Nada como estar en casa

"Isa" Fontanarrosa y Rita Cazorla disfrutan de su paso por Tucumán antes de viajar a Brasil.

PRIVILEGIADAS DE LA HISTORIA. El plantel femenino, junto a entrenadores y colaboradores, posó con el desierto de Las Vegas de fondo. Fue la primera participación de Las Pumas en un Seven del Circuito. PRIVILEGIADAS DE LA HISTORIA. El plantel femenino, junto a entrenadores y colaboradores, posó con el desierto de Las Vegas de fondo. Fue la primera participación de Las Pumas en un Seven del Circuito.
17 Febrero 2013
El que dieron Las Pumas al bajar del avión en Houston fue, casualmente, un pequeño paso para ellas, pero un gran salto para el rugby femenino de Argentina. Su participación en el Seven de la ciudad texana marcó el debut histórico del seleccionado en el Circuito Mundial, y dos tucumanas tuvieron el honor de formar parte de tal hito: Isabel Fontanarrosa y Rita Cazorla. Sabiendo que enfrentaban a equipos con décadas de ventaja en tradición y estructura, se plantaron firmes y lograron volver al país con la Copa de Bronce del Seven de Las Vegas, la otra ciudad que visitaron.

"Estamos súper contentas, fueron todas experiencias nuevas. Jugar en el Circuito Mundial es una cosa de otro mundo, realmente. Compartimos vestuario con Nueva Zelanda, nada menos. Están a otro nivel, súper profesional", contó Isa.

"Más allá del bronce, te abre la cabeza al mundo del alto rendimiento, que es al que debemos apuntar. Fue algo único", agregó Cazorla, que al igual que su compañera de viaje constató la cruda realidad: "aún estamos lejos de las potencias, pero nosotras estamos abriendo camino. Hay que pensar de acá a cinco años por lo menos".

Fontanarrosa coincide: "aparte del nivel de juego, está la envergadura física. Las chicas son enormes, y eso no es cuestión de entrenamiento. Pero a Sudáfrica le jugamos un tiempo de igual a igual, así que estamos conformes". Cómo no va a estarlo ella, si las chicas de Trinidad y Tobago todavía la deben estar soñando: les metió cuatro tries en Houston y otros tres en la ciudad de los casinos. Sí, la goleadora por lejos de la gira juega en Cardenales.

El mejor lugar del mundo

Estados Unidos podrá ser muy lindo, pero al final de cuentas no hay como el hogar. Allí, donde está la familia y las cosas que uno más conoce, es adonde tarde o temprano se quiere volver. Por eso ambas disfrutan su regreso a Tucumán. Y porque en breve ya tendrán que partir hacia a Río de Janeiro, para jugar el Sudamericano. Aunque Isa no está segura, porque se esguinzó el tobillo ante Combined Services.

"Creo que fue en la penúltima jugada de la gira, je. Al otro día salí a pasear por Las Vegas en silla de ruedas. Y como hacía frío y las chicas me tapaban, parecía la vieja de las palomas de 'Mi Pobre Angelito'. Por poco me dejan en una esquina mendigando. Tengo para seis semanas, aunque si me agarra la locura, me voy igual", avisó la wing. Bebé, en cambio, ya está confirmada. "Por eso aprovecho estos días para estar con la familia mientras me sigo entrenando. Hay momentos en los que se hace difícil estar lejos, pero por suerte está el Facebook para mantenerse en contacto con la familia y los amigos", agradeció.

Durante su estadía en el desierto de Nevada, supieron de la iniciativa que nació en las redes sociales para rebautizar a Las Pumas con un nombre propio y no heredado del equipo masculino.

"¡Nos matábamos de risa con las propuestas de nombres! Pero no, somos Pumas. Hay toda una generación anterior que viene peleando por eso", explicó Isa. Rita completó el concepto: "por tradición y por lucha, el nombre está perfecto. Si buscamos igualdad en el rugby, por qué no compartir el nombre. Somos todos argentinos, y somos todos Pumas".

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