La ilusión de la paz para Siria se diluye a un ritmo acelerado

Las divisiones dentro de los grupos insurgentes ponen contra las cuerdas la rebelión. Alemania y Canadá no venderán armas a los opositores, pese a que la Unión Europea levantó el embargo. Contraofensiva

EN EL FRENTE. Un miembro del Ejército de Al Assad no quiere que se saquen fotos de la lucha en Damasco. REUTERS EN EL FRENTE. Un miembro del Ejército de Al Assad no quiere que se saquen fotos de la lucha en Damasco. REUTERS
30 Mayo 2013
ESTAMBUL.- Grupos insurgentes dentro Siria (a cargo de la rebelión armada) criticaron a sus pares en el exilio agrupados en la Coalición Nacional (CN) por debilitar la lucha y carecer de legitimidad, con lo que expusieron las históricas divisiones existentes entre los enemigos del presidente, Bashar al Assad, antes de la planeada cumbre de paz.

Los participantes de los debates de la CN en Turquía no han logrado ponerse de acuerdo sobre asistir o no a la conferencia de Ginebra, convocada por Estados Unidos y Rusia, o sobre quién los representará. El plenario, que aún no tiene fecha de realización, camina así hacia el fracaso, lo que diluye las posibilidades de que se alcance la pacificación de la región.

El fracaso del frente de 60 organizaciones distintas es un mal augurio para una postura unificada en las conversaciones que buscan acordar un Gobierno de transición en Damasco y poner fin a un conflicto de dos años que causó ya más de 80.000 muertos. Los sectores armados, que actúan en el terreno contra el Ejército oficial sirio, reclamaron que la mitad de los cargos opositores sean para las "fuerzas revolucionarias".

Los roces se producen en medio de la polémica decisión de la Unión Europea de levantar el embargo de armas que pesaba sobre las tropas insurgentes, con lo cual podrán reforzar su arsenal.

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, pidió a todos los países que no envíen armas a Siria, durante la reunión de la Consejo de Derechos Humanos que sesiona en Ginebra. "Nuestro mensaje a todos es el mismo: no apoyaremos este conflicto con armas, munición, política o religión", aseveró, para luego reclamar una solución política. Además pidió que el Consejo de Seguridad de la ONU acuda a la Corte Penal Internacional (CPI) en la Haya para que persiga a los responsables de los crímenes de guerra en el país árabe, paso sobre el cual no hay acuerdo.

Sin cambios

Canadá anunció que no levantará el embargo de armas a la oposición siria por temor al aumento de las muertes y la violencia y a que el arsenal llegue a grupos islamistas radicalizados que no están bien identificados.

Alemania se pronunció ayer en el mismo sentido, al afirmar que no venderá armas a los insurgentes por las consecuencias que podría tener para la desestabilización en la región y la creciente presencia de Al Qaeda en el conflicto armado sirio.

Francia y el Reino Unido son los países que presionan desde hace varios meses para poder enviar material bélico para armar a los rebeldes. Sin embargo, el Gobierno británico sufre fuertes disidencias internas, que se manifiestan en el Parlamento.

Mientras se multiplican las disidencias políticas, las fuerzas de Al Assad realizaron una feroz contraofensiva, con el respaldo de su aliado libanés Hezbollah. Los soldados han expulsado a los rebeldes en la provincia sureña de Derá y retomado algunas áreas al este de Damasco.

Rusia, que ha protegido al régimen de Damasco diplomáticamente desde que el levantamiento popular comenzó en marzo del 2011, confirmó que entregará a Siria un sistema de defensa de misiles S-300, a pesar de las objeciones francesas, israelíes y estadounidenses, bajo el argumento de que de esa forma se impedirá una eventual intervención extranjera que impulsen los países centrales. (Reuters-DPA-Télam)

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