Scolari se rompió otra vez los ligamentos

El domingo, 3-0 a Racing en Córdoba quedó en segundo plano luego de que Jorge Scolari diera la nota negativa del día. Justo él que recién volvía a las canchas después de ocho meses de inactividad, culpa de una lesión ligamentaria. ¿Que pasó en La Docta? El aguerrido defensor volvió a embromarse la rodilla derecha y la alarma sonó en La Ciudadela. La mala noticia se confirmó hoy, después de que se conocieran los resultados de los estudios. El defensor sufrió la rotura de sus ligamentos cruzados de la rodilla derecha y la distensión del ligamento colateral interno.

Ayer por la noche le practicaron estudios a Scolari, quien rezaba porque todo esté bien y el fuerte dolor que sentía en la zona afectada fuese sólo parte de un susto. "Tengo confianza de que no será nada grave", le comentaba a LA GACETA el zaguero rato antes de someterse a una resonancia magnética.

"Hay que hacer las dos cosas con Jorge: operarlo y a su vez contenerlo en la parte psicológica. No hay que dejarlo caer. Hasta que no se vaya el líquido de la rodilla no podemos operarlo. Eso puede demandar al menos 15 días", contó Roberto Guillén, el médico del plantel de Carlos Ramacciotti, que tendrá ahora la responsabilidad de volver a intervenir al surgido de las inferiores de Estudiantes de La Plata. 

"Traté de hablar con él pero me daba su celular apagado, ahora voy a ir a buscarlo. La re rupturas en pacientes de altos impactos son posibles. Romagnoli, por caso, tiene cuatro roturas en el ligamentos cruzado", contó el médico. 

"Voy a comunicarme ahora con el club y ver cómo seguimos y si formamos el mismo equipo que lo operó la otra vez. Si es así, vamos a contar con el doctor Arturo Makino, ex jefe del cirugía y especialista en rodilla del Hospital Italiano de Buenos Aires".

"Lo importante es estar con él, apoyarlo en todo momento. Es una lástima lo que pasó. Como les dijo a ustedes en LA GACETA, venía de dos meses de prácticas perfectas y de jugar. Y bueno, tuvo la mala suerte de lesionarse en el partido. Es de no creer", comentó Guillén. LA GACETA ©