WASHINGTTON, Estados Unidos.- Con un mayor control sobre los temas en discusión, el presidente de los Estados Unidos y candidato demócrata a la reelección, Barack Obama, tuvo un desempeño ligeramente superior a su oponente, el postulante republicano, Mitt Romney, en el último de los debates previsto para esta campaña electoral.
Fue un debate un poco más cortés y con menos tensión que los anteriores, aunque la cuestión internacional era el tema dominante, uno y otro volvieron a las cuestiones internas para apoyar sus propuestas. Romney buscó evitar errores que frenen sus avances en la intención de votos y le planteó al presidente que criticó sus posturas que "atarcame a mi no es la manera de lidiar los desafíos en Medio Oriente".
Apenas terminada la discusión, la mayoría de los analistas internacionales que la siguieron creyeron ver a Obama como vencedor, por pocos puntos. Aunque para tener mayor certeza del resultado de la disputa verbal habrá que esperar las encuestas que hasta medianoche estaban en curso. Y también hubo quienes, en una primera impresión, dijeron que pudo haber habido un empate, pero en lo que hubo coincidencia también fue que el actual mandatario estuvo más agresivo desde el comienzo y que, en general, mostró bastante más conocimientos que su oponente sobre las relaciones exteriores.
En realidad, uno y otro mostraron que tienen pocas diferencias en cuanto a la política exterior, a tal punto que tanto Obama como Romney rechazaron intervenir en la guerra civil que se desarrolla en Siria y prometieron defender a Israel si es atacado por Irán y los dos aseguraron que no enviarán a las tropas norteamericanas a nuevas guerras.
El presidente criticó a su oponente sobre sus propuestas, burlándose de su solicitud por más buques, diciendo que Romney quiere llevar a Estados Unidos hacia una postura de la Guerra Fría. Obama se mostró tuvo una mordaz respuesta cuando el candidato republicano dijo que aumentaría el número de barcos construidos, diciendo que el país solía tener 300 y ahora sólo tiene 285. "Gobernado, también tenemos menos caballos y menos bayonetas", le espetó. Y aseguró que Romney quiere declarara a Rusia como un "enemigo geopolítico" de Estados Unidos, "un retroceso en el tiempo". "La Guerra Fría se terminó hace 20 años", aseguró.
Pero un detalle del duelo que casi todos los analistas rescataron es que no hubo menciones claras sobre Europa o América Latina. Sobre la crisis económica de Europa, que ambos reconocen que golpea a Estados Unidos, hubo una mención a la pasada por parte del republicano, cuando advirtió que hay una "ameneza de seguir la ruta de Grecia", pero sobre la región Latinoamericana, apenas si se la nombró en el marco de la disputa que comercial que Estados Unidos mantiene con China.
Este debate se realizó en Boca Ratón, Florida, en la sede de la Universidad de Lynn, el periodista Bob Schieffer de la cadena de televisión CBS fue el moderador. Como en los otros, tuvo una duración de 90 minutos.
Fue el último de las tres batallas verbales convenidas durante la campaña electoral. En la primera resultó Romney el triunfador que le imprimió fuerza a su campaña electoral, en la segunda estuvo mejor Obama, con lo que le logró neutralizar en parte ese avance de su oponente, aunque está cada vez más claro que esta será una de las elecciones más reñidas, toda vez que ambos parecen cabeza a cabeza en las intenciones de voto de cara a la cita del 6 de noviembre. Una última encuesta de la NBC/Wall Street Journal mostró que tanto Obama como Romney tienen un 47% de apoyo cada uno, según reportó la AFP. LA GACETA ©