La agenda económica para Cristina y Dilma

Rousseff llega en medio de la desinversión millonaria de Vale. Empresarios brasileños molestos con las trabas comerciales de Moreno. Lázaro Báez compite por construcción de diques

EN MARZO. Sonrientes y expresivas, las mandatarias de Argentina y de Brasil posan tras la asunción del Papa. TELAM EN MARZO. Sonrientes y expresivas, las mandatarias de Argentina y de Brasil posan tras la asunción del Papa. TELAM
25 Abril 2013
BUENOS AIRES.- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, llegará hoy a Buenos Aires para abordar con su par Cristina Fernández la agenda bilateral, marcada por la decisión de la minera Vale de suspender una millonaria inversión en Mendoza, las trabas al comercio y la necesidad del Gobierno nacional de contar con financiamiento del país vecino.

Si bien la visita se anuncia como de dos días, fuentes de la Cancillería brasileña confirmaron que Rousseff estará en la Argentina poco más de 24 horas. "Llegará al mediodía del jueves y se irá el viernes a una hora similar a la de arribo", dijeron. El encuentro está previsto para esta tarde en la Casa Rosada, antes de la tradicional comida para agasajar a la comitiva visitante. "Tenemos una agenda bastante amplia con Argentina. Siempre discutimos todas las relaciones, las comerciales, las inversiones. Iremos a discutir todos los asuntos", adelantó la mandataria brasileña.

La reunión bilateral se realizará en el marco de un mecanismo acordado a finales del año pasado para "agilizar" el vínculo, plan que estableció encuentros trimestrales; iba a realizarse el 7 de marzo en El Calafate, pero se canceló debido a la muerte, dos días antes, del entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez.

Dificultades

Según datos de la Cancillería brasileña, el comercio entre la primera y la tercera economía de América Latina pasó de unos U$S 9.240 millones, en 2003, a unos U$S 34.400 millones el año pasado. Sin embargo, trabas al comercio impuestas por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, repercutieron en el intercambio, al provocar una caída de las importaciones que causaron malestar entre los industriales brasileños, especialmente los nucleados en la poderosa San Pablo. A ello se sumó la decisión de la minera Vale, participada por el Estado brasileño, de suspender en marzo una inversión de casi U$S 6.000 millones para extraer potasio en Río Colorado, Mendoza, lo que derivó en anuncios de despidos que afectarían a por lo menos 3.000 trabajadores de cinco provincias.

En materia de inversiones, también en agenda está la decisión de la petrolera Petrobras de desprenderse de estaciones de servicios, lo que sumaría a su menor presencia en áreas de energía y refinado de combustibles, y las obras para construir las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz.

Allí pelean las constructoras brasileñas Odebrecht y Andrade Gutiérrez contra el empresario kirchnerista Lázaro Báez, asociado en el proyecto a la china Sinohydro y a Iecsa, de Ángel Calcaterra, sobrino de Franco Macri.

Según un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, además de la agenda económica se revisará la situación del Mercosur -bloque al que Paraguay busca regresar-, y de la Unasur, que la semana pasada se reunió de urgencia ante la situación en Venezuela tras los comicios en los que ganó Nicolás Maduro.

Argentina es el tercer socio comercial de Brasil después de China y EEUU, mientras que Brasil es el primer socio comercial de la Casa Rosada, delante de la Unión Europea. (DyN)

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