08 Enero 2013
Sin ajustes en el mínimo, Ganancias seguirá comiéndose la suba salarial de los trabajadores
Desde 2007 hasta el año pasado, el número de asalariados alcanzados por el impuesto se incrementó del 9% al 25%, según el Iaraf. Durante el año pasado, los trabajadores que tributan cedieron entre tres y cuatro puntos porcentuales del aumento logrado.
El impuesto a las Ganancias se ha convertido en la pesadilla para el poder adquisitivo de los trabajadores. En 2012, por ejemplo, el incremento acordado en partidarias, cercano al 25%, terminó siendo inferior (en tres o cuatro puntos porcentuales), debido al mayor peso de las retenciones efectuadas por el fisco en las remuneraciones por Ganancias. Un incremento nominal de los salarios sin ajustes del mínimo no imponible, deducciones y tramos de escalas implicará este año otro golpe al bolsillo de los asalariados y, lo que es peor, un aumento del número de aportantes, advierte un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). Sin cambios en el escenario actual, tributarán aquellos solteros con ingreso promedio mensual desde $ 4.625 y casados (con dos hijos) que cobran más de $ 6.398.
Según el Iaraf, esta situación que ya se venía observando, ha adquirido una importancia trascendental en las negociaciones paritarias que se avecina. Particularmente por tres factores:
• Como consecuencia del incremento de mínimos y deducciones en porcentajes inferiores a los aumentos salariales, el número de trabajadores que ha pasado a ser contribuyente del impuesto a las ganancias se viene incrementando ininterrumpidamente desde 2007 cuando menos del 9% de los asalariados quedaba alcanzado por el impuesto, hasta llegar a 2012 en que ese porcentaje trepó al 25%.
• La falta de ajuste de los topes de los tramos de escala que determinan la alícuota progresiva que se debe aplicar a los ingresos alcanzados por el impuesto, se mantiene sin modificarse desde 2001, en consecuencia los trabajadores que quedan incluidos en el impuesto ven cómo año a año un ingreso real similar (representado por ingresos nominales mayores para compensar la inflación) queda sujeto a alícuotas legales superiores, generando un incesante incremento de la presión tributaria efectiva.
• En consecuencia un número creciente de trabajadores ve disminuido su ingreso real ya que debe destinar parte de los incrementos nominales de ingreso obtenidos, que son percibidos meramente como una recomposición del poder de compra de sus salarios, a tributar porcentajes crecientes de impuesto a las ganancias.
Las probabilidades
Según el Iaraf, es fundamental que el Gobierno nacional defina su política respecto a mínimos, deducciones y tramos de escala de cálculo del impuesto a las ganancias con la mayor premura posible, a los efectos de eliminar esta incertidumbre adicional existente en el marco de las paritarias salariales para el año en curso, señala el Iaraf.
El instituto dirigido por el economista Nadin Argañaraz, observa cuatro situaciones probables acerca de cómo será este año la situación del impuesto a las Ganancias:
• Una de las posibilidades es que el Gobierno mantenga inalterable los mínimos, deducciones y tramos de escala. Esto significará un incremento del número de aportantes y de la presión tributaria efectiva. Por ende, un nuevo traslado de parte del aumento obtenido hacia las arcas del Estado, vía impuesto a las Ganancias.
• La segunda alternativa es que el Gobierno ajuste los mínimos y deducciones en un porcentaje similar a la suba salarial (25%), pero con los tramos de escala congelados. Si esto es así, plantea el Iaraf, no aumentarían los contribuyentes y las tasas efectivas sufrirían otro reajuste.
• Además de ajustar mínimos y deducciones, se actualizan en un porcentaje similar los topes de los tramos de la escala progresiva del impuesto, lo que debería mantener la situación verificada en 2012. En este caso no se incorporan contribuyentes ni nuevos aumentos de tasa efectiva, pero se convalidan y perpetúan en el tiempo los verificados en 2012 por la falta de ajustes.
• En esta alternativa se considera un incremento de mínimos, deducciones y tramos de escala suficientes para retrotraer la situación a la existente en 2011, tanto en lo que respecta al número de contribuyentes como a las tasas efectivas. Este ajuste debería estar en torno al 60%.
Según el Iaraf, esta situación que ya se venía observando, ha adquirido una importancia trascendental en las negociaciones paritarias que se avecina. Particularmente por tres factores:
• Como consecuencia del incremento de mínimos y deducciones en porcentajes inferiores a los aumentos salariales, el número de trabajadores que ha pasado a ser contribuyente del impuesto a las ganancias se viene incrementando ininterrumpidamente desde 2007 cuando menos del 9% de los asalariados quedaba alcanzado por el impuesto, hasta llegar a 2012 en que ese porcentaje trepó al 25%.
• La falta de ajuste de los topes de los tramos de escala que determinan la alícuota progresiva que se debe aplicar a los ingresos alcanzados por el impuesto, se mantiene sin modificarse desde 2001, en consecuencia los trabajadores que quedan incluidos en el impuesto ven cómo año a año un ingreso real similar (representado por ingresos nominales mayores para compensar la inflación) queda sujeto a alícuotas legales superiores, generando un incesante incremento de la presión tributaria efectiva.
• En consecuencia un número creciente de trabajadores ve disminuido su ingreso real ya que debe destinar parte de los incrementos nominales de ingreso obtenidos, que son percibidos meramente como una recomposición del poder de compra de sus salarios, a tributar porcentajes crecientes de impuesto a las ganancias.
Las probabilidades
Según el Iaraf, es fundamental que el Gobierno nacional defina su política respecto a mínimos, deducciones y tramos de escala de cálculo del impuesto a las ganancias con la mayor premura posible, a los efectos de eliminar esta incertidumbre adicional existente en el marco de las paritarias salariales para el año en curso, señala el Iaraf.
El instituto dirigido por el economista Nadin Argañaraz, observa cuatro situaciones probables acerca de cómo será este año la situación del impuesto a las Ganancias:
• Una de las posibilidades es que el Gobierno mantenga inalterable los mínimos, deducciones y tramos de escala. Esto significará un incremento del número de aportantes y de la presión tributaria efectiva. Por ende, un nuevo traslado de parte del aumento obtenido hacia las arcas del Estado, vía impuesto a las Ganancias.
• La segunda alternativa es que el Gobierno ajuste los mínimos y deducciones en un porcentaje similar a la suba salarial (25%), pero con los tramos de escala congelados. Si esto es así, plantea el Iaraf, no aumentarían los contribuyentes y las tasas efectivas sufrirían otro reajuste.
• Además de ajustar mínimos y deducciones, se actualizan en un porcentaje similar los topes de los tramos de la escala progresiva del impuesto, lo que debería mantener la situación verificada en 2012. En este caso no se incorporan contribuyentes ni nuevos aumentos de tasa efectiva, pero se convalidan y perpetúan en el tiempo los verificados en 2012 por la falta de ajustes.
• En esta alternativa se considera un incremento de mínimos, deducciones y tramos de escala suficientes para retrotraer la situación a la existente en 2011, tanto en lo que respecta al número de contribuyentes como a las tasas efectivas. Este ajuste debería estar en torno al 60%.
Temas
Impuesto a las Ganancias