14 Mayo 2013
TODO LISTO. Julio Frías Silva ya liquidó el pleito y Novillo (derecha) festeja con él.
Más allá de la corajeada "roja" sobre el final, el triunfo de Tucumán Rugby sobre Los Tarcos fue inobjetable. Y una de las causas que coadyuvaron a que el "verdinegro" tuviera su tan ansiada revancha fue la buena conducción de una pareja de medios que, curiosamente, debutaba como binomio en el torneo en semejante partido: la de Miguel Barrera y Juan Novillo. El desgarro de Jorge Domínguez ante Tigres le abrió la puerta a este último para acompañar a Barrera, que desde hacía algunos partidos reemplazaba al también lesionado Luis Castillo.
"Sabía que era un partido picante, pero lo tomé con tranquilidad. Tenía en claro que la clave era la concentración, y por suerte salió todo muy bien", resumió Novillo, que se puso la 10 de la primera después de estar un mes parado por lesión.
"Había jugado solo un par de partidos en la intermedia antes del desgarro, y me tocó volver directamente contra Los Tarcos. Creo que con Miguel hicimos un buen partido, pero lo más importante fue que el equipo funcionó muy bien y se mejoró el scrum, que es lo que nos había quedado en deuda en el primer partido", analizó el apertura, de 20 años.
Al margen de que se trataba de una dupla inédita en la primera, fue llamativo el grado de sintonía que mostraron pese a que anteriormente solo habían conducido juntos un par de partidos en intermedia. "No es la primera vez que nos veíamos las caras, pero en primera en una revancha con Los Tarcos ya era un desafío completamente distinto", dimensionó Barrera, de 25 años y con un poco más de experiencia.
"Con Juan habíamos hablado mucho durante la semana sobre el tema de la comunicación, que es muy importante en estos partidos, sobre todo con nuestro estilo de juego, que es de mucha dinámica", analizó el 9, que también prefirió destacar el rendimiento grupal antes que el propio. "Fue una sinergia de todos, cada uno de los 15 cumplió muy bien su función. Solo así podíamos ganar un partido tan complicado", concluyó.
"Sabía que era un partido picante, pero lo tomé con tranquilidad. Tenía en claro que la clave era la concentración, y por suerte salió todo muy bien", resumió Novillo, que se puso la 10 de la primera después de estar un mes parado por lesión.
"Había jugado solo un par de partidos en la intermedia antes del desgarro, y me tocó volver directamente contra Los Tarcos. Creo que con Miguel hicimos un buen partido, pero lo más importante fue que el equipo funcionó muy bien y se mejoró el scrum, que es lo que nos había quedado en deuda en el primer partido", analizó el apertura, de 20 años.
Al margen de que se trataba de una dupla inédita en la primera, fue llamativo el grado de sintonía que mostraron pese a que anteriormente solo habían conducido juntos un par de partidos en intermedia. "No es la primera vez que nos veíamos las caras, pero en primera en una revancha con Los Tarcos ya era un desafío completamente distinto", dimensionó Barrera, de 25 años y con un poco más de experiencia.
"Con Juan habíamos hablado mucho durante la semana sobre el tema de la comunicación, que es muy importante en estos partidos, sobre todo con nuestro estilo de juego, que es de mucha dinámica", analizó el 9, que también prefirió destacar el rendimiento grupal antes que el propio. "Fue una sinergia de todos, cada uno de los 15 cumplió muy bien su función. Solo así podíamos ganar un partido tan complicado", concluyó.