"Esta gente es irrecuperable y me pregunto por qué está en libertad"

Apenas se enteró del asalto al canillita, Rodolfo Álvarez volvió a experimentar esa sensación de impotencia que cada tanto lo aqueja. Una vez más, el principal sospechoso de haber asesinado a su hijo (Emanuel Álvarez, de 17 años) hacía de las suyas.

El domingo a la tarde, en cuanto se corrió la noticia, los vecinos de Álvarez se acercaron a contarle que José HumbertoCabrera, alias "El Rengo", estaba nuevamente detenido, acusado de cometer un asalto. En esta oportunidad, la víctima era un canillita de 57 años, llamado Eusebio Oscar Fernández.

El hombre terminaba de repartir los diarios en Pellegrini al 800, a las 14.15, cuando, según denunció, el "Rengo", de 21 años, lo golpeó desde atrás. Después de partirle una botella de vidrio en la espalda, le hizo un corte en la cara con un pedazo de vidrio. Antes de que Fernández pudiera reaccionar, le metió la mano en el bolsillo y le sacó los $ 600 que había recaudado desde la madrugada. Además, le arrebató un suplemento de fotos de animales ("Mundo Animal") que se vende con LA GACETA.

Atrapado

Dos policías lo persiguieron hasta que lo atraparon en la esquina de Pellegrini y avenida Néstor Kirchner y recuperaron las pertenencias del canillita.

El "Rengo" estuvo en Villa Urquiza desde abril de 2012, cumpliendo la prisión preventiva por el asesinato de Damián Díaz, el joven al que él, sus tres hermanos y su padre habrían atacado a pedradas para robarle la moto. Sin embargo, en octubre pagó $ 50.000 de fianza -según Álvarez- y recuperó la libertad. "No podía entender cómo los camaristas podían darles esa posibilidad", protestó. El padre de Emanuel criticó esa medida. "Esta gente es irrecuperable, ya son dos homicidios y me sigo preguntando por qué están en libertad". Y recordó que sólo dos de los Cabrera continúan en el penal por el caso Díaz. "Salieron José Humberto, Brahian y el padre ("El Pelao"), que es el que digita todo", aseguró Rodolfo Álvarez.

En ese sentido, el hombre lamentó lo ocurrido con el canillita. "Para mí, es una impotencia tremenda. Desde que pasó lo de mi hijo que vivo diciendo que ellos (los Cabrera) no van a ser recuperables. Así me lo dijo en aquel entonces la jueza de menores Nora Wexler", recordó.

"Siempre he peleado y nunca fui escuchado, pero lamentablemente el tiempo me dio la razón. Siempre sostuve que, cuando tuvieran la oportunidad, ellos iban a cometer otro homicidio", insistió el hombre, que no sabe qué hacer para evitar que vuelvan a liberarlo.