"Hay impactos ambientales con costos públicos que nadie paga"

El antropólogo estadounidense disertó invitado por el Instituto de Arqueología de la UNT.

EN TUCUMAN. El profesor Brush le donó parte de su biblioteca al ISES, donde hay discípulos suyos. EN TUCUMAN. El profesor Brush le donó parte de su biblioteca al ISES, donde hay discípulos suyos.
20 Abril 2013

Hace medio siglo, el antropólogo estadounidense Stephen Brush cambió la prolijidad californiana por la diversidad de las extensiones andinas peruanas y por los maizales mexicanos. No lo guiaba un puro interés agronómico sino la certeza de que "cultivo" y "cultura" son sinónimos, como se puede ver en cualquier diccionario de latín. Experto en producción y conservación de recursos vegetales nativos de comunidades indígenas (pasó cuatro décadas trabajando entre México, Perú y la India), Brush asegura que las plantas, los cultivos, las hierbas medicinales, son parte del acervo cultural de una comunidad. Y marca la paradoja de que aquellos recursos que para los campesinos son bienes de libre uso, en la sociedad capitalista se convierten en propiedad intelectual protegida. De esos temas habló con LA GACETA a su paso por Tucumán, donde disertó invitado por el Instituto de Arqueología de la UNT y el Instituto Superior de Estudios Sociales (ISES - Conicet).

-¿Cómo llega un antropólogo a interesarse por la genética vegetal?

- Cuando estamos trabajando con una comunidad, vemos que lo más importante es cómo preservamos un sistema de vida, cómo protegemos aspectos o factores dentro de esta cultura. Y yo decidí enfocarme en los recursos genéticos, por el peso que tienen en la identidad cultural de las comunidades.

-Un gran tema en esta parte del continente es el avance de la soja... ¿cómo impacta culturalmente esa "invasión" de un cultivo no nativo?

- La soja viene de China;pero ya desde antes de la conquista europea había intercambio intercontinental. El gran cambio intercontinental empezó con la expansión europea, en el siglo XVI. América mandó a Europa maíz, frijoles, y los europeos trajeron trigo, ovejas, ganado. El cambio internacional no es algo nuevo en la experiencia latinoamericana. La soja es el nuevo cambio intercontinental, pero no es algo raro en la historia de esos pueblos. El otro cambio que viene con la soja, es el subsistema de producción, que es un sistema industrializado con semilla mejorada, semilla comercial, que depende de muchos insecticidas. Esto es lo nuevo: no es la soja en sí misma, sino el sistema de producción.

- ¿Cómo se planta usted en este debate?

-Los sistemas no son estáticos. Y un sistema que está cambiando puede perder sus conocimientos locales, sus recursos genéticos. Pero, a la vez, esas comunidades saben que estamos en un mundo bastante conectado. Y no quieren vivir una vida aislada, se sienten parte de la sociedad más grande. El problema es que no tienen recursos para participar;no tienen capacidad de montar un sistema educativo, ni de salud. Saben que hay un mundo moderno al que ellos no acceden. El balance es difícil y no hay una solución a esta tensión:ninguna sociedad ni sistema político ha entendido cómo resolver esta tensión.

-¿Cómo impactan estos nuevos sistemas de producción?

- Para mí, en la expansión de la agroindustria hay dos impactos: primero, hay muy pocos productores campesinos en el mundo que son completamente autosuficientes; tienen que vender lo que producen, ganado, maíz, poroto, papa. Y se lo están vendiendo a un mercado que tiene costos mucho más bajos,quizás porque tienen subsidios del Estado por vía de inversiones en ciencia, de la agroindustria, para semillas, riego, control de plagas; factores que bajan los costos de producción. Y los productores no han pagado esos costos, sino el Estado, aunque ellos son los beneficiarios: Los pequeños, en cambio, tienen que competir en el mismo mercado con los grandes grupos, y a precios muy desfavorables. Tienen que vender su producto al costo de apenas lo que cuesta producir.

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-¿Cuál es la otra consecuencia?

-La ambiental, el uso de agroquímicos, el uso de cultivos del mismo tipo sobre grandes extensiones tiene impactos ambientales que nadie paga, que no son reconocidos. Hay impactos ambientales que son costos públicos no pagados. Por ejemplo, la expansión en el norte de Argentina y en Brasil de la producción de soja ha cortado mucho bosque, cobertura verde natural, y ha producido una liberación de carbono bastante elevada; y la soja no captura tanto carbono como capturaba el bosque antiguo. Otra consecuencia es la pérdida de especies agrícolas que existían en nuestros bosques, de especies agrícolas. Son costos ambientales, y no tenemos forma de medir y de cobrar los costos públicos.

-¿Los bonos verdes pueden ser una opción para mitigar impacto ambiental?

- Es un intento.No sabemos bien si va a funcionar. Pero, como es muy difícil prohibir la liberación de carbono, hay que incentivar a la gente a que libere menos carbono.

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