27 Abril 2013
CARACAS.- El ex candidato presidencial de la oposición venezolana, Henrique Capriles Radonski, anunció que impugnará formalmente las elecciones de mediados de este mes, y que la alianza que lo postuló, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), no participará de la auditoría del escrutinio porque no podrá verificar la votación.
El dirigente aclaró que no tiene expectativas de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) "dé una respuesta favorable o que la administración del sistema de justicia funcione". Pese a ello, dijo que van "a cumplir con todos los trámites legales, porque al final esta elección va a terminar recorriendo el mundo", e insistió en que "más temprano que tarde, en nuestro país habrá unas nuevas elecciones, totales o parciales".
El ex postulante y gobernador de Miranda anunció que al vencer ayer el lapso que le dio al Consejo Nacional Electoral (CNE) sobre el cronograma y las condiciones técnicas bajo las cuales se realizaría la auditoría total de los votos, no tuvo respuesta alguna. "Si no tenemos acceso al cuaderno de votación, a la verificación de la firma y de la huella, a revisar lo que personaliza el voto, no vamos a participar en una auditoria que es una burla a los venezolanos y al mundo; no vamos a convalidar una mamarrachada", destacó.
Capriles perdió la Presidencia ante el candidato chavista, Nicolás Maduro, por apenas 1,8% de diferencia en los votos, peor la oposición no reconoce el resultado.
La retórica oficialista contra Capriles sube de tono día a día. Una comisión del Parlamento integrada en su totalidad por chavistas anunció que lo investigará por la violencia ocurrida luego de los comicios, y podría llegar a formular una denuncia penal por instigación.
En colectivo
El mandatario comenzó ayer con su autodenominado "Gobierno de calle" en la poderosa región de Zulia con reuniones con empresarios y productores de la zona, a los que llamó a trabajar por una gestión "bolivariana y socialista". La estrategia es recorrer distintas poblaciones a bordo de un colectivo, junto con ministros y funcionarios, para tomar contacto directo con los habitantes y buscar solución a los problemas que le planteen. La principal preocupación es la marcha de la deteriorada economía.
Maduro y Capriles han llamado a sendas movilizaciones para el 1 de mayo y muchos temen que sus seguidores puedan enfrentarse en las calles. (Télam-DPA-Reuters)
El dirigente aclaró que no tiene expectativas de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) "dé una respuesta favorable o que la administración del sistema de justicia funcione". Pese a ello, dijo que van "a cumplir con todos los trámites legales, porque al final esta elección va a terminar recorriendo el mundo", e insistió en que "más temprano que tarde, en nuestro país habrá unas nuevas elecciones, totales o parciales".
El ex postulante y gobernador de Miranda anunció que al vencer ayer el lapso que le dio al Consejo Nacional Electoral (CNE) sobre el cronograma y las condiciones técnicas bajo las cuales se realizaría la auditoría total de los votos, no tuvo respuesta alguna. "Si no tenemos acceso al cuaderno de votación, a la verificación de la firma y de la huella, a revisar lo que personaliza el voto, no vamos a participar en una auditoria que es una burla a los venezolanos y al mundo; no vamos a convalidar una mamarrachada", destacó.
Capriles perdió la Presidencia ante el candidato chavista, Nicolás Maduro, por apenas 1,8% de diferencia en los votos, peor la oposición no reconoce el resultado.
La retórica oficialista contra Capriles sube de tono día a día. Una comisión del Parlamento integrada en su totalidad por chavistas anunció que lo investigará por la violencia ocurrida luego de los comicios, y podría llegar a formular una denuncia penal por instigación.
En colectivo
El mandatario comenzó ayer con su autodenominado "Gobierno de calle" en la poderosa región de Zulia con reuniones con empresarios y productores de la zona, a los que llamó a trabajar por una gestión "bolivariana y socialista". La estrategia es recorrer distintas poblaciones a bordo de un colectivo, junto con ministros y funcionarios, para tomar contacto directo con los habitantes y buscar solución a los problemas que le planteen. La principal preocupación es la marcha de la deteriorada economía.
Maduro y Capriles han llamado a sendas movilizaciones para el 1 de mayo y muchos temen que sus seguidores puedan enfrentarse en las calles. (Télam-DPA-Reuters)
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