Ahora los jóvenes y los mayores de 50 son los que más fuman

Por las restricciones antitabáquicas, más gente dejó de fumar. Según una encuesta oficial, 700.000 argentinos abandonaron el cigarrillo en tres años. Al mismo tiempo, entre los chicos y adolescentes los puchos no paran de encenderse. Aquí, una guía para decirle adiós a lo que te hace daño.

Ahora los jóvenes y los  mayores de 50 son los que más fuman
31 Mayo 2013

Les angustia pensar que pueden subir de peso. La mayoría empezó a fumar en la adolescencia, y con el paso del tiempo, sienten que no respiran bien o que sufren tos crónica. Muchos quieren, pero les cuesta demasiado dejar el pucho. Tienen entre 50 y 64 años y son las personas que más fuman en el país: consumen casi un atado de 20 cigarrillos por día.

Los datos surgen de la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Adultos (EMTA), realizada en el último año por el Ministerio de Salud de la Nación y el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). El informe se presentó en el marco del Día Mundial Sin Tabaco, que se conmemora hoy.

La doctora Cristina Orellana, referente en Tucumán del Programa de Lucha Antitabáquica, dio más detalles sobre este estudio que se realizó entre 6.645 personas mayores de 15 años de todo el país. El 22 % de la población fuma. De esa cifra, el 77% aseguró que enciende a diario un promedio de 12 cigarrillos, y los varones fuman más que las mujeres (13 y 11 cigarrillos respectivamente). La mitad de ellos hizo el intento de dejar el pucho en el último año y fueron los jóvenes los que más quisieron alejarse del tabaquismo.

Lo que gastan
La mayor proporción de fumadores se encuentra en la franja de 25 a 34 años. Gastan en promedio $ 145,90 por mes en cigarrillos. Los propios encuestados reconocieron que el costo del paquete en Argentina es muy bajo en relación a otros países del mundo. Y el 74,8% de la población manifestó estar a favor de una suba del precio.

Otro dato sorprendente: la mitad de la población sigue expuesta al humo del cigarrillo en lugares cerrados de acceso público, especialmente los jóvenes de entre 15 y 24 años, lo que evidencia que aún no se respeta plenamente la ley que prohibe fumar en lugares cerrados de acceso público.

La encuesta, detalló Orellana, muestra que en los últimos tres años 700.000 argentinos dejaron de hacer pitadas. Además, siete de cada 10 fumadores está pensando en abandonar el cigarrillo.

Históricamente, Tucumán siempre apareció como una de las provincias del país con más fumadores. Y lo sigue siendo: el 30% de los tucumanos adultos fuma. Las cifras no son desalentadoras si tenemos en cuenta que hace cinco años el tabaquismo afectaba al 37,4% de la población, señala Orellana.

Lo que más preocupa a las autoridades es lo que hay detrás de la cortina de humo: en nuestra provincia, comienzan a despuntar el vicio cada vez más chicos de 8 a 15 años. "Son ellos los que tienen menos interés por su salud. No le tienen miedo a las consecuencias de fumar", explica.

A los adolescentes les gusta el tabaco, les divierte y les da placer, según expresan en las encuestas que periódicamente realiza el Programa Provincial Antitabáquico en las escuelas. "Lo que quedó claro en estas encuestas es que en aquellas escuelas libres de humo (son unas 6 o 7 en la provincia) es mucho más bajo el tabaquismo entre los menores que en otras que no se han declarado libres de humo de tabaco", puntualiza la experta. Según estas investigaciones, el 15% de los chicos de entre 8 y 12 años ya probó el cigarrillo.

Paradójicamente mientras más chicos encienden cigarrillos, entre los 35 y los 50 años aumenta el número de personas que abandonan el consumo en Tucumán desde que en 2006 la Legislatura provincial sancionó la ley de prohibición de fumar en lugares públicos cerrados.

Los pacientes recurren a los nueve consultorios que tiene el Sistema Provincial de Salud. "El último año asistimos a 280 personas que querían dejar el cigarrillo. A los seis meses, la tasa de cesación tabáquica fue del 27 %. Puede parecer una cifra baja, pero no lo es si tenemos en cuenta que se trata de una adicción fuerte", resalta Orellana. Y da números para entender mejor: el 90% de las personas que prueban un cigarrillo desarrollan adicción, contra 10% de los que prueban alcohol.

Se reglamentó la ley que restringe las publicidades de marcas de cigarrillos
La ley que prohibe la publicidad de productos elaborados con tabaco y el consumo de cigarrillos en todos los espacios públicos cerrados ya cuenta con la reglamentación necesaria para hacer más efectivo su cumplimiento, tras haber sido publicada ayer en el Boletín Oficial. La ley 26.687 establece en su artículo 5 la prohibición de la publicidad, promoción y patrocinio de productos elaborados con tabaco, en forma directa o indirecta, a través de cualquier medio de difusión o comunicación y restringe sólo a carteles la publicidad en los puntos de venta habilitados. La prohibición incluye la publicidad en la vía pública y en espacios de uso público, como salas de espectáculos, restaurantes, bares, discotecas, salas de juego, paseos de compra y todo tipo de local o establecimiento de uso público y lugares de trabajo.


