18 Abril 2012
RELACIÓN ESTRECHA. Calderón y Rajoy compartieron estrado durante un foro que se realizó en Puerto Vallarta. Ambos condenaron la decisión argentina. AFP
MADRID.- El Gobierno español de Mariano Rajoy y la empresa Repsol se disponen a dar la batalla contra el Gobierno de Cristina Fernández, después de que la Presidenta anunciara la expropiación de YPF, la filial de la petrolera española en la Argentina.
Repsol y el Gobierno de Rajoy iniciaron ayer una campaña en la que, en el intento de reunir apoyos internacionales, advierten que lo que pasó con la petrolera española puede sucederle a cualquier empresa extranjera en la Argentina.
La expropiación de YPF "sienta un grave precedente" que perjudica a España, a la Argentina y que puede perjudicar a toda América Latina, manifestó Rajoy en el balneario mexicano de Puerto Vallarta, donde participó en la inauguración del VII Foro Económico Mundial para América Latina.
En tanto, funcionarios españoles anunciaron en Madrid medidas "claras y contundentes" en el ámbito diplomático, comercial, industrial y energético contra la Argentina, represalias que no develaron y que es posible que se tomen el viernes en el consejo de ministros.
Advertencias
Repsol, por su parte, exigirá a la Argentina al menos U$S 10.500 millones (unos 8.000 millones de euros) por la expropiación de YPF y para lograrlos se dispone a adoptar "todas las medidas legales a su alcance", entre ellas el arbitraje del Banco Mundial. "Estos actos no quedarán impunes", advirtió su presidente, Antonio Brufau.
La compañía acusa a Fernández de Kirchner de intervenir YPF para tapar la crisis social y económica, derivada de las "malas medidas adoptadas" por el Gobierno argentino, además de querer controlar la compañía después del descubrimiento, el pasado noviembre, del importante yacimiento de Vaca Muerta, en la frontera con Chile.
Con YPF, Repsol va a perder una empresa que representa algo más del 50% de su producción total de hidrocarburos y alrededor del 40% de sus reservas.
El Ejecutivo español, por su parte, presentó al gobierno argentino como un Ejecutivo carente de seriedad que no cumple con la seguridad jurídica en materia de inversiones extranjeras.
En Puerto Vallarta, Rajoy dejó patente el "profundo malestar" español por la decisión argentina, para la que no hay justificación alguna, dijo. Ni la petrolera ni el Ejecutivo español parecen tener esperanzas en que la presidenta argentina pueda dar marcha atrás en su decisión, aunque el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, señaló en Madrid que su gobierno de derecha está dispuesto a negociar "hasta la extenuación".
"Lo que ayer le ha pasado a una empresa española, alguien puede pensar que puede ocurrirle mañana a cualquier otra inversión, eso sienta un grave precedente para el conjunto de las relaciones comerciales en una economía cada vez más global", declaró Rajoy.
México es la primera parada de su primer viaje a América Latina, que después lo llevará a Colombia. La pequeña gira latinoamericana estaba prevista de antemano, pero ahora puede servirle para reunir apoyos tras la intervención de YPF.
En América Latina, España ya obtuvo el respaldo de México y Chile. Y en Europa cuenta con el de Unión Europea. La Comisión Europea decidió de hecho suspender una reunión prevista en Buenos Aires este mes con las autoridades argentinas. El FMI también criticó hoy la actuación argentina.
Intereses
Lo que no le cayó bien a España es la tibieza en la reacción por parte de la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton. "La respuesta de Clinton no me ha parecido todo lo entusiasta que a mí me hubiese gustado", dijo en Madrid el ministro García Margallo, después de que Clinton, en Brasil, eludiera pronunciarse. Esa tibieza la atribuyó a los intereses económicos que EEUU tiene en Argentina.
El jefe de la diplomacia española advirtió que, en un mundo globalizado, las inversiones extranjeras pueden empezar a escapar del país latinoamericano e incluso la Argentina puede llegar a ver cortado su acceso al crédito internacional. "El perjuicio puede ser irreparable", señaló, tras transmitir la condena y el malestar de España al embajador argentino en Madrid, Carlos Bettini.
"Argentina se ha dado un tiro en el pie de éstos que son realmente importantes, y lo que más me preocupa es que esto supone el corte, o por lo menos la desconfianza, en unas relaciones realmente fraternales durante muchísimo tiempo", aseguró.
