08 Febrero 2013
AUSENCIA. "Pulguita" no estuvo en Misiones por una lesión y Atlético lo lamentó.
En agosto de 2012, Atlético viajó a Posadas para jugar su primer partido de la temporada. Crucero lo esperaba para estrenarse en la categoría. Ayer fue el conjunto misionero el que recorrió los 1.200 kilómetros hacia Tucumán y mañana, se topará con otro equipo. Muy diferente al de aquella vez.
El "decano" del debut se había reforzado sobre el cierre del libro de pases y pese a que Ricardo Rodríguez había llegado a Tucumán mucho antes, todavía no había logrado transmitir su mensaje. "Ahora sabemos qué es lo que quiere", dice Matías Ballini, que pese a los vaivenes que sufrió el equipo de esa parte hasta aquí, se mantuvo como uno de los volantes centrales. "RR" incluso planteó ese día un esquema diferente al que había pregonado en su arribo. Todo sobre jugadores que en su mayoría eran nuevos y conocían poco de sí mismos. "El cambio más notorio es que en ese momento éramos un equipo nuevo. Teníamos la idea de cómo jugar, pero no nos conocíamos bien para ejecutarla", agrega Diego Barrado.
"Cambiamos muchísimo. Encontramos lo que el técnico quiere: jugar por abajo y atacar todo el tiempo", dice Líder Mármol, quien esa tarde formó parte de una extraña línea de tres que encajó una derrota y quedaría guardada para siempre. Rodríguez volvió inmediatamente a su 4-3-1-2 y pese a que le duraría poco (luego de la goleada 0-4 ante Sarmiento alistaría un 4-4-2), el DT sabía que había hallado algo más importante que números: una idea de juego.
"Sabemos a qué jugamos", dice ahora "RR" que tras esos tropezones inició la racha que hasta hoy ostenta: 10 partidos invicto. No; definitivamente, Crucero no se encontrará con el mismo equipo.
El "decano" del debut se había reforzado sobre el cierre del libro de pases y pese a que Ricardo Rodríguez había llegado a Tucumán mucho antes, todavía no había logrado transmitir su mensaje. "Ahora sabemos qué es lo que quiere", dice Matías Ballini, que pese a los vaivenes que sufrió el equipo de esa parte hasta aquí, se mantuvo como uno de los volantes centrales. "RR" incluso planteó ese día un esquema diferente al que había pregonado en su arribo. Todo sobre jugadores que en su mayoría eran nuevos y conocían poco de sí mismos. "El cambio más notorio es que en ese momento éramos un equipo nuevo. Teníamos la idea de cómo jugar, pero no nos conocíamos bien para ejecutarla", agrega Diego Barrado.
"Cambiamos muchísimo. Encontramos lo que el técnico quiere: jugar por abajo y atacar todo el tiempo", dice Líder Mármol, quien esa tarde formó parte de una extraña línea de tres que encajó una derrota y quedaría guardada para siempre. Rodríguez volvió inmediatamente a su 4-3-1-2 y pese a que le duraría poco (luego de la goleada 0-4 ante Sarmiento alistaría un 4-4-2), el DT sabía que había hallado algo más importante que números: una idea de juego.
"Sabemos a qué jugamos", dice ahora "RR" que tras esos tropezones inició la racha que hasta hoy ostenta: 10 partidos invicto. No; definitivamente, Crucero no se encontrará con el mismo equipo.
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