04 Abril 2011
NUEVA DESCOMPENSACIÓN. Ema Gómez volvió a hablar hoy y otra vez debió interrumpir su relato. ARCHIVO LA GACETA/HECTOR PERALTA
Ema Gómez, imputada en el crimen del juez Agustín Aráoz, asesinado el 26 de noviembre de 2004, retomó hoy la declaración que había interrumpido el 14 de febrero por una descompensación y esta vez su relato apuntó con dureza contra otros dos de los acusados, Andrés Fabersani y Darío Pérez. "No les tengo miedo. Durante todo este tiempo amenazaron a mi familia. Después de seis años vengo a decir lo que callé durante tanto tiempo", afirmó.
La acusada contó que cuando ella llegó a la comisaría de Banda del Río Salí, Fabersani le dijo: "ya sé todo. Quedate tranquila; yo lo voy a arreglar". Según Gómez, desde allí partieron hacia la vivienda del juez Aráoz, en avenida Aconquija 2.950, en Yerba Buena. "Cuando entré a la casa había un mar de sangre. Cuando lo vi a Agustín con los ojos abiertos, creí que estaba vivo. El jamás me dañaría. Es el único hombre que me respetó. La famosa Ema Gómez de la que todos hablan murió esa noche en medio de un mar de sangre", sostuvo.
Tras las declaraciones de la ex agente, los magistrados llamaron a un cuarto intermedio. Posteriormente la imputada debía continuar con su relato. No obstante, su abogado defensor, Mario Mirra, sustuvo que su defendida no se encontraba en condiciones de continuar.
En la tarde del 14 de febrero, Gómez rompió el silencio. Entre lágrimas, insistió en que Darío Pérez es el asesino de Aráoz, e incluso señaló que él había anunciado su intención de matarlo. La ex agente había empezado hablando de su relación con Pérez. Dijo que se habían conocido en el Instituto Roca, donde ambos trabajaban y lo acusó de suministrarle drogas a los menores. También relató un supuesto incidente que mantuvo allí con el comisario David Bolart, que se desempeñaba como jefe del destacamento, a quien acusó de intentar forcejarla "para que callara todo lo que sabía". "Soy testigo de que liberaban a los menores de noche para que salgan a robar", expresó.
Luego, la ex agente retomó el relato de la noche anterior al crimen (25 de noviembre de 2004). "Él me llevaba a mi casa. Me decía ?¿qué vas a hacer con Agustín?, ¿cuándo lo vas a dejar a ese viejo pu...? Yo soy un hombre, yo soy un macho. Ese viejo te dobla en edad. Somos la dupla perfecta. Vos tenés influencia política y yo policial?", contó Gómez. Luego, dijo que Pérez le proporcionó cocaína y una bolsas con pastillas. "Cuando se va de mi casa me dice: ?¿qué vas a hacer? Ponele fin a la relación o le pongo yo. No me va a temblar la mano para hacerlo aca a ese viejo (sic)?", expresó Gómez. Momentos más tarde, la imputada se descompensó y los magistrados decidieron llamar a un cuarto intermedio. LA GACETA ©
La acusada contó que cuando ella llegó a la comisaría de Banda del Río Salí, Fabersani le dijo: "ya sé todo. Quedate tranquila; yo lo voy a arreglar". Según Gómez, desde allí partieron hacia la vivienda del juez Aráoz, en avenida Aconquija 2.950, en Yerba Buena. "Cuando entré a la casa había un mar de sangre. Cuando lo vi a Agustín con los ojos abiertos, creí que estaba vivo. El jamás me dañaría. Es el único hombre que me respetó. La famosa Ema Gómez de la que todos hablan murió esa noche en medio de un mar de sangre", sostuvo.
Tras las declaraciones de la ex agente, los magistrados llamaron a un cuarto intermedio. Posteriormente la imputada debía continuar con su relato. No obstante, su abogado defensor, Mario Mirra, sustuvo que su defendida no se encontraba en condiciones de continuar.
En la tarde del 14 de febrero, Gómez rompió el silencio. Entre lágrimas, insistió en que Darío Pérez es el asesino de Aráoz, e incluso señaló que él había anunciado su intención de matarlo. La ex agente había empezado hablando de su relación con Pérez. Dijo que se habían conocido en el Instituto Roca, donde ambos trabajaban y lo acusó de suministrarle drogas a los menores. También relató un supuesto incidente que mantuvo allí con el comisario David Bolart, que se desempeñaba como jefe del destacamento, a quien acusó de intentar forcejarla "para que callara todo lo que sabía". "Soy testigo de que liberaban a los menores de noche para que salgan a robar", expresó.
Luego, la ex agente retomó el relato de la noche anterior al crimen (25 de noviembre de 2004). "Él me llevaba a mi casa. Me decía ?¿qué vas a hacer con Agustín?, ¿cuándo lo vas a dejar a ese viejo pu...? Yo soy un hombre, yo soy un macho. Ese viejo te dobla en edad. Somos la dupla perfecta. Vos tenés influencia política y yo policial?", contó Gómez. Luego, dijo que Pérez le proporcionó cocaína y una bolsas con pastillas. "Cuando se va de mi casa me dice: ?¿qué vas a hacer? Ponele fin a la relación o le pongo yo. No me va a temblar la mano para hacerlo aca a ese viejo (sic)?", expresó Gómez. Momentos más tarde, la imputada se descompensó y los magistrados decidieron llamar a un cuarto intermedio. LA GACETA ©
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