10 Noviembre 2012
BUENOS AIRES.- La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) expresó ayer su "enérgica" condena a la agresión sufrida por el periodista de C5N, Néstor Dib, quien estaba cubriendo en vivo en la Plaza de Mayo la manifestación del 8N. Además, la entidad que nuclea a los editores de diarios expresó su solidaridad hacia el movilero y solicitó a las autoridades que lleven adelante las medidas pertinentes para sancionar al agresor.
"El cronista fue golpeado cobardemente por la espalda. El acto del agresor, quien fue detenido por la policía, fue una nota discordante y aislada dentro de una protesta que se desarrolló con tranquilidad", señaló Adepa en un comunicado.
El violento puñetazo, que se observó en directo al igual que las escenas previas, fue lanzado por Nicolás Ayuso, un manifestante de 29 años, quien se abalanzó sobre Dib, tras haber recibido él mismo un golpe en una refriega que tuvo lugar alrededor del camión de exteriores del canal de cable. El joven, por el suceso, fue despedido de su trabajo, según informaron fuentes de la empresa de seguros en la que prestaba sus servicios profesionales. El periodista agredido dijo: "la trompada que me comí de espaldas es de cobarde. Dos chicos vinieron a increparnos al móvil".
El Foro de Periodismo Argentino (Fopea) condenó cualquier tipo de violencia hacia trabajadores de prensa en ejercicio de su tarea profesional. (DyN)
"El cronista fue golpeado cobardemente por la espalda. El acto del agresor, quien fue detenido por la policía, fue una nota discordante y aislada dentro de una protesta que se desarrolló con tranquilidad", señaló Adepa en un comunicado.
El violento puñetazo, que se observó en directo al igual que las escenas previas, fue lanzado por Nicolás Ayuso, un manifestante de 29 años, quien se abalanzó sobre Dib, tras haber recibido él mismo un golpe en una refriega que tuvo lugar alrededor del camión de exteriores del canal de cable. El joven, por el suceso, fue despedido de su trabajo, según informaron fuentes de la empresa de seguros en la que prestaba sus servicios profesionales. El periodista agredido dijo: "la trompada que me comí de espaldas es de cobarde. Dos chicos vinieron a increparnos al móvil".
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