La "mini" Cristina podría ser un riesgo político si se vendiera en el mercado

Dos especialistas en Ciencias Políticas remarcaron que la muñeca de la presidenta es una cuestión de negocios. Descartaron que se tratara de una estrategia política, ya que en Argentina eso podría perjudicar la imagen de un funcionario. En los Estados Unidos, en cambio, existe una larga tradición de merchandising en la que se invierte mucho dinero.

 La mini cristina 
Una réplica que le dieron en Indonesia La "mini" cristina Una réplica que le dieron en Indonesia
25 Enero 2013
Puede que no llegue a ser masiva como una Barbie, pero sin duda sería un lindo regalo para quedar bien con un amigo de La Cámpora. La réplica miniatura de Cristina que le ofrendaron los miembros de la Cámara Argentina del Juguete es, según algunos politólogos, una estrategia marketinera para quedar bien con la Presidenta, pero que esconde la intención de convertir esa muñeca en un objeto de culto.

"No le veo una intención política. Cualquiera que quiera hacer algo así con la imagen de un político en Argentina se le puede venir en contra. Lo deja muy vulnerable porque se los puede usar para ponerlos en la TV, hacer chistes, hacerlos hablar", opinó Fabián Silva Molina, especialista en Ciencias Políticas e investigador de la UNT.

Si estuviéramos en Estados Unidos, seguramente Cristina Fernández ya tendría su muñeca desde la campaña electoral. En ese país existe una tradición en la que el merchandising político está bien visto y es aceptado. "Aquí eso sería malgastar la plata. Si Cristina fuera mi clienta le hubiese pedido que de inmediato bajara eso", dijo Molina.

El bolsón
El especialista sostuvo que el bolsón, en este país, es un gasto que no se ve, por lo tanto pareciera más justificado por la opinión pública. No niega que algo de hipocresía hay por detrás.

"Además, los medios tienen una forma diferente de manejar la política. Acá está muy desprestigiada con la intención de avanzar sobre el poder. No tenemos ese respeto que tienen en otros lugares", agregó.

Apenas recibió la muñeca y se sacó la foto que recorrió Twitter, la presidenta dio la orden de que no se vendieran más réplicas. "Cuando vi la muñeca pensé que había un interés de alguien por quedar bien. Es aceptable que la Cámara de jugueteros lo haya hecho para agradecer la política de importaciones, pero ¿te imaginás a los militantes de la Cámpora queriendo la muñeca de Cristina?", reflexionó.

Aunque no salga al mercado masivo, Molina no descarta que en breve comiencen a venderse las "mini" Cristinas por Internet a precios altos e injustificados.

Antes de esta gran muñeca de plástico, la presidenta tuvo su versión de trapo. Era una serie de figuras realizada por artesanos que incluía a otros mandatarios como Hugo Chávez, del uruguayo José Pepe Mujica, el boliviano Evo Morales, Dilma Rousseff, Fidel Castro o el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Pero Cristina aprovechó una conferencia de prensa para promocionar estos muñequitos realizados por Laly Baliner, una artesana que integra "Lesmadres", un grupo de acción política integrado por familias de madres lesbianas.

El producto político
En Argentina no hubo otro presidente con un muñeco propio. Lo más cercano a un objeto personalizado fueron los billetes de Carlos Menem, los "menemtruchos" (como se los bautizó en la jerga popular).

En 1991, Armando Gostanián, director de la Casa de la Moneda y amigo del ex presidente, hizo imprimir en auténtico papel moneda y con marca de agua original, billetes con la cara de Menem para repartir entre amigos.

También una serie de monedas 66/99 que fue distribuida luego de una conferencia de prensa en 1996 por motivo del cumpleaños número 66 del entonces presidente. En la cara podía leerse "feliz cumpleaños" y la fecha de nacimiento de Menem: 2/7/1930.

Hoy los "menemtruchos" se pueden conseguir por Mercadolibre.com.ar a $50 o más. Gostanián fue procesado por otros delitos de fraude durante el gobierno menemista: enriquecimiento ilícito y sobreprecios en la compra de papel moneda.

Los "menemtruchos"
Carlitos no tuvo un muñeco, pero si un billete

Todavía se lo puede comprar por Internet a unos $50 o más. Es un resabio de la década menemista.

La "mini" cristina
Una réplica que le dieron en Indonesia

No estará a la venta por pedido expreso de la presidenta. Su packaging consiste en una caja rosa, con la Bandera Argentina y, abajo, una fotografía de la jefa de Estado. El atuendo es de estricto negro de luto y le cruza la banda presidencial.

¡Qué divina!
"Cristinita", la muñeca de trapo

Se la entregaron en julio del año pasado y ella la presentó durante una conferencia de prensa. Había varias réplicas de otros mandatarios latinoamericanos. Su autora es una artesana que milita en una organización civil. Se vende en un museo de la Casa Rosada.

Obama
Salió en 2009

Por un poco menos de U$S 15 se lo vendía en Amazon.

George Bush
Tropa de elite

Fue fabricado en 2003 por BlueBox Toys.

Bill Clinton
Con frases

El muñeco repetía 17 frases del presidente.

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