23 Enero 2013
CALMAR LAS AGUAS. Rajoy pretende que el escándalo Bárcenas no afecte su gestión al frente del Gobierno. REUTERS
MADRID.- Mientras que la Policía y la Justicia españolas siguen investigando las ramificaciones económicas en la Argentina (principalmente en Salta) del patrimonio de Luis Bárcenas, el presidente del Gobierno ibérico, Mariano Rajoy, visitará en una semana el Congreso para responder a las preguntas de la oposición sobre el escándalo de pago de sobresueldos ilegales a dirigentes del gobernante Partido Popular (PP).
De este modo, el oficialismo (tiene la mayoría parlamentaria) cedió ante los reclamos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y de Izquierda Unida, que habían reclamado la realización de una sesión. No obstante, el PP rechazó que el tema sea el único a debatir en un encuentro extraordinario, sino que será uno más de un listado general. En principio, Rajoy debía volver al recinto el 6 de febrero, pero la presión social y política para que se aclaren y transparenten las cuentas fue determinante.
Hoy, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, comparecerá en el Congreso para dar sus explicaciones sobre el caso Bárcenas y explicará el resultado de la amnistía fiscal de la cual se benefició el ex tesorero del PP para blanquear 10 millones de euros (unos U$S 13 millones) a través de la sociedad panameña Fundación Sineaquanon, publicó el diario El País.
El titular del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, reclamó al Gobierno y al PP que expliquen el accionar del ex dirigente popular, al que ayer calificó de "delincuente" en El País. "Este no es el momento para un pacto anticorrupción. En el PSOE no hay un euro en negro, no hay una cuenta B, no hay una comisión (ilegal). Hace muchos años que aprendimos la lección y no la olvidamos", aseveró.
Bárcenas está vinculado con causas judiciales sobre presuntos hechos de corrupción política y fraude fiscal desde hace cinco años (ver "Año por año"), cuando se conoció el caso Gürtel, una trama de financiamiento ilegal al PP de Valencia y beneficios irregulares a sus dirigentes, por parte del empresario Francisco Correa.
Sospechas bancarias
Bárcenas era titular de sociedades en Suiza con cuentas de hasta 22 millones de euros (U$S 29 millones) en el Dresdner Bank, donde se supervisó y documentó minuciosamente sus inversiones y sus contactos políticos, según el diario ABC, que reproduce un documento interno de la entidad en el cual se menciona que "está invirtiendo en bienes inmuebles y comercio de arte", y calculaba ganar el 200% en la compraventa de casas de lujo en España.
Las sospechas sobre el manejo del dinero se remontan a 2005, publicó ayer el matutino español. En 2009, junto con el caso Gürtel, transfirió más de U$S 5 millones a las sedes de los bancos HSBC y UBS en Nueva York y Connecticut, EEUU. El encargado de concretar la operación fue su íntimo amigo y antecesor en la tesorería del PP, Ángel Sanchís, dueño de la gigantesca finca citrícola de 30.000 hectáreas La Moraleja, en Salta, emprendimiento bajo la lupa ante la posibilidad de que Bárcenas tenga acciones. Para sacar el dinero, según ABC se usó la firma Brixco, la misma que utiliza Sanchís en algunas de sus exportaciones agrícolas a Europa.
De este modo, el oficialismo (tiene la mayoría parlamentaria) cedió ante los reclamos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y de Izquierda Unida, que habían reclamado la realización de una sesión. No obstante, el PP rechazó que el tema sea el único a debatir en un encuentro extraordinario, sino que será uno más de un listado general. En principio, Rajoy debía volver al recinto el 6 de febrero, pero la presión social y política para que se aclaren y transparenten las cuentas fue determinante.
Hoy, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, comparecerá en el Congreso para dar sus explicaciones sobre el caso Bárcenas y explicará el resultado de la amnistía fiscal de la cual se benefició el ex tesorero del PP para blanquear 10 millones de euros (unos U$S 13 millones) a través de la sociedad panameña Fundación Sineaquanon, publicó el diario El País.
El titular del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, reclamó al Gobierno y al PP que expliquen el accionar del ex dirigente popular, al que ayer calificó de "delincuente" en El País. "Este no es el momento para un pacto anticorrupción. En el PSOE no hay un euro en negro, no hay una cuenta B, no hay una comisión (ilegal). Hace muchos años que aprendimos la lección y no la olvidamos", aseveró.
Bárcenas está vinculado con causas judiciales sobre presuntos hechos de corrupción política y fraude fiscal desde hace cinco años (ver "Año por año"), cuando se conoció el caso Gürtel, una trama de financiamiento ilegal al PP de Valencia y beneficios irregulares a sus dirigentes, por parte del empresario Francisco Correa.
Sospechas bancarias
Bárcenas era titular de sociedades en Suiza con cuentas de hasta 22 millones de euros (U$S 29 millones) en el Dresdner Bank, donde se supervisó y documentó minuciosamente sus inversiones y sus contactos políticos, según el diario ABC, que reproduce un documento interno de la entidad en el cual se menciona que "está invirtiendo en bienes inmuebles y comercio de arte", y calculaba ganar el 200% en la compraventa de casas de lujo en España.
Las sospechas sobre el manejo del dinero se remontan a 2005, publicó ayer el matutino español. En 2009, junto con el caso Gürtel, transfirió más de U$S 5 millones a las sedes de los bancos HSBC y UBS en Nueva York y Connecticut, EEUU. El encargado de concretar la operación fue su íntimo amigo y antecesor en la tesorería del PP, Ángel Sanchís, dueño de la gigantesca finca citrícola de 30.000 hectáreas La Moraleja, en Salta, emprendimiento bajo la lupa ante la posibilidad de que Bárcenas tenga acciones. Para sacar el dinero, según ABC se usó la firma Brixco, la misma que utiliza Sanchís en algunas de sus exportaciones agrícolas a Europa.
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