10 Febrero 2013
FELIZ EN TAFÍ DEL VALLE. La modelo publicará en mayo un libro con sus mejores producciones fotográficas. Además, recibió propuestas para conducir un ciclo de TV. FOTOS DE DIEGO ARAOZ (ESPECIAL PARA LA GACETA)
No es una modelo tradicional. Su novio trabaja en la Biblioteca del Congreso de la Nación y hace 12 años que convive con él. Escucha Linkin Park, es fan de "El Quinto Elemento" (la peli sci-fi que dirigió Luc Besson y que protagonizó Bruce Willis) y, durante sus ratos libres -si es que los tiene- dibuja figuras humanas y duendes. Ella gestiona sus trabajos y postea en las redes sociales. Ingrid Grudke es una "mina buena onda" y modelo de alta gama. Pero no cuestiona la fama, sino la manera en la que una persona decide vivir.
La misionera llegó ayer para desfilar en Tafí del Valle, al mando del diseñador Laurencio Adot. Almorzó chivito y pollo a la parrilla en el quincho de un veraneante. Mientras dialogaba con LA GACETA se perdió el postre tafinisto, pero en vez de reprochárselo al periodista se "colgó" hablando de lo bien que le sienta ser famosa y de tener muchos amigos. Encantada, porque el valle siempre la sorprende.
- Una de tus metas para 2012 era casarte. Aún no lo hiciste. ¿Por qué?
Algún día me casaré. Siempre surge un proyecto nuevo, pero estoy en pareja hace 16 años: eso es más que un matrimonio. Luis (el elegido) es bibliotecario. Vivió toda mi exposición mediática en 2003 y él se acostumbró a ese cambio. No se mete porque su papel es ser mi pareja. Siempre estamos bien y me ayudó a manejar esto de ser tan popular.
- ¿Esperabas semejante popularidad?
- No. Venía de hacer mucha moda y de estar en pasarelas del mundo, y de golpe empecé con las revistas teatrales. A veces voy al supermercado y siempre me reconoce alguien.
- ¿Qué es lo mejor de ser famosa?
Disfruto el cariño de la gente, realmente lo digo. Ese afecto directo que recibo me demuestra que hago feliz a algunas personas. Saberlo me pone contenta. Lo que yo hago es el verdadero trabajo de una modelo, vender un producto o diseño. Una modelo no necesita ser escandalosa para crecer, aunque ayuda. Esa es mi forma de ser. El mundo de la moda no es polémico, lo son determinadas personas.
- ¿Cómo transcurre un día típico en la vida de Ingrid?
- Por lo general mis días no son normales. Nunca tengo una rutina. Hoy estoy en Tafí, mañana en Mar del Plata. Mi vida no es común. Los fines de semana siempre estoy en un avión. Es más, creo que soy socia de Aerolíneas (risas). El aeropuerto es mi segundo hogar. "Otra vez por acá, Ingrid?", me preguntan los empleados aeroportuarios (risas).
- ¿Qué cosas extrañas de la vida no mediática?
- Primero me tuve que mudar. Extraño mi tierra, Misiones. Donde nacés te cultivás y formás. Me da melancolía estar lejos, pero voy muy seguido. Hace 17 años que vivo en Buenos Aires.
- ¿Te hubiese gustado seguir otra vocación?
- Si, algo vinculado a la acción social o a relaciones públicas. Estudié Diseño Gráfico hasta segundo año. En Oberá (Misiones) ya era popular. Cuando sabés aceptar las diferencias de opinión o de vida, la amistad dura para siempre. En mi mundo está la gente que quiere disfrutar la vida de corazón. Yo disfruto de la vida, ¿qué más puedo pedir? Nunca soñé con ser ni la mitad de lo que soy hoy en día. A veces la gente se olvida de vivir. La vida es hoy. Ayer ya pasó y mañana no sabés qué va a pasar.
- ¿Cómo lográs que funcione tu relación?
- El secreto es aceptar al otro tal cual es. Cuando te enamorás no hay que cambiar a la persona a tu comodidad. Eso sería fácil. Me enamoré, no pienso por qué. La gente piensa mucho y siente poco.
La misionera llegó ayer para desfilar en Tafí del Valle, al mando del diseñador Laurencio Adot. Almorzó chivito y pollo a la parrilla en el quincho de un veraneante. Mientras dialogaba con LA GACETA se perdió el postre tafinisto, pero en vez de reprochárselo al periodista se "colgó" hablando de lo bien que le sienta ser famosa y de tener muchos amigos. Encantada, porque el valle siempre la sorprende.
- Una de tus metas para 2012 era casarte. Aún no lo hiciste. ¿Por qué?
Algún día me casaré. Siempre surge un proyecto nuevo, pero estoy en pareja hace 16 años: eso es más que un matrimonio. Luis (el elegido) es bibliotecario. Vivió toda mi exposición mediática en 2003 y él se acostumbró a ese cambio. No se mete porque su papel es ser mi pareja. Siempre estamos bien y me ayudó a manejar esto de ser tan popular.
- ¿Esperabas semejante popularidad?
- No. Venía de hacer mucha moda y de estar en pasarelas del mundo, y de golpe empecé con las revistas teatrales. A veces voy al supermercado y siempre me reconoce alguien.
- ¿Qué es lo mejor de ser famosa?
Disfruto el cariño de la gente, realmente lo digo. Ese afecto directo que recibo me demuestra que hago feliz a algunas personas. Saberlo me pone contenta. Lo que yo hago es el verdadero trabajo de una modelo, vender un producto o diseño. Una modelo no necesita ser escandalosa para crecer, aunque ayuda. Esa es mi forma de ser. El mundo de la moda no es polémico, lo son determinadas personas.
- ¿Cómo transcurre un día típico en la vida de Ingrid?
- Por lo general mis días no son normales. Nunca tengo una rutina. Hoy estoy en Tafí, mañana en Mar del Plata. Mi vida no es común. Los fines de semana siempre estoy en un avión. Es más, creo que soy socia de Aerolíneas (risas). El aeropuerto es mi segundo hogar. "Otra vez por acá, Ingrid?", me preguntan los empleados aeroportuarios (risas).
- ¿Qué cosas extrañas de la vida no mediática?
- Primero me tuve que mudar. Extraño mi tierra, Misiones. Donde nacés te cultivás y formás. Me da melancolía estar lejos, pero voy muy seguido. Hace 17 años que vivo en Buenos Aires.
- ¿Te hubiese gustado seguir otra vocación?
- Si, algo vinculado a la acción social o a relaciones públicas. Estudié Diseño Gráfico hasta segundo año. En Oberá (Misiones) ya era popular. Cuando sabés aceptar las diferencias de opinión o de vida, la amistad dura para siempre. En mi mundo está la gente que quiere disfrutar la vida de corazón. Yo disfruto de la vida, ¿qué más puedo pedir? Nunca soñé con ser ni la mitad de lo que soy hoy en día. A veces la gente se olvida de vivir. La vida es hoy. Ayer ya pasó y mañana no sabés qué va a pasar.
- ¿Cómo lográs que funcione tu relación?
- El secreto es aceptar al otro tal cual es. Cuando te enamorás no hay que cambiar a la persona a tu comodidad. Eso sería fácil. Me enamoré, no pienso por qué. La gente piensa mucho y siente poco.