08 Noviembre 2012
BUENOS ARIES.- Una nueva marcha de caceroleros denominada 8N se realizará hoy en el Obelisco, con una fuerte participación de dirigentes políticos opositores, para protestar contra el modelo de país que impulsa el Gobierno nacional.
A diferencia de la marcha del 13 de septiembre, donde los organizadores se presentaban como independientes de cualquier agrupación política, la realidad señala que ahora los caceroleros ya no podrán despegarse del intento opositor que busca capitalizar esa movilización.
Hasta las consignas han variado en estos dos meses, desde la primera manifestación. De la queja por las restricciones a las importaciones y el cepo al dólar, hoy las protestas, cooptadas por opositores, se orientan a la crítica global del modelo económico y político del Gobierno "K".
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, a través de su fundación "Pensar"; el gobernador cordobés, José Manuel de la Sota; el gastronómico, Luis Barrionuevo; el sindicalista Gerónimo Venegas; el dirigente agrario Eduardo Buzzi; y el referente del FAP, Hermes Binner, entre otros, adhirieron al cacerolazo.
Macri formalizó el último sábado su convocatoria a la marcha de hoy, al expresar que se "siente representado" por los ciudadanos "independientes" que organizan la marcha al Obelisco. Ayer, un joven asesor del diputado del PRO, Jorge Triaca, reconoció que repartía volantes para convocar al cacerolazo haciéndose pasar por "independiente".
"Será una expresión lógica de la sociedad", aseguró De la Sota, en tanto que la vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, aseguró que la "gente saldrá a la calle para ser escuchada" y reclamó que el oficialismo nacional tenga más apertura ante los reclamos que se plantean.
La referente de la CC, Elisa Carrió, afirmó que hoy "aparecerá el protagonista fundamental que es del pueblo". Pero pidió a los políticos "que no vayan" a la plaza.
El ruralista Buzzi estimó que el 8N "va a ser muy grande", y que comprende "la irritabilidad que hay en la población".
El senador radical Ernesto Sanz respaldó el cacerolazo y advirtió que prefiere "una sociedad movilizada y no una sociedad anestesiada". (DyN)
A diferencia de la marcha del 13 de septiembre, donde los organizadores se presentaban como independientes de cualquier agrupación política, la realidad señala que ahora los caceroleros ya no podrán despegarse del intento opositor que busca capitalizar esa movilización.
Hasta las consignas han variado en estos dos meses, desde la primera manifestación. De la queja por las restricciones a las importaciones y el cepo al dólar, hoy las protestas, cooptadas por opositores, se orientan a la crítica global del modelo económico y político del Gobierno "K".
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, a través de su fundación "Pensar"; el gobernador cordobés, José Manuel de la Sota; el gastronómico, Luis Barrionuevo; el sindicalista Gerónimo Venegas; el dirigente agrario Eduardo Buzzi; y el referente del FAP, Hermes Binner, entre otros, adhirieron al cacerolazo.
Macri formalizó el último sábado su convocatoria a la marcha de hoy, al expresar que se "siente representado" por los ciudadanos "independientes" que organizan la marcha al Obelisco. Ayer, un joven asesor del diputado del PRO, Jorge Triaca, reconoció que repartía volantes para convocar al cacerolazo haciéndose pasar por "independiente".
"Será una expresión lógica de la sociedad", aseguró De la Sota, en tanto que la vicejefa de Gobierno porteño, María Eugenia Vidal, aseguró que la "gente saldrá a la calle para ser escuchada" y reclamó que el oficialismo nacional tenga más apertura ante los reclamos que se plantean.
La referente de la CC, Elisa Carrió, afirmó que hoy "aparecerá el protagonista fundamental que es del pueblo". Pero pidió a los políticos "que no vayan" a la plaza.
El ruralista Buzzi estimó que el 8N "va a ser muy grande", y que comprende "la irritabilidad que hay en la población".
El senador radical Ernesto Sanz respaldó el cacerolazo y advirtió que prefiere "una sociedad movilizada y no una sociedad anestesiada". (DyN)
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