13 Octubre 2011
CAMINO AL ABISMO. Messi lidera el trío que completan Burdisso y Mascherano. Todos se retiran cabizbajos al vestuario, luego de la derrota. REUTERS
Por Cecilia Caminos - DPA
BUENOS AIRES.- La euforia generada por la goleada a Chile, que había abierto la ilusión de enterrar los fracasos en Sudáfrica y la Copa América, se desvaneció en sólo cuatro días con la histórica caída ante Venezuela, que volvió a reabrir la incertidumbre sobre los puntos débiles de la Selección.
El camino al Mundial de Brasil 2014 se muestra tan áspero como el propio Leo Messi había anticipado días atrás: "las Eliminatorias van a ser muy difíciles".
Ya consumada la primera derrota que manchó el historial de 18 triunfos de Argentina frente a Venezuela, el "crack" renovó su predicción: "tenemos que hacernos fuertes de local, ganar todo y obviamente salir de visitante a ganar también, pero no es fácil, es complicado y va a ser así hasta el final".
Las primeras críticas apuntan al cambio de táctica que decidió el DT Alejandro Sabella, con un 5-2-3, diferente al 4-4-2 que dispuso frente a Chile.
Pero también a los puntos débiles que arrastra la Selección desde las eras de Maradona y Batista: una defensa endeble y problemas para generar jugadas en el mediocampo. Cuestiones a las que Sabella, al menos con ese armado, no pudo hallar solución.
Ante Chile, Argentina encontró en las veloces jugadas de contraataque su mejor arma. Pero la intensa marca que dispuso el técnico de la "vinotinto", César Farías, trabó este recurso y desarmó el funcionamiento albiceleste.
El gesto de fastidio del capitán Messi fue un claro termómetro de la crisis en que cayó su equipo. Una imagen muy distinta a la que mostró el crack de Barcelona ante la "roja", cuando puso fin a su sequía de goles con la camiseta nacional (llevaba más de dos años y medio sin marcar).
Messi discutió con el árbitro, retó a sus compañeros, tuvo un altercado con Rojo y, sumido en el enojo, la decepción y el cansancio, volteó su mirada al suelo y aminoró su ritmo.
Sabella tiene ahora un mes para evaluar lo sucedido e intentar enmendar los errores en las Eliminatorias Sudamericanas. Se viene Bolivia, el 11 de noviembre en Buenos Aires y cuatro días después, Colombia, en tierras cafeteras. Habrá que esperar.
BUENOS AIRES.- La euforia generada por la goleada a Chile, que había abierto la ilusión de enterrar los fracasos en Sudáfrica y la Copa América, se desvaneció en sólo cuatro días con la histórica caída ante Venezuela, que volvió a reabrir la incertidumbre sobre los puntos débiles de la Selección.
El camino al Mundial de Brasil 2014 se muestra tan áspero como el propio Leo Messi había anticipado días atrás: "las Eliminatorias van a ser muy difíciles".
Ya consumada la primera derrota que manchó el historial de 18 triunfos de Argentina frente a Venezuela, el "crack" renovó su predicción: "tenemos que hacernos fuertes de local, ganar todo y obviamente salir de visitante a ganar también, pero no es fácil, es complicado y va a ser así hasta el final".
Las primeras críticas apuntan al cambio de táctica que decidió el DT Alejandro Sabella, con un 5-2-3, diferente al 4-4-2 que dispuso frente a Chile.
Pero también a los puntos débiles que arrastra la Selección desde las eras de Maradona y Batista: una defensa endeble y problemas para generar jugadas en el mediocampo. Cuestiones a las que Sabella, al menos con ese armado, no pudo hallar solución.
Ante Chile, Argentina encontró en las veloces jugadas de contraataque su mejor arma. Pero la intensa marca que dispuso el técnico de la "vinotinto", César Farías, trabó este recurso y desarmó el funcionamiento albiceleste.
El gesto de fastidio del capitán Messi fue un claro termómetro de la crisis en que cayó su equipo. Una imagen muy distinta a la que mostró el crack de Barcelona ante la "roja", cuando puso fin a su sequía de goles con la camiseta nacional (llevaba más de dos años y medio sin marcar).
Messi discutió con el árbitro, retó a sus compañeros, tuvo un altercado con Rojo y, sumido en el enojo, la decepción y el cansancio, volteó su mirada al suelo y aminoró su ritmo.
Sabella tiene ahora un mes para evaluar lo sucedido e intentar enmendar los errores en las Eliminatorias Sudamericanas. Se viene Bolivia, el 11 de noviembre en Buenos Aires y cuatro días después, Colombia, en tierras cafeteras. Habrá que esperar.
Lo más popular