos de la Policía echaron mano a todos los recursos para dar con los nombres de Jorge Luis Borges y de Linda Martínez, los presuntos autores del crimen de Pablo Aiziczon. Y ahora, con los principales imputados en manos de la Justicia, podrán seguir avanzando para buscar pruebas que confirmen sus sospechas. "Desde el comienzo, no nos quedamos con seguir una sola pista. Es muy importante que hayamos analizado todo. Desde que pudiera haber sido un hecho delictivo común hasta que fuera un hecho delictivo direccionado. No nos quedamos con una sola investigación; no fue que con un número de teléfono se esclareció. Acá hubo un trabajo de muchas personas, de muchas horas, que arrojó este resultado", indicó el jefe de la fuerza, comisario general Hugo Sánchez.
El funcionario remarcó que en este tipo de pesquisas es clave la labor de diferentes expertos. "Además de la División Homicidios, contamos con personal que hace una labor silenciosa, sin la cual no se hubiera podido establecer nada, como el Laboratorio Técnico Científico y el médico forense", aseveró. Y, en ese sentido, dio detalles sobre algunas de las tareas que se realizaron. "La Policía hoy tiene equipos profesionales para realizar investigaciones. Ahora: no todos los hechos son iguales. Supimos capitalizar las equivocaciones de los sospechosos; pero eso no significa que haya sido un trabajo fácil. Hubo una labor pericial importante: se entrecruzó el sistema de llamadas; se vieron los círculos de amigos para constatar qué había; se analizaron más de 100 prontuarios, porque no podíamos ubicar fehacientemente a los sospechosos. El trabajo informático fue muy fuerte", destacó. Por otra parte, aclaró que aún se está trabajando para determinar cómo ocurrió el crimen. "Al parecer, el hecho se inició con una situación que se salió de contexto en el interior de la casa. Pero habrá que esperar a que reunamos otros elementos para ver si hubo una comunicación previa", dijo. Y repitió: "el primer día, la familia nos exigió saber la verdad, quería saber quiénes habían cometido el crimen. Bueno, la Policía ha cumplido".

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