22 Marzo 2013
ESPERANZADO. El padre Da Silva pone grandes espectativas en el papel que puede tener el Papa latinoamericano. CAPTURA DE VIDEO
Un padre brasileño que lleva adelante una obra solidaria por los pobres de la provincia se siente identificado con el mensaje del Papa Francisco.
José Jonás Da Silva, padre de la Congregación Rogacionista del Corazón de Jesús, nació en Brasil y hace ocho años que vive en Tucumán. También ha vivido y trabajado en Roma durante 10 años, aunque cuando habla, en un perfecto castellano, de vez en cuando se le escapa un "agora".
Dice sentirse profundamente latinoamericano y comprometido con la obra que quiere llevar el Papa Francisco. Y es que hace ocho años que el padre Da Silva lleva adelante la Escuela de Artes y Oficios Obispo Colombres, una obra solidaria que integra una escuela secundaria, una escuelita de fútbol para niños y un Centro de Capacitación y Formación Profesional en Artes y oficios, ubicada en la zona de los Chañaritos, una de las más pobres de la provincia.
"Argentina 1 Brasil 0", bromea el padre Da Silva refiriéndose a la elección del Papa Francisco. Y explica que se siente orgulloso por tener por primera vez un papa latinoamericano que pueda llevar "nuevos aires" a los todos los católicos. Durante los 10 años que vivió y trabajó en Roma veía que mucha gente estaba acomodada y sin motivación, "¡Cuando el circo está en llamas y hay tanto por hacer!", exclama indignado. Al mismo tiempo cree que Europa está cansada y que es justo ahora cuando no se pueden bajar los brazos.
El padre cree que esta propuesta del papa Francisco, inspirado en la obra de San Francisco de Asís, se complementa con la obra de San Aníbal del cual los Rogacionistas son continuadores. Ambos santos se dedicaron a los más empobrecidos, a la gente de la periferia y Da Silva considera que el mensaje del nuevo Papa es inspirador. "Otro mundo es posible si nos arremangamos, más gente puede sumarse y juntos podemos hacer el cambio", propone. LA GACETA
José Jonás Da Silva, padre de la Congregación Rogacionista del Corazón de Jesús, nació en Brasil y hace ocho años que vive en Tucumán. También ha vivido y trabajado en Roma durante 10 años, aunque cuando habla, en un perfecto castellano, de vez en cuando se le escapa un "agora".
Dice sentirse profundamente latinoamericano y comprometido con la obra que quiere llevar el Papa Francisco. Y es que hace ocho años que el padre Da Silva lleva adelante la Escuela de Artes y Oficios Obispo Colombres, una obra solidaria que integra una escuela secundaria, una escuelita de fútbol para niños y un Centro de Capacitación y Formación Profesional en Artes y oficios, ubicada en la zona de los Chañaritos, una de las más pobres de la provincia.
"Argentina 1 Brasil 0", bromea el padre Da Silva refiriéndose a la elección del Papa Francisco. Y explica que se siente orgulloso por tener por primera vez un papa latinoamericano que pueda llevar "nuevos aires" a los todos los católicos. Durante los 10 años que vivió y trabajó en Roma veía que mucha gente estaba acomodada y sin motivación, "¡Cuando el circo está en llamas y hay tanto por hacer!", exclama indignado. Al mismo tiempo cree que Europa está cansada y que es justo ahora cuando no se pueden bajar los brazos.
El padre cree que esta propuesta del papa Francisco, inspirado en la obra de San Francisco de Asís, se complementa con la obra de San Aníbal del cual los Rogacionistas son continuadores. Ambos santos se dedicaron a los más empobrecidos, a la gente de la periferia y Da Silva considera que el mensaje del nuevo Papa es inspirador. "Otro mundo es posible si nos arremangamos, más gente puede sumarse y juntos podemos hacer el cambio", propone. LA GACETA
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