08 Junio 2013
GRAN MOMENTO. María del Valle Padula posa con los cheques rodeada por Neme, Baumgartner y Del Pino. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARáOZ
El teléfono sonó a las 7 de la mañana del jueves y la despertó. Atendió. Aquella llamada que llegaba a su casa del barrio Los Plátanos desde el Mercofrut le cambió el día. Y hasta quizás la vida.
María del Valle Padula tenía cinco hermanos; ahora sólo le quedan tres. Y, a diferencia de lo que ocurre en otras familias en las que triunfan los conflictos, a ellos los años los han ido uniendo como el mejor antídoto contra la soledad. Eso tal vez explica su reacción. Tras esa llamada, la mujer de 69 años utilizó la mañana de aquel día para organizar sus pensamientos y preparar milanesas con papas fritas. Cuando llegó el mediodía sentó a Pepa, de 82 años; a Miguel, de 75, y a Gringa, de 72, alrededor de la mesa. Y no sólo les sirvió la comida, sino que puso a su disposición nada más y nada menos que los $ 180.000 que acababa de ganar con los Números de Oro de LA GACETA.
Ayer, María del Valle llegó a nuestro diario para cobrar su premio con los ojos aún colorados por la emoción y con una sonrisa que parecía haberle endurecido los músculos del rostro a fuerza de alegría. Abrazaba con firmeza a todos los que se le acercaban y demoraba varios segundos en soltarlos. Nunca se había imaginado que podía llegar a tener tanto dinero junto y daba la impresión de que con los abrazos intentaba demostrar su agradecimiento.
Ella ganó el pozo acumulado de $ 90.000 de los Números de Oro. Y, como es usuaria de la Tarjeta Sol del Banco Santiago del Estero, duplicó el monto. Es decir, se llevó $ 180.000 y batió todos los récords del entretenimiento. Pero, aunque suene increíble, no quiere todo ese dinero para ella; pretende compartirlo. Por eso les ofreció ayuda a sus hermanos mayores y a su única hija, que le dio dos nietos de 10 y de 7 años (uno de ellos con epilepsia) y que está desempleada. "Lo único que quiero hacer para mí es pagar deudas e ir a Catamarca a agradecer. Ustedes no saben lo devota que soy; esto viene desde la cuna, porque mi mamá me puso mi nombre por la Virgen", le contó María del Valle al periodista y a Gustavo Neme, gerente del Banco Santiago del Estero; a Juan Pablo del Pino, gerente de la Tarjeta Sol, y a Cristian Baumgartner, gerente del Centro de Pago del banco, quienes habían llegado a LA GACETA para entregarle el premio.
Al ver su emoción era imposible no preguntarse qué pensamientos habrían inundado su mente en el momento de la noticia. "Mi hermano Miguel, que es verdulero, sabía que me faltaba sólo un número. Estaba en el Mercofrut comprando mercadería, agarró el diario, descubrió que había ganado y me avisó a las 7 de la mañana por teléfono. En lo primero que pensé fue en mi esposo, Roberto, que se me murió hace 18 años -reveló-. Fue tan grande la alegría que hubiese querido tenerlo conmigo en ese momento para decirle todo lo que me estaba pasando".
Ayer, María del Valle llegó a nuestro diario para cobrar su premio con los ojos aún colorados por la emoción y con una sonrisa que parecía haberle endurecido los músculos del rostro a fuerza de alegría. Abrazaba con firmeza a todos los que se le acercaban y demoraba varios segundos en soltarlos. Nunca se había imaginado que podía llegar a tener tanto dinero junto y daba la impresión de que con los abrazos intentaba demostrar su agradecimiento.
Ella ganó el pozo acumulado de $ 90.000 de los Números de Oro. Y, como es usuaria de la Tarjeta Sol del Banco Santiago del Estero, duplicó el monto. Es decir, se llevó $ 180.000 y batió todos los récords del entretenimiento. Pero, aunque suene increíble, no quiere todo ese dinero para ella; pretende compartirlo. Por eso les ofreció ayuda a sus hermanos mayores y a su única hija, que le dio dos nietos de 10 y de 7 años (uno de ellos con epilepsia) y que está desempleada. "Lo único que quiero hacer para mí es pagar deudas e ir a Catamarca a agradecer. Ustedes no saben lo devota que soy; esto viene desde la cuna, porque mi mamá me puso mi nombre por la Virgen", le contó María del Valle al periodista y a Gustavo Neme, gerente del Banco Santiago del Estero; a Juan Pablo del Pino, gerente de la Tarjeta Sol, y a Cristian Baumgartner, gerente del Centro de Pago del banco, quienes habían llegado a LA GACETA para entregarle el premio.
Al ver su emoción era imposible no preguntarse qué pensamientos habrían inundado su mente en el momento de la noticia. "Mi hermano Miguel, que es verdulero, sabía que me faltaba sólo un número. Estaba en el Mercofrut comprando mercadería, agarró el diario, descubrió que había ganado y me avisó a las 7 de la mañana por teléfono. En lo primero que pensé fue en mi esposo, Roberto, que se me murió hace 18 años -reveló-. Fue tan grande la alegría que hubiese querido tenerlo conmigo en ese momento para decirle todo lo que me estaba pasando".
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