13 Abril 2011
EN OTRA. Ema Gómez se hunde en la pantalla de su celular; Pérez mira para otro lado. LA GACETA/ANALIA JARAMILLO
Ya no habrá más desfile en el banquillo que mira a los jueces de la causa que investiga el asesinato del magistrado Héctor Agustín Aráoz. No, al menos, de testigos. Desde hoy se comenzaron a leer los expedientes en los que figuran las pruebas incorporadas al caso durante la etapa de investigación. Entre ellas, por ejemplo, figuran los dermotest positivos de Ema Gómez, Darío Pérez y Alejandro Fabersani.
Ayer, el presidente del tribunal, Pedro Roldán Vázquez retó al jefe de la comisaría de Yerba Buena, José Osvaldo Lezama, por no seguir la pista de algunos elementos que fueron secuestrados en el marco de la causa y que luego se extraviaron. El celular de Pérez, la cartera que Gómez tenía el día del crimen, un botón metálico y una revista acerca de perros son algunas de las pruebas que desaparecieron y que Lezama debía hallar por orden los jueces. LA GACETA ©
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