Rocío Marengo: "robé mucho con el koala"

No es de medir consecuencias. Hace poco se sentó en el living de Estelita -el personaje excéntrico y sin filtro que interpreta Jey Mammon- y se despachó con todo: aseguró que en la televisión hay varias chicas fáciles (ella la menos, aclaró); que muchas famosas, como Amalia Granata, Pamela Sosa y Cinthia Fernández, la envidian; que mantuvo relaciones sexuales con Marley mientras fueron novios y que la pasó bien, entre otras confesiones propias y ajenas.

¿Sincera, espontánea o provocadora? Todo eso junto, tal vez, Rocío Marengo considera que su marca registrada es la sensatez asociada con la verborragia. ¿Más incluso que el dichoso "baile del koala"? No, por supuesto que no, el koala ocupa un lugar infranqueable en su corazoncito. Aunque probablemente no lo repita aquí, Marengo será una de las modelos que se presentará mañana en Tafí del Valle, en un desfile organizado por la agencia New Face. Antes de viajar a nuestra provincia, la también panelista de "Desayuno americano" charló con LA GACETA:

- ¿Cómo será tu presentación en Tafí del Valle?

- Básicamente voy a desfilar, aunque también aprovecharé para pasear, sacar fotos y tuitearlas. No conozco ese pueblo, pero siempre disfruto de viajar a la zona, me pone contenta. Y el domingo ya regresaré a Buenos Aires, porque durante toda la semana que viene tengo compromisos en distintos lugares.

- ¿Qué rótulo te adjudicarías: panelista, conductora, modelo?

- Ninguno: soy Rocío Marengo y trabajo con mi nombre. No necesito ponerme un rótulo. Hago desfiles, campañas gráficas, soy panelista sin ser periodista... si me contratan no es por una etiqueta, sino porque aprovecho mi nombre como marca o porque tengo determinada popularidad. Cuando comencé, quería ser modelo y, además, cocinar en televisión, porque había estudiado repostería. Todo lo que vino después superó mis expectativas. Ahora me divierto mucho en "Desayuno americano", siento que me voy afianzando en la pantalla. Ha sido una gran oportunidad.

- ¿Te hubiese gustado quedar en la conducción, tras la salida de Pamela David?

- Nunca me lo planteé. Siendo panelista tengo la posibilidad de complementar ese trabajo con otras presentaciones. Entonces lo aprovecho y le saco el mayor partido posible.

- ¿Dirías que tu marca registrada es no tener filtros a la hora de hablar del espectáculo?

- Sí, eso me diferenció. Y también reírme de mi misma. Yo no siento vergüenza de no saber la capital de un país, eso no te hace ni mejor que peor que otros. No me molestan mis defectos vergonzosos. Tampoco voy a fingir ser alguien que no soy. En la televisión hay mucho personaje; es difícil encontrar alguien como yo.

- ¿Te arrepentís de algún comentario que hiciste?

- No. Todo me dejó una enseñanza y me sirvió para ser quien soy, y estoy contenta con lo que soy. Obvio que me equivoqué, pero tengo la tranquilidad de que no hice nada con maldad.

- ¿Y no te hartó el baile del koala?

- ¡No, me encanta! Fue un lindo momento que se transformó en una tapa. Robé mucho con eso... en cada evento que me presentaba me pedían que cantara esa canción. La interpreté de punta a punta del país y aún la siguen reclamando. Pero no siempre puedo hacerlo porque no estoy preparada para saltar.

- Estás de novia hace mucho. ¿Pensás en tener hijos?

- Estoy de novia hace tres años entre idas y vueltas, porque hemos tenido algunos malos momentos. Y sí, si bien al principio conformaba mi instinto maternal cuidando a mis dos sobrinos, ahora me están despertando las ganas de tener hijos. Sueño con cocinarles tortas y decorarles el cuarto.