10 Enero 2013
PERDIÓ TODO. Díaz quiso defender su casa, pero la devoraron las llamas.
Una hora antes del homicidio de Damián Ricardo Roldán (78), otro ciudadano de Aguilares sufrió el ataque de un grupo de delincuentes que, como no pudieron entrar, le prendieron fuego a su casa.
Ocurrió en la localidad de El Rodeito, donde vive el agricultor Felipe Díaz (65) junto a su esposa. Ayer a la madrugada, el matrimonio se despertó con una seguidilla de disparos en la puerta de entrada. "Hicieron varios tiros y después me rompieron dos ventanas con palos", contó el hombre a LA GACETA.
Todos sus vecinos ya habían sido asaltados en alguna oportunidad -según dijo- por eso decidió hacerles frente. "A esta me la veía venir y yo no los iba a dejar entrar", afirmó.
Dispuesto a defender su casa, Díaz tomó un arma y respondió el ataque desde adentro. De esa manera impidió que los ladrones ingresaran a la vivienda. Sin embargo, no pudo evitar que los individuos hicieran de las suyas.
"Antes de irse, le prendieron fuego a mi casa. La pérdida fue total", aseguró el hombre. Y relató que él y su esposa consiguieron salir a tiempo, antes de que los alcanzaran las llamas.
Ayer, Díaz y su esposa se mudaron a la casa de un pariente, después de haber perdido todas sus pertenencias. El hermano del hombre, en tanto, intentaba identificar a los intrusos. Por la tarde se acercó a la casa de Roldán para hablar con la viuda y con la Policía. Está convencido de que se trata de los mismos delincuentes que, una hora después, asesinaron al jubilado.
Ocurrió en la localidad de El Rodeito, donde vive el agricultor Felipe Díaz (65) junto a su esposa. Ayer a la madrugada, el matrimonio se despertó con una seguidilla de disparos en la puerta de entrada. "Hicieron varios tiros y después me rompieron dos ventanas con palos", contó el hombre a LA GACETA.
Todos sus vecinos ya habían sido asaltados en alguna oportunidad -según dijo- por eso decidió hacerles frente. "A esta me la veía venir y yo no los iba a dejar entrar", afirmó.
Dispuesto a defender su casa, Díaz tomó un arma y respondió el ataque desde adentro. De esa manera impidió que los ladrones ingresaran a la vivienda. Sin embargo, no pudo evitar que los individuos hicieran de las suyas.
"Antes de irse, le prendieron fuego a mi casa. La pérdida fue total", aseguró el hombre. Y relató que él y su esposa consiguieron salir a tiempo, antes de que los alcanzaran las llamas.
Ayer, Díaz y su esposa se mudaron a la casa de un pariente, después de haber perdido todas sus pertenencias. El hermano del hombre, en tanto, intentaba identificar a los intrusos. Por la tarde se acercó a la casa de Roldán para hablar con la viuda y con la Policía. Está convencido de que se trata de los mismos delincuentes que, una hora después, asesinaron al jubilado.