Por Fernando García Soto
30 Octubre 2012
EL CIERRE. El ingenio Santa Rosa fue el último en dejar de moler, en un año que la industria azucarera tuvo un comportamiento comercial errático. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL
El cierre de la molienda del ingenio Santa Rosa puso fin a la zafra azucarera 2012 en Tucumán. La campaña arrojó resultados productivos superiores a los que se esperaban, con altos volúmenes de azúcar que se sumaron a los stocks remanentes de la temporada 2011. Frente a un mercado sobreofertado, la industria del sector evidenció una política comercial errática, con exportaciones de excedentes comprometidas pero no realizadas en su totalidad, lo que derivó en precios internos del azúcar que fueron de quebranto para la mayoría de los factores de la actividad, en especial los de menor escala.
"La zafra fue muy buena en lo productivo, pero muy complicada en lo comercial", se sinceró el presidente del Centro Azucarero Regional de Tucumán (CART), Julio Colombres. Reconoció que se superaron las expectativas de producción de azúcar y las estimaciones de máximo volumen que formuló este año la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), de 1,29 millón de toneladas de azúcar-alcohol.
Según informó el CART a LA GACETA, la zafra que acaba de concluir arrojó un resultado en producción de azúcar 7,5% superior al logrado en la temporada pasada, y 25,6% mayor en elaboración de alcohol. Se fabricaron 1,289 millón de toneladas de azúcar (1,199 millón en 2011) y 90.000 toneladas que se transformaron en alcohol (71.644 el año pasado). De acuerdo con los registros, los 15 ingenios tucumanos molieron este año 14,1 millones de toneladas de caña para azúcar y para alcohol, coincidentes con las previsiones de la Eeaoc, 3% más que las 13,7 millones de toneladas procesadas en la zafra 2011. Los rendimientos fabriles -nivel sacarino en las cañas- también fueron mayores que el año pasado, con un promedio del 9,75% en la temporada que acaba de finalizar, por sobre el 9,28% de la campaña anterior.
La zafra se inició con la certeza de que la sequía registrada en Tucumán entre octubre de 2001 y marzo de este año iba a afectar los cañaverales de tal manera que se podían esperar fuertes pérdidas. Los daños finalmente no fueron tan graves como se estimaban, porque el cultivo volvió a demostrar que es altamente resistente a los elementos climáticos, a lo que se sumó una mayor superficie con caña en la provincia que en 2011. "El hecho de que se haya elaborado más azúcar que lo previsto nos llevó a subestimar los volúmenes que había que exportar", analizó Colombres. También pesaron en la oferta los excedentes de azúcar de la campaña 2011, que se enviaron al exterior de manera parcial e insuficiente en función de las necesidades del mercado interno. Según el presidente del CART, hoy concluiría la confección de las garantías que la mayoría de los ingenios tucumanos y del norte (Jujuy y Salta) pusieron a disposición para que se asegure la exportación de 330.000 toneladas de excedentes de azúcar en los próximos meses. El objetivo es lograr que mejore el precio mayorista del producto que rondó los $ 140 por bolsa de 50 kilos para la venta de contado. El Gobierno provincial, en la presencia del gobernador, José Alperovich, se erigió en garantista del acuerdo exportador. A su vez, el mandatario se comprometió a enviar a la Legislatura un proyecto de ley para que en la próxima zafra se establezcan premios fiscales a los ingenios que cumplan con las pautas de exportación.
"La zafra fue muy buena en lo productivo, pero muy complicada en lo comercial", se sinceró el presidente del Centro Azucarero Regional de Tucumán (CART), Julio Colombres. Reconoció que se superaron las expectativas de producción de azúcar y las estimaciones de máximo volumen que formuló este año la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), de 1,29 millón de toneladas de azúcar-alcohol.
Según informó el CART a LA GACETA, la zafra que acaba de concluir arrojó un resultado en producción de azúcar 7,5% superior al logrado en la temporada pasada, y 25,6% mayor en elaboración de alcohol. Se fabricaron 1,289 millón de toneladas de azúcar (1,199 millón en 2011) y 90.000 toneladas que se transformaron en alcohol (71.644 el año pasado). De acuerdo con los registros, los 15 ingenios tucumanos molieron este año 14,1 millones de toneladas de caña para azúcar y para alcohol, coincidentes con las previsiones de la Eeaoc, 3% más que las 13,7 millones de toneladas procesadas en la zafra 2011. Los rendimientos fabriles -nivel sacarino en las cañas- también fueron mayores que el año pasado, con un promedio del 9,75% en la temporada que acaba de finalizar, por sobre el 9,28% de la campaña anterior.
La zafra se inició con la certeza de que la sequía registrada en Tucumán entre octubre de 2001 y marzo de este año iba a afectar los cañaverales de tal manera que se podían esperar fuertes pérdidas. Los daños finalmente no fueron tan graves como se estimaban, porque el cultivo volvió a demostrar que es altamente resistente a los elementos climáticos, a lo que se sumó una mayor superficie con caña en la provincia que en 2011. "El hecho de que se haya elaborado más azúcar que lo previsto nos llevó a subestimar los volúmenes que había que exportar", analizó Colombres. También pesaron en la oferta los excedentes de azúcar de la campaña 2011, que se enviaron al exterior de manera parcial e insuficiente en función de las necesidades del mercado interno. Según el presidente del CART, hoy concluiría la confección de las garantías que la mayoría de los ingenios tucumanos y del norte (Jujuy y Salta) pusieron a disposición para que se asegure la exportación de 330.000 toneladas de excedentes de azúcar en los próximos meses. El objetivo es lograr que mejore el precio mayorista del producto que rondó los $ 140 por bolsa de 50 kilos para la venta de contado. El Gobierno provincial, en la presencia del gobernador, José Alperovich, se erigió en garantista del acuerdo exportador. A su vez, el mandatario se comprometió a enviar a la Legislatura un proyecto de ley para que en la próxima zafra se establezcan premios fiscales a los ingenios que cumplan con las pautas de exportación.