26 Mayo 2013
ROMA.- La alcaldía de Roma es el principal cargo en juego en las elecciones municipales que tendrán lugar hoy y mañana en Italia y que suponen un test de popularidad para los partidos que respaldan la gran coalición de Gobierno, instalada hace menos de un mes.
En las ciudades de más de 15.000 habitantes, está prevista una segunda vuelta para el 9 y 10 de junio si ningún candidato obtiene más del 50% de los votos en la primera ronda electoral.
El centroizquierdista Partido Democrático (PD), del primer ministro Enrico Letta, y el conservador Pueblo de la Libertad (PDL), del expremier, Silvio Berlusconi, son aliados en la actual coalición en el poder, pero serán contrincantes en los comicios locales.
En la capital italiana, el candidato del PD, Ignazio Marino, disputa la alcaldía al del PDL, Gianni Alemanno; de ganar, supondría un importante impulso para una centroizquierda que se ha hundido en las encuestas a nivel nacional desde que aceptó la alianza con Berlusconi. Por el contrario, un éxito del PDL en Roma podría reforzar la influencia del partido derechista en la compleja administración de Letta, que trata de calmar los numerosos roces que se dan a diario en un gabinete multicolor.
Sin embargo, ni Berlusconi ni Letta atrajeron a una importante concurrencia en los sendos actos de cierre de campaña del viernes; mucha más gente asistió a escuchar a Beppe Grillo, líder del contestatario Movimiento Cinco Estrellas que representa la oposición al Gobierno, quien impulsó a su candidato, Marcello de Vito.
La atención mediática está centrada también en las carreras por las alcaldías de feudos tradicionales de la izquierda como Pisa o Siena, donde el PD podría obtener malos resultados, y en un referendo en Bolonia sobre la sensible cuestión de la financiación pública de las escuelas católicas de enfermería.
Por más empleo
Ayer, Letta pidió una mayor "flexibilidad" de la Unión Europea (UE) para los países que respeten los objetivos de déficit público, de forma que tengan margen para financiar programas de creación de empleo.
En una carta al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, afirmó que es "necesario conceder la posibilidad de beneficiarse de márgenes reales de flexibilidad para hacer inversiones destinadas a dar trabajo". El miércoles, la Comisión Europea podría borrar a Italia de la "lista negra" de países incumplidores. (Télam-DPA)
En las ciudades de más de 15.000 habitantes, está prevista una segunda vuelta para el 9 y 10 de junio si ningún candidato obtiene más del 50% de los votos en la primera ronda electoral.
El centroizquierdista Partido Democrático (PD), del primer ministro Enrico Letta, y el conservador Pueblo de la Libertad (PDL), del expremier, Silvio Berlusconi, son aliados en la actual coalición en el poder, pero serán contrincantes en los comicios locales.
En la capital italiana, el candidato del PD, Ignazio Marino, disputa la alcaldía al del PDL, Gianni Alemanno; de ganar, supondría un importante impulso para una centroizquierda que se ha hundido en las encuestas a nivel nacional desde que aceptó la alianza con Berlusconi. Por el contrario, un éxito del PDL en Roma podría reforzar la influencia del partido derechista en la compleja administración de Letta, que trata de calmar los numerosos roces que se dan a diario en un gabinete multicolor.
Sin embargo, ni Berlusconi ni Letta atrajeron a una importante concurrencia en los sendos actos de cierre de campaña del viernes; mucha más gente asistió a escuchar a Beppe Grillo, líder del contestatario Movimiento Cinco Estrellas que representa la oposición al Gobierno, quien impulsó a su candidato, Marcello de Vito.
La atención mediática está centrada también en las carreras por las alcaldías de feudos tradicionales de la izquierda como Pisa o Siena, donde el PD podría obtener malos resultados, y en un referendo en Bolonia sobre la sensible cuestión de la financiación pública de las escuelas católicas de enfermería.
Por más empleo
Ayer, Letta pidió una mayor "flexibilidad" de la Unión Europea (UE) para los países que respeten los objetivos de déficit público, de forma que tengan margen para financiar programas de creación de empleo.
En una carta al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, afirmó que es "necesario conceder la posibilidad de beneficiarse de márgenes reales de flexibilidad para hacer inversiones destinadas a dar trabajo". El miércoles, la Comisión Europea podría borrar a Italia de la "lista negra" de países incumplidores. (Télam-DPA)