15 Enero 2013
WASHINGTON.- El presidente Barack Obama llamó ayer al Congreso estadounidense a acceder a un aumento del techo de la deuda subrayando que no se trata de gastar más, sino de pagar facturas ya aprobadas, y advirtió de que no hacerlo sería "irresponsable" porque pondría en juego la economía y credibilidad del país. "No pagar las facturas es irresponsable, es absurdo", afirmó Obama en rueda de prensa en la Casa Blanca, la última de su primer mandato y antes de que asuma un segundo gobierno el próximo domingo.
El mandatario advirtió de las "desastrosas" consecuencias para la economía del país en caso de que el Congreso, donde los republicanos amenazan con bloquear propuestas en este sentido.
"Sería una herida autoinflingida en la economía, nos ralentizará el crecimiento y podría llevarnos a otra recesión", enumeró Obama.
Alertando de que la "credibilidad" internacional de que goza Estados Unidos "no es una moneda de cambio", el mandatario urgió al Congreso a que "se decida rápido, porque el tiempo se está acabando". "Estados Unidos no se puede permitir otro debate con este Congreso sobre si el Congreso debería pagar las facturas que ya se han acumulado", insistió.
Tras lograr un acuerdo de mínimos a comienzos de mes para evitar el temido "abismo fiscal", gobierno y Congreso tienen que abrir ahora una nueva ronda de negociaciones para resolver asuntos que no fueron tocados en el pacto de última hora. Específicamente, tienen que tratar el tema de elevar el techo de la deuda antes de que acabe febrero y compaginar esto con recortes en el gasto público.
Los republicanos han amenazado con ligar cualquier aumento del techo de la deuda a demandas de profundos recortes del gasto público, después de que se vieran obligados a ceder en materia de aumentos impositivos en las negociaciones sobre el "abismo fiscal".
Obama aseguró ayer estar dispuesto a hacer algunas concesiones en materia de gasto pero exigió que la contraparte también abra la mano negociadora.(DPA)
El mandatario advirtió de las "desastrosas" consecuencias para la economía del país en caso de que el Congreso, donde los republicanos amenazan con bloquear propuestas en este sentido.
"Sería una herida autoinflingida en la economía, nos ralentizará el crecimiento y podría llevarnos a otra recesión", enumeró Obama.
Alertando de que la "credibilidad" internacional de que goza Estados Unidos "no es una moneda de cambio", el mandatario urgió al Congreso a que "se decida rápido, porque el tiempo se está acabando". "Estados Unidos no se puede permitir otro debate con este Congreso sobre si el Congreso debería pagar las facturas que ya se han acumulado", insistió.
Tras lograr un acuerdo de mínimos a comienzos de mes para evitar el temido "abismo fiscal", gobierno y Congreso tienen que abrir ahora una nueva ronda de negociaciones para resolver asuntos que no fueron tocados en el pacto de última hora. Específicamente, tienen que tratar el tema de elevar el techo de la deuda antes de que acabe febrero y compaginar esto con recortes en el gasto público.
Los republicanos han amenazado con ligar cualquier aumento del techo de la deuda a demandas de profundos recortes del gasto público, después de que se vieran obligados a ceder en materia de aumentos impositivos en las negociaciones sobre el "abismo fiscal".
Obama aseguró ayer estar dispuesto a hacer algunas concesiones en materia de gasto pero exigió que la contraparte también abra la mano negociadora.(DPA)
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