24 Abril 2013
UNO SE VA, OTRO SE QUEDA. Gustavo Rea renunciará hoy y Miguel Zamora manejará el club junto a Adrián Gasca.
Un final anunciado en una novela siempre encarada desde el drama de una vida institucional sumida en el desastre. Se criticó el pasado, se reverenció el cambio. Hoy, cuando nadie quede para apagar la luz, una vez más la pesadilla será recibida en una historia escrita por héroes transformados en villanos. La comisión directiva de San Martín, que ayer se reunió en un hotel céntrico, decidió en forma conjunta presentar la renuncia, que se oficializará hoy, al igual que la Comisión de Apoyo.
Del presidente César Palacios hacia abajo. San Martín está sumido en su propio purgatorio. "La cosa no daba para más. Se había roto el diálogo con el plantel y los empleados, por eso es que decidimos dar un paso al costado", se defendió Palacios, el presidente que se va y que había llegado junto a un proyecto (que intercambió mandatarios en el sillón presidencial) iniciado en diciembre de 2011 con bombos y platillos.
El hasta ayer titular "santo" consideró que no había motivos valederos para seguir . "Como todas las cosas en la vida, todo tiene un límite. Las partes tenían una inflexible posición, lo que dificultaba las negociaciones. La gota que rebasó el vaso fue no haber podido llegar a un acuerdo con los jugadores. Ahora confío que la Junta Fiscalizadora pueda solucionar el tema y llamar a elecciones en los próximos 45 días", agregó Palacios.
El directivo le tira la pelota a la rudeza del no de los damnificados, sin embargo, nadie habla de la impericia por parte de los encargados de gestionar recursos para que no llegue a suceder lo que sucedió. No funcionó la CD saliente ni la Comisión de Apoyo, esa es la verdad.
Las soluciones en San Martín terminaron siendo apenas parches temporarios de grietas del tamaño del sol. ¿Peligra la vida institucional del "santo"? No. Según el estatuto, la Junta Fiscalizadora, a cargo de Miguel Zamora y Adrián Gasca, deberá llamar a elecciones extraordinarias hasta cubrir el resto de la gestión actual, con vencimiento el 30/06/2014.
"Nos comunicaron que decidieron irse porque no les encuentran soluciones a los problemas económicos. Es doloroso que nuestro querido club atraviese este tipo de situaciones, pero no nos queda otra cosa que seguir adelante. A pesar de que la gestión que nos tocará no es fácil, desgraciadamente ya estamos acostumbrados a volver para tratar de regularizar institucionalmente al club", expresó Zamora, una luz en medio de la oscuridad. El pueblo "santo" sufre.
Del presidente César Palacios hacia abajo. San Martín está sumido en su propio purgatorio. "La cosa no daba para más. Se había roto el diálogo con el plantel y los empleados, por eso es que decidimos dar un paso al costado", se defendió Palacios, el presidente que se va y que había llegado junto a un proyecto (que intercambió mandatarios en el sillón presidencial) iniciado en diciembre de 2011 con bombos y platillos.
El hasta ayer titular "santo" consideró que no había motivos valederos para seguir . "Como todas las cosas en la vida, todo tiene un límite. Las partes tenían una inflexible posición, lo que dificultaba las negociaciones. La gota que rebasó el vaso fue no haber podido llegar a un acuerdo con los jugadores. Ahora confío que la Junta Fiscalizadora pueda solucionar el tema y llamar a elecciones en los próximos 45 días", agregó Palacios.
El directivo le tira la pelota a la rudeza del no de los damnificados, sin embargo, nadie habla de la impericia por parte de los encargados de gestionar recursos para que no llegue a suceder lo que sucedió. No funcionó la CD saliente ni la Comisión de Apoyo, esa es la verdad.
Las soluciones en San Martín terminaron siendo apenas parches temporarios de grietas del tamaño del sol. ¿Peligra la vida institucional del "santo"? No. Según el estatuto, la Junta Fiscalizadora, a cargo de Miguel Zamora y Adrián Gasca, deberá llamar a elecciones extraordinarias hasta cubrir el resto de la gestión actual, con vencimiento el 30/06/2014.
"Nos comunicaron que decidieron irse porque no les encuentran soluciones a los problemas económicos. Es doloroso que nuestro querido club atraviese este tipo de situaciones, pero no nos queda otra cosa que seguir adelante. A pesar de que la gestión que nos tocará no es fácil, desgraciadamente ya estamos acostumbrados a volver para tratar de regularizar institucionalmente al club", expresó Zamora, una luz en medio de la oscuridad. El pueblo "santo" sufre.
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