El Mitre, un emblema que el olvido derrumbó

La sala, que Renzi inauguró en 1934, perduró hasta el otoño de 1975; al abrir, desplazó al Sarmiento y, al cerrar, el Gran Reggio ocupó su lugar

EL EX CINE. El frente estilo art decó es un recuerdo; las rejas cubren las ventanas de la vieja sala de proyección. LA GACETA / FOTOS DE HECTOR PERALTA Y ARCHIVO EL EX CINE. El frente estilo art decó es un recuerdo; las rejas cubren las ventanas de la vieja sala de proyección. LA GACETA / FOTOS DE HECTOR PERALTA Y ARCHIVO
Todavía no se borraron de las retinas. Están allí latentes y frescas. Y se repiten sin fin. Son las imágenes quejosas de una película estadounidense y de dos italianas. Las tres motorizaron la nostalgia de la muerte del cine de barrio y del cine de pueblo: La Ultima Película (The Last Picture Show), de Peter Bogdanovich; Splendor, de Ettore Scola, y Cinema Paradiso, de Giuseppe Tornatore. Ese trío de filmes interpelan la memoria melancólica del espectador, que supo encontrar en cada fila del cine barrial un fragmento de su propia historia.

Y la existencia del cine Mitre, al frente de la famosa plazoleta homónima -esquina suroeste de avenida Belgrano y avenida Mitre- no es extraña a los guiones de esas tres películas.

"Junto a mis amigos de la adolescencia disfruté de este cine típico de barrio. Era una sala como el Edison o el Broadway. Sin pendiente pero con butacas, platea y pullman alto o paraíso. Fue el segundo cine de la capital que contó con pantalla panorámica para cinemascope. Lo recuerdo con nitidez, porque allí pude ver el Manto Sagrado, con Richard Burton, Víctor Mature y Jean Simmons, entre otros actores. Esa fue el primer rodaje que se concretó en ese sistema", contó José Manuel Zóttola, de 69 años, que disfrutó de las matinés.

La apertura
"El Mitre fue inaugurado el sábado 9 de marzo de 1934, por el empresario Guillermo Renzi. Y muy pronto logró desplazar de la preferencia al cine biógrafo Sarmiento, que se encontraba en el entonces llamado boulevar -así llamaban a las avenidas- Sarmiento 1.255. Aún más, esta última sala -cuyo dueño era un señor oriundo de Italia, que en 1946 abrió el Gran Reggio- cerró dos años después, el 10 de enero de 1936. Y a partir de allí se convirtió en el único ámbito cinematográfico de plazoleta Mitre, barrio El Bosque y Villa Urquiza", evocó con precisión Maximiliano Molina, de 89 años, vecino del lugar.

"El Sarmiento -agregó Molina- se había creado en 1929. Fue la primera sala cinematográfica de la plazoleta Mitre".

Drama romántico

El profesor Ricardo Antonio Brunetti, autor del libro "Biógrafos, Cinemas y Cines", destacó que la premiere del Mitre se concretó con la proyección de dos producciones. Una fue "Cuando el amor ríe", un drama-romance de origen estadounidense, de 57 minutos en blanco y negro, estrenado en 1933. El filme fue dirigido por David Howard y Manuel París e interpretado por José Mojica, Mona Maris, Carlos Villarías, Carmen Rodríguez, René Cardona, Rosita Granada y Rafael Valverde. Es hablado en español y el título original es "Ladrón de Amor".

Todo un personaje

"El otro filme de la primera función -puntualizó Brunetti- fue 'El caso mayor de Charlie Chan', con Werner Oland. Chan es un detective americano de origen chino, un personaje de ficción creado en 1925 por Earl Derr Biggers. Lo curioso es que Oland había nacido en Suecia, pero su madre era china. No sólo fue popular con este personaje; también personificó al maligno Fu Man Chú, en otras tres películas". Enrique Gutiérrez (67 años), que fue operador (maquinista o proyector) del cine Mitre, especificó que "la sala tenía capacidad para 750 personas. Había 600 butacas en platea y 150 en la parte alta. Por ahí se pasaban de la raya los del superpullman. Era inevitable que no se tentaran por tirar algo hacia abajo. Pero si los descubrían se iban afuera".

Tiempo de bailes

Según Gutiérrez, la sala estaba orientada de este a oeste y la puerta de acceso no era muy grande, pero se encontraba sobre avenida Mitre. "En 1931 ya había un cine en el local, pero no era lo primordial, porque prevalencía la organización de bailes. Los de carnaval eran muy concurridos. Inclusive se utilizaba el salón para la presentación de las compañías de radioteatro que después de la transformación en cine continuaron presentándose en ese ámbito".

El arquitecto Rudy Herrera recordó que la regresión del popular cine de la plazoleta Mitre comenzó acentuarse en los 70, con las crisis de todas las salas por el arrollador avance de la televisión. "No era un asiduo concurrente, pero en esa sala pude ver 'El día más largo del siglo', una superproducción estadounidense de 178 minutos filmada en 1962. Dirigida por Ken Annakin, Andrew Marton y Bernