03 Febrero 2013
Rajoy negó haber percibido pagos en negro y aseguró que no va a renunciar
El Presidente del Gobierno reunió a la cúpula del oficialismo por las denuncias de que se pagaban sobresueldos. "Todo es falso", afirmó en un mensaje para la prensa. Aseveró que ganaba más dinero antes de ingresar a la política. Investigación.
POR CIRCUITO CERRADO. La prensa no pudo hacerle preguntas a Rajoy, quien leyó un discurso de 15 minutos que fue seguido en otra habitación. REUTERS
MADRID.- "Sólo necesito dos palabras: es falso. Todo lo que se ha dicho y todo lo que se puede insinuar es falso. Lo digo con toda serenidad", afirmó ayer el presidente del Gobierno español y titular del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, tras una reunión con la cúpula del oficialismo.
De este modo salió al cruce de las acusaciones aparecidas en el diario El País de haber recibido durante 11 años pagos irregulares a través de una contabilidad secreta que administraron los ex tesoreros del PP, Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas, quien es investigado por corrupción y fraude impositivo. Como los sobresueldos en negro (del orden de U$S 34.000 por año) no estarían denunciados al fisco, Rajoy prometió que publicará sus declaraciones patrimoniales en la página web del Gobierno.
En los manuscritos publicados en el matutino madrileño se registraron tanto los pagos a los dirigentes (en España es legal y habitual que la cúpula de un partido reciba una remuneración mensual) como el origen de las donaciones, sobre todo de empresas de la construcción beneficiadas con obras públicas en regiones conducidas por el PP durante la gestión de José María Aznar.
"Nunca he recibido ni repartido dinero negro en este partido ni en ninguna parte. Si alguien piensa que a este partido se le puede amedrentar con técnicas de agitación, se equivoca. Este Gobierno tiene un rumbo marcado para su tarea, y yo les aseguro que no se va a torcer. Lo digo porque estamos en el buen camino", señaló Rajoy, quien no admitió preguntas de los periodistas que debieron seguir su discurso desde otra habitación.
En crisis
El mandatario está envuelto en un escándalo que ha minado su credibilidad (ver "Disconformidad..." y "Manifestaciones..."), en momentos en que España intenta, con severas medidas de ajuste, por salir de una profunda crisis económica y de una desocupación del 26% (son unas seis millones de personas sin trabajo).
El Presidente rechazó de cuajo que vaya a renunciar, como le exigen numerosos ciudadanos y políticos de la oposición: "si alguien piensa que, mediante el acoso, yo me voy a encoger o que puedo abandonar la tarea que los españoles me han encomendado, tengo que decirle que se equivoca". "Estos ataques no sólo pretenden desacreditar a nuestro partido y al Gobierno, sino crear una situación de zozobra e inestabilidad en un momento particularmente delicado desde el punto de vista económico y social", denunció.
Además, anunció una política de "transparencia total de todo lo que personalmente me afecta y de lo que afecta al partido y sus dirigentes". "Yo sé ganarme la vida: yo he trabajado fuera de la política, y ganaba más con mi profesión (NdlR: es abogado y tuvo un Registro de la Propiedad) que como político. No he venido a la política a ganar dinero ni a engañar a Hacienda", agregó.
El referente del PP instó a que se le respete el principio de inocencia hasta que se demuestre su culpabilidad. "La sombra de la sombra de un indicio manipulado no puede servir para que cualquier español pierda la presunción de inocencia. Caso contrario, acabaremos viviendo en un país inhabitable", agregó.
La Fiscalía Anticorrupción ya está investigando los supuestos pagos irregulares a dirigentes del PP, y evaluarán los documentos reproducidos por El País. Si los fiscales encuentran indicios de delito, remitirán el caso a la Audiencia Nacional que podrá abrir una investigación judicial, el primer paso hacia el juicio penal.
Este eventual proceso es independiente del que se le sigue a Bárcenas, imputado en el caso Gürtel, una trama de corrupción por el pago de comisiones al PP de Madrid y de Valencia a cambio de contratos públicos. (Télam-DPA-Reuters)
De este modo salió al cruce de las acusaciones aparecidas en el diario El País de haber recibido durante 11 años pagos irregulares a través de una contabilidad secreta que administraron los ex tesoreros del PP, Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas, quien es investigado por corrupción y fraude impositivo. Como los sobresueldos en negro (del orden de U$S 34.000 por año) no estarían denunciados al fisco, Rajoy prometió que publicará sus declaraciones patrimoniales en la página web del Gobierno.
En los manuscritos publicados en el matutino madrileño se registraron tanto los pagos a los dirigentes (en España es legal y habitual que la cúpula de un partido reciba una remuneración mensual) como el origen de las donaciones, sobre todo de empresas de la construcción beneficiadas con obras públicas en regiones conducidas por el PP durante la gestión de José María Aznar.
"Nunca he recibido ni repartido dinero negro en este partido ni en ninguna parte. Si alguien piensa que a este partido se le puede amedrentar con técnicas de agitación, se equivoca. Este Gobierno tiene un rumbo marcado para su tarea, y yo les aseguro que no se va a torcer. Lo digo porque estamos en el buen camino", señaló Rajoy, quien no admitió preguntas de los periodistas que debieron seguir su discurso desde otra habitación.
En crisis
El mandatario está envuelto en un escándalo que ha minado su credibilidad (ver "Disconformidad..." y "Manifestaciones..."), en momentos en que España intenta, con severas medidas de ajuste, por salir de una profunda crisis económica y de una desocupación del 26% (son unas seis millones de personas sin trabajo).
El Presidente rechazó de cuajo que vaya a renunciar, como le exigen numerosos ciudadanos y políticos de la oposición: "si alguien piensa que, mediante el acoso, yo me voy a encoger o que puedo abandonar la tarea que los españoles me han encomendado, tengo que decirle que se equivoca". "Estos ataques no sólo pretenden desacreditar a nuestro partido y al Gobierno, sino crear una situación de zozobra e inestabilidad en un momento particularmente delicado desde el punto de vista económico y social", denunció.
Además, anunció una política de "transparencia total de todo lo que personalmente me afecta y de lo que afecta al partido y sus dirigentes". "Yo sé ganarme la vida: yo he trabajado fuera de la política, y ganaba más con mi profesión (NdlR: es abogado y tuvo un Registro de la Propiedad) que como político. No he venido a la política a ganar dinero ni a engañar a Hacienda", agregó.
El referente del PP instó a que se le respete el principio de inocencia hasta que se demuestre su culpabilidad. "La sombra de la sombra de un indicio manipulado no puede servir para que cualquier español pierda la presunción de inocencia. Caso contrario, acabaremos viviendo en un país inhabitable", agregó.
La Fiscalía Anticorrupción ya está investigando los supuestos pagos irregulares a dirigentes del PP, y evaluarán los documentos reproducidos por El País. Si los fiscales encuentran indicios de delito, remitirán el caso a la Audiencia Nacional que podrá abrir una investigación judicial, el primer paso hacia el juicio penal.
Este eventual proceso es independiente del que se le sigue a Bárcenas, imputado en el caso Gürtel, una trama de corrupción por el pago de comisiones al PP de Madrid y de Valencia a cambio de contratos públicos. (Télam-DPA-Reuters)