01 Febrero 2013
SIEMBRA TARDÍA. Todavía se está sembrando soja en el norte argentino.
La siembra logró cubrir el 99,4 % de las 19,7 millones hectáreas de soja proyectadas para la presente campaña. La escasa superficie aún remanente de siembra se concentra sobre las regiones NOA y NEA, en donde la falta de humedad en muchos lotes demora la incorporación de estas últimas hectáreas, informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
En el NOA, los lotes sembrados a principios de diciembre se encuentran floreciendo bajo ajustadas condiciones hídricas; mientras que las siembras posteriores aún se mantienen diferenciando nudos. Igualmente los productores esperan nuevas lluvias para terminar la siembra de soja.
Hacia el este del NEA, los cuadros más avanzados en crecimiento y desarrollo se encuentran floreciendo y el cultivo comienza a reflejar síntomas de déficit hídrico en zonas que no lograron acumular suficiente humedad durante las últimas semanas. A su vez, los lotes implantados durante enero aún transitan etapas vegetativas y se encuentran a la espera de lluvias que permitan reactivar su normal evolución.
Sobre la franja central de la principal región agrícola, comprendida por el centro Norte y Sur de Córdoba, Norte de Santa Fe, Norte y Sur y Centro Este de Entre Ríos, una proporción de cuadros de primera transitan etapas críticas de diferenciación o fijación de vainas (R3-4) bajo una condición hídrica entre adecuada y regular. No obstante, en varias de las zonas se ha relevado áreas aisladas que presentan condiciones hídricas aún más deficitarias y, en consecuencia, hay cuadros de primera que registran mermas importantes sobre el potencial de rinde.
El estrés hídrico durante las etapas de formación o fijación de vainas promueve el aborto de estos frutos y, por ende, pérdidas irreversibles sobre el rendimiento a cosecha del cultivo. Por tal motivo, es necesario que se produzcan en el corto plazo lluvias que interrumpan este gradual proceso de deterioro, antes de que las pérdidas productivas comiencen a cobrar mayor impulso y puedan afectar de forma significativa e irreversible los rendimientos regionales. Los cuadros de segunda aún transitan etapas vegetativas y sólo un mínimo porcentaje de lotes se encuentra iniciando floración (R1) sin cubrir el entresurco.
Hacia el sur de la región agrícola, cuadros de primera implantados en fechas tempranas también transitan etapas reproductivas críticas en la formación del rendimiento (R3-4), bajo una oferta hídrica que varía de adecuada a regular. Las siembras de segunda todavía se encuentran en su gran mayoría diferenciando nudos y hojas.
En el NOA, los lotes sembrados a principios de diciembre se encuentran floreciendo bajo ajustadas condiciones hídricas; mientras que las siembras posteriores aún se mantienen diferenciando nudos. Igualmente los productores esperan nuevas lluvias para terminar la siembra de soja.
Hacia el este del NEA, los cuadros más avanzados en crecimiento y desarrollo se encuentran floreciendo y el cultivo comienza a reflejar síntomas de déficit hídrico en zonas que no lograron acumular suficiente humedad durante las últimas semanas. A su vez, los lotes implantados durante enero aún transitan etapas vegetativas y se encuentran a la espera de lluvias que permitan reactivar su normal evolución.
Sobre la franja central de la principal región agrícola, comprendida por el centro Norte y Sur de Córdoba, Norte de Santa Fe, Norte y Sur y Centro Este de Entre Ríos, una proporción de cuadros de primera transitan etapas críticas de diferenciación o fijación de vainas (R3-4) bajo una condición hídrica entre adecuada y regular. No obstante, en varias de las zonas se ha relevado áreas aisladas que presentan condiciones hídricas aún más deficitarias y, en consecuencia, hay cuadros de primera que registran mermas importantes sobre el potencial de rinde.
El estrés hídrico durante las etapas de formación o fijación de vainas promueve el aborto de estos frutos y, por ende, pérdidas irreversibles sobre el rendimiento a cosecha del cultivo. Por tal motivo, es necesario que se produzcan en el corto plazo lluvias que interrumpan este gradual proceso de deterioro, antes de que las pérdidas productivas comiencen a cobrar mayor impulso y puedan afectar de forma significativa e irreversible los rendimientos regionales. Los cuadros de segunda aún transitan etapas vegetativas y sólo un mínimo porcentaje de lotes se encuentra iniciando floración (R1) sin cubrir el entresurco.
Hacia el sur de la región agrícola, cuadros de primera implantados en fechas tempranas también transitan etapas reproductivas críticas en la formación del rendimiento (R3-4), bajo una oferta hídrica que varía de adecuada a regular. Las siembras de segunda todavía se encuentran en su gran mayoría diferenciando nudos y hojas.