17 Febrero 2013
BUENOS AIRES.- El desencanto parece crecer entre los dirigentes que integran la Confederación General del Trabajo (CGT) cercan al kirchnerismo. El secretario general del sindicato de Luz y Fuerza, Oscar Lescano, le reclamó a la presidenta, Cristina Fernández, que escuche más a los gremialistas y sugirió que no cuentan con un interlocutor válido entre los ministros del Poder Ejecutivo Nacional. "La que resuelve es la Presidenta; la última palabra es de ella. Si tuviera un ministro que nos resolviera los temas del movimiento obrero, no deberíamos molestarla; pero no sé si estos tienen limitadas sus facultades o no les permiten", criticó el integrante del sector conocido como "Los Gordos".
Los funcionarios kirchneristas que siempre actuaron como interlocutores ante los gremialistas son el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, y el de Trabajo, Carlos Tomada. "Tenemos muy buena relación con De Vido; es un amigo de todos nosotros, un peronista de ley. Pero tiene limitaciones en sus respuestas; nosotros nos damos cuenta", manifestó.
Lescano, que está enrolado en la llamada CGT-Balcarce -por su afinidad hacia la Casa Rosada-, conducida por el metalúrgico Antonio Caló, adelantó que no aceptarán el 20% de aumento, que pretende fijar el Gobierno. El viernes, el kirchnerismo dio por clausuradas las paritarias que estaba llevando adelante con los dirigentes docentes. Dará, sin acuerdo de ningún gremios, un 22% en tres cuotas (marzo, agosto y diciembre).
Lescano dijo que la semana entrante acaso terminen con las paritarias lucifuercistas. "Lo que estamos buscando no para enfrentar la inflación futura, sino para recuperar lo perdido; y en 2012 hemos perdido más de un 20%". Además, se mostró preocupado porque la Nación no les ofreció nada, en respuesta a una serie de planteos que elevaron. "Tenemos un reclamo de cinco o seis temas; queremos que la Presidenta nos escuche más", dijo.
Lescano afirmó que la unificación de la CGT-Balcarce con la CGT opositora, que conduce Hugo Moyano, se dará. "No es fácil, pero no tengo dudas de que se va a hacer. Siempre hubo problemas, históricamente; pero debe haber una sola CGT, no dos, tres o cuatro", afirmó. (DyN)
Los funcionarios kirchneristas que siempre actuaron como interlocutores ante los gremialistas son el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, y el de Trabajo, Carlos Tomada. "Tenemos muy buena relación con De Vido; es un amigo de todos nosotros, un peronista de ley. Pero tiene limitaciones en sus respuestas; nosotros nos damos cuenta", manifestó.
Lescano, que está enrolado en la llamada CGT-Balcarce -por su afinidad hacia la Casa Rosada-, conducida por el metalúrgico Antonio Caló, adelantó que no aceptarán el 20% de aumento, que pretende fijar el Gobierno. El viernes, el kirchnerismo dio por clausuradas las paritarias que estaba llevando adelante con los dirigentes docentes. Dará, sin acuerdo de ningún gremios, un 22% en tres cuotas (marzo, agosto y diciembre).
Lescano dijo que la semana entrante acaso terminen con las paritarias lucifuercistas. "Lo que estamos buscando no para enfrentar la inflación futura, sino para recuperar lo perdido; y en 2012 hemos perdido más de un 20%". Además, se mostró preocupado porque la Nación no les ofreció nada, en respuesta a una serie de planteos que elevaron. "Tenemos un reclamo de cinco o seis temas; queremos que la Presidenta nos escuche más", dijo.
Lescano afirmó que la unificación de la CGT-Balcarce con la CGT opositora, que conduce Hugo Moyano, se dará. "No es fácil, pero no tengo dudas de que se va a hacer. Siempre hubo problemas, históricamente; pero debe haber una sola CGT, no dos, tres o cuatro", afirmó. (DyN)
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