11 Mayo 2013
TODO A PRUEBA. Para tener primeras impresiones de la variante reglamentaria, se definieron ensayos oficiales en los autódromos de La Plata y de 9 de Julio.
Quienes asistan la semana próxima a la presentación del Turismo Carretera en Las Termas encontrarán un condimento extra que, según las presunciones, hará que el show cambie notoriamente con respecto a cómo se venía dando. Básicamente, los autos de la categoría ya no llevarán carga aerodinámica. Es decir, los splitter y los alerones quedan de lado.
La drástica novedad reglamentaria persigue un objetivo: mejores carreras y más sobrepasos. En los últimos tiempos, la falta de espectáculo tornó aburridas las finales y eso no pasó inadvertido por la Actc. Entonces se decidió esta medida, y al mismo tiempo se determinaron ensayos en distintos autódromos. Los resultados de las pruebas fueron variados. Hubo quienes consideraron que los autos se tornaron inmanejables. La indocilidad de las máquinas se reflejó por el momento en los tiempos, ya que fueron entre siete décimas y dos segundos más lentos que de costumbre.
Quienes trabajaron en pista, dicen que los coches se van mucho de cola, están desequilibrados y con muy poco grip. Esto llevó a que los técnicos de los equipos empleen horas extra para poder contrarrestar esos efectos.
Pero también hubo elogios. "Si bien es muy notorio cómo el auto pierde más en el tren trasero, nos queda mucho camino por recorrer. Fue buena la primera prueba", dijo Leonel Pernía, piloto de Dodge. A su vez el campeón 2012, Mauro Giallombardo, aseguró que no pasará mucho tiempo hasta encontrar el equilibrio. "Ahora se vienen carreras más disputadas, con novedades permanentes y maniobras al límite. Mejor para el piloto", comentó el de Ford.
No se puede soslayar que las unidades, al ser más difíciles de manejar, generarán más errores de los pilotos. Tampoco que la variante no asegura que haya paridad entre las marcas. Hay una observación para analizar: tanto los Ford como los Torino están autorizados a seguir usando el deflector instalado donde termina el techo, algo que ni Dodge ni Chevrolet tienen. Estas últimas marcas, que por su estructura aerodinámica debieron ser las beneficiadas en las pruebas, no respondieron igual. Y otro detalle: entre los diez mejores tiempos en el autódromo de 9 de Julio hubo cinco Dodge, un Torino y tres Ford. Y en La Plata, cinco Ford, tres Torino y dos Dodge.
La drástica novedad reglamentaria persigue un objetivo: mejores carreras y más sobrepasos. En los últimos tiempos, la falta de espectáculo tornó aburridas las finales y eso no pasó inadvertido por la Actc. Entonces se decidió esta medida, y al mismo tiempo se determinaron ensayos en distintos autódromos. Los resultados de las pruebas fueron variados. Hubo quienes consideraron que los autos se tornaron inmanejables. La indocilidad de las máquinas se reflejó por el momento en los tiempos, ya que fueron entre siete décimas y dos segundos más lentos que de costumbre.
Quienes trabajaron en pista, dicen que los coches se van mucho de cola, están desequilibrados y con muy poco grip. Esto llevó a que los técnicos de los equipos empleen horas extra para poder contrarrestar esos efectos.
Pero también hubo elogios. "Si bien es muy notorio cómo el auto pierde más en el tren trasero, nos queda mucho camino por recorrer. Fue buena la primera prueba", dijo Leonel Pernía, piloto de Dodge. A su vez el campeón 2012, Mauro Giallombardo, aseguró que no pasará mucho tiempo hasta encontrar el equilibrio. "Ahora se vienen carreras más disputadas, con novedades permanentes y maniobras al límite. Mejor para el piloto", comentó el de Ford.
No se puede soslayar que las unidades, al ser más difíciles de manejar, generarán más errores de los pilotos. Tampoco que la variante no asegura que haya paridad entre las marcas. Hay una observación para analizar: tanto los Ford como los Torino están autorizados a seguir usando el deflector instalado donde termina el techo, algo que ni Dodge ni Chevrolet tienen. Estas últimas marcas, que por su estructura aerodinámica debieron ser las beneficiadas en las pruebas, no respondieron igual. Y otro detalle: entre los diez mejores tiempos en el autódromo de 9 de Julio hubo cinco Dodge, un Torino y tres Ford. Y en La Plata, cinco Ford, tres Torino y dos Dodge.