Entretanto, Repsol se dispone a iniciar una batalla legal que puede ser larga. (DPA-Reuters)
Repsol y el Gobierno de Rajoy iniciaron ayer una campaña en la que, en el intento de reunir apoyos internacionales, advierten que lo que pasó con la petrolera española puede sucederle a cualquier empresa extranjera en la Argentina.
La expropiación de YPF "sienta un grave precedente" que perjudica a España, a la Argentina y que puede perjudicar a toda América Latina, manifestó Rajoy en el balneario mexicano de Puerto Vallarta, donde participó en la inauguración del VII Foro Económico Mundial para América Latina.
En tanto, funcionarios españoles anunciaron en Madrid medidas "claras y contundentes" en el ámbito diplomático, comercial, industrial y energético contra la Argentina, represalias que no develaron y que es posible que se tomen el viernes en el consejo de ministros.
Advertencias
Repsol, por su parte, exigirá a la Argentina al menos U$S 10.500 millones (unos 8.000 millones de euros) por la expropiación de YPF y para lograrlos se dispone a adoptar "todas las medidas legales a su alcance", entre ellas el arbitraje del Banco Mundial. "Estos actos no quedarán impunes", advirtió su presidente, Antonio Brufau.
La compañía acusa a Fernández de Kirchner de intervenir YPF para tapar la crisis social y económica, derivada de las "malas medidas adoptadas" por el Gobierno argentino, además de querer controlar la compañía después del descubrimiento, el pasado noviembre, del importante yacimiento de Vaca Muerta, en la frontera con Chile.
Con YPF, Repsol va a perder una empresa que representa algo más del 50% de su producción total de hidrocarburos y alrededor del 40% de sus reservas.
El Ejecutivo español, por su parte, presentó al gobierno argentino como un Ejecutivo carente de seriedad que no cumple con la seguridad jurídica en materia de inversiones extranjeras.
En Puerto Vallarta, Rajoy dejó patente el "profundo malestar" español por la decisión argentina, para la que no hay justificación alguna, dijo. Ni la petrolera ni el Ejecutivo español parecen tener esperanzas en que la presidenta argentina pueda dar marcha atrás en su decisión, aunque el ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, señaló en Madrid que su gobierno de derecha está dispuesto a negociar "hasta la extenuación".
"Lo que ayer le ha pasado a una empresa española, alguien puede pensar que puede ocurrirle mañana a cualquier otra inversión, eso sienta un grave precedente para el conjunto de las relaciones comerciales en una economía cada vez más global", declaró Rajoy.
México es la primera parada de su primer viaje a América Latina, que después lo llevará a Colombia. La pequeña gira latinoamericana estaba prevista de antemano, pero ahora puede servirle para reunir apoyos tras la intervención de YPF.
En América Latina, España ya obtuvo el respaldo de México y Chile. Y en Europa cuenta con el de Unión Europea. La Comisión Europea decidió de hecho suspender una reunión prevista en Buenos Aires este mes con las autoridades argentinas. El FMI también criticó hoy la actuación argentina.
Intereses
Lo que no le cayó bien a España es la tibieza en la reacción por parte de la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton. "La respuesta de Clinton no me ha parecido todo lo entusiasta que a mí me hubiese gustado", dijo en Madrid el ministro García Margallo, después de que Clinton, en Brasil, eludiera pronunciarse. Esa tibieza la atribuyó a los intereses económicos que EEUU tiene en Argentina.
El jefe de la diplomacia española advirtió que, en un mundo globalizado, las inversiones extranjeras pueden empezar a escapar del país latinoamericano e incluso la Argentina puede llegar a ver cortado su acceso al crédito internacional. "El perjuicio puede ser irreparable", señaló, tras transmitir la condena y el malestar de España al embajador argentino en Madrid, Carlos Bettini.
"Argentina se ha dado un tiro en el pie de éstos que son realmente importantes, y lo que más me preocupa es que esto supone el corte, o por lo menos la desconfianza, en unas relaciones realmente fraternales durante muchísimo tiempo", aseguró.
Entretanto, Repsol se dispone a iniciar una batalla legal que puede ser larga. (DPA-Reuters)
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