29 Abril 2011
LONDRES.- Meses de nervios, negociaciones; frenéticas carreras puliendo bronces, alimentando floreros, quitando de las alfombras hasta la última mota de polvo... Si todo sigue saliendo tan bien como hasta ahora, Kate Middleton se convertirá hoy en la primera reina plebeya de Gran Bretaña (los fastos de la boda se inician a las 3.30 -hora de nuestro país-, con televisación por los canales de noticias). Mañana los novios iniciarán su luna de miel... ¿Y después?
El matrimonio se instalará en la isla de Anglesey, en cuya base militar William debe completar su formación como piloto de helicóptero. Ellos desean llevar, durante al menos dos años, una vida normal y pacífica en su retirada vivienda antes de que las obligaciones monárquicas se impongan. Pero las expectativas que pesan sobre ellos son ya enormes, y no sólo en Inglaterra.
- La casa real: Kate tiene sobre todo una misión: ser madre de un nuevo heredero. Pero las expectativas de la corte van más allá. William y Kate son el estandarte de la monarquía moderna: el pueblo los siente cerca, y ellos tienen sentido del humor y los pies en la Tierra.
- La política: El primer ministro británico, David Cameron, y su gabinete brincaron de alegría cuando se anunció el compromiso. Gran Bretaña atraviesa una profunda crisis financiera y social. El jefe de gobierno conservador desea una sociedad en la que todos cooperen, pero que se haga a sí misma y no pida tanta ayuda al Estado cuando las cosas no van bien. Y ¿qué podría reforzar más el espíritu nacional que esta historia que reúne corona y plebe?
- Las fundaciones: William y Kate no querían regalos de boda; habían pedido donaciones a 26 organizaciones benéficas. Para gestionarlas han creado un fondo propio. Según el Institute of Chartered Accountants in England and Wales (ICAEW), sólo con el aporte de los 1.900 invitados podían llegar a recaudarse 2,9 millones de dólares libres de impuestos.
- Los medios: La BBC ha vendido por sumas millonarias sus producciones televisivas en todo el mundo, y en otros canales británicos los espacios publicitarios se pagaron bien. Los diarios, que debido a la competencia digital atraviesan una crisis, han vivido un renacimiento. De modo que intentarán que "el negocio" dure la mayor cantidad de tiempo posible.
Las otras preguntas
Otras cuestiones más insidiosas aletean en el aire. Hay quienes hablan de un embarazo que se anunciará a la vuelta de Australia. La versión de la británica "Star" está lejos de la confirmación, pero ya ha recorrido el mundo entero.
Por otra parte, acorde con los tiempos que corren, circula otra pregunta: ¿tienen prevista una separación de bienes? Tanto los Middleton como la familia real cuentan con un patrimonio considerable. ¿Qué sucedería si Kate, en caso de divorcio, se fuera con el bebé heredero? Los expertos dicen que debe haber algún tipo de pacto escrito. (DPA-Especial)
El matrimonio se instalará en la isla de Anglesey, en cuya base militar William debe completar su formación como piloto de helicóptero. Ellos desean llevar, durante al menos dos años, una vida normal y pacífica en su retirada vivienda antes de que las obligaciones monárquicas se impongan. Pero las expectativas que pesan sobre ellos son ya enormes, y no sólo en Inglaterra.
- La casa real: Kate tiene sobre todo una misión: ser madre de un nuevo heredero. Pero las expectativas de la corte van más allá. William y Kate son el estandarte de la monarquía moderna: el pueblo los siente cerca, y ellos tienen sentido del humor y los pies en la Tierra.
- La política: El primer ministro británico, David Cameron, y su gabinete brincaron de alegría cuando se anunció el compromiso. Gran Bretaña atraviesa una profunda crisis financiera y social. El jefe de gobierno conservador desea una sociedad en la que todos cooperen, pero que se haga a sí misma y no pida tanta ayuda al Estado cuando las cosas no van bien. Y ¿qué podría reforzar más el espíritu nacional que esta historia que reúne corona y plebe?
- Las fundaciones: William y Kate no querían regalos de boda; habían pedido donaciones a 26 organizaciones benéficas. Para gestionarlas han creado un fondo propio. Según el Institute of Chartered Accountants in England and Wales (ICAEW), sólo con el aporte de los 1.900 invitados podían llegar a recaudarse 2,9 millones de dólares libres de impuestos.
- Los medios: La BBC ha vendido por sumas millonarias sus producciones televisivas en todo el mundo, y en otros canales británicos los espacios publicitarios se pagaron bien. Los diarios, que debido a la competencia digital atraviesan una crisis, han vivido un renacimiento. De modo que intentarán que "el negocio" dure la mayor cantidad de tiempo posible.
Las otras preguntas
Otras cuestiones más insidiosas aletean en el aire. Hay quienes hablan de un embarazo que se anunciará a la vuelta de Australia. La versión de la británica "Star" está lejos de la confirmación, pero ya ha recorrido el mundo entero.
Por otra parte, acorde con los tiempos que corren, circula otra pregunta: ¿tienen prevista una separación de bienes? Tanto los Middleton como la familia real cuentan con un patrimonio considerable. ¿Qué sucedería si Kate, en caso de divorcio, se fuera con el bebé heredero? Los expertos dicen que debe haber algún tipo de pacto escrito. (DPA-Especial)
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