Tres pilares fundamentales para dejar el cigarrillo

"El consumo de cigarrillos es el principal factor de enfermedad pulmonar obstructiva y cáncer de pulmón. Genera también enfermedades cardiovasculares que pueden llevar a la muerte. Sin embargo, se ha demostrado fehacientemente que la mayoría de los riesgos que registra la persona que fuma son reversibles si deja de fumar, especialmente a temprana edad. De hecho, quienes abandonan el cigarrillo antes de los 30 años de edad igualan los años de sobrevida que tendrían si nunca hubieran fumado, y ganan 10 años de expectativa de vida", explica La doctora Raquel Pendito, responsable del "Programa de Dehabituación Tabáquica" de Sanatorio Diquecito. 

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Según la especialista, el apoyo familiar, la automotivación y el abordaje profesional son los tres ejes que juegan un papel fundamental en la lucha contra esta adicción que cada año produce 40.000 muertes en Argentina. "La gente piensa que el cigarrillo es solo un hábito, cuando en realidad es una verdadera adicción, y como tal es una enfermedad que debe ser tratada con seriedad y bajo supervisión profesional, de allí los intentos fallidos por medios propios. En otras palabras, bajo la excusa de 'no quiero dejar de fumar' en realidad muchas veces se esconde una sensación de impotencia, de 'no puedo hacerlo'", señaló la doctora.

1- La automotivación: el disparador del cambio

La automotivación es, sin dudas, un pilar muy importante en la cesación tabáquica. Sin motivación sería sumamente difícil obtener resultados positivos, al menos sostenibles en el tiempo. Sin embargo, debemos entender que la motivación es variable, y que en realidad puede esconder elementos que no se manifiestan a simple vista. En cuando al disparador que propicia el cambio, esto es muy variable. Algunos deciden dejar el cigarrillo por alertas de su propio organismo, por enfermedades y hasta fallecimientos producidos en el círculo social cercano o familiar a consecuencia del cigarrillo, pero también muchos lo hacen a partir de hechos positivos, como el nacimiento de un hijo. Esto dependerá de cada persona pero, lo cierto es que cuando surge o se incrementa la motivación, es tiempo de intentarlo.

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2- El apoyo familiar: liberar la casa de humo

En muchas ocasiones el fumador decide dar los primeros pasos hacia la desintoxicación, y aquí es cuando se topa con la complicación de la falta de apoyo familiar. Así como los gobiernos de todo el mundo han propiciado leyes para generar espacios libres de humo, muchas veces el fumador que quiere desintoxicarse encuentra ambientes favorables en su trabajo y en lugares públicos, pero al llegar a sus hogares se topan con espacios que están lejos de ser libres de humo. Esto quiere decir que un buen primer paso, si aún no lo hicimos, es liberar la casa de humo de tabaco.

3- la ayuda profesional

El abordaje profesional es ineludible para dejar de fumar. La motivación es el punto de partida de toda recuperación, pero en general insuficiente, ya que la cesación sin el acompañamiento terapéutico, individual, grupal y o farmacológico resultará casi indefectiblemente en un duro fracaso para el tabaquista, lo que puede llevarlo a bajar los brazos definitivamente".


Resultados

"En general, todo fumador tiene a lo largo de su vida uno o varios intentos fallidos hasta poder dejar el cigarrillo definitivamente, y muchos de estos intentos van de la mano de fórmulas mágicas que no hacen más que generar mayor decepción. Los estudios en este sentido han demostrado que el 'método de la voluntad' sigue siendo el más empleado, pero apenas el 3% logra dejar de fumar de esta manera, cumplido el año. Esta es, claramente, una cifra insignificante que no hace más que confirmar que esta dependencia debe ser tratada con seriedad y acompañamiento especializado. De esta manera, se multiplican estos resultados hasta en más de un 30%", explica la doctora Raquel Pendito, especialista en neumonología.

En Tucumán

Si querés dejar de fumar, podés recurrir a los consultorios especiales que tienen los hospitales Centro de Salud, Padilla y Avellaneda. También hay en los centros asistenciales de Tafí Viejo, Los Aguirre, Ranchillos, Lules, Estación Aráoz, Aguilares y en la Policlínica San Rafael (Sargento Cabral 2.400). La Provincia entrega medicamentos a personas de escasos recursos y pacientes sin obra social que quieran abandonar el pucho.Por las restricciones antitabáquicas, más gente dejó de fumar.

Según una encuesta oficial, 700.000 argentinos abandonaron el cigarrillo en tres años. Al mismo tiempo, entre los chicos y adolescentes los puchos no paran de encenderse. Aquí, una guía para decirle adiós a lo que te hace daño.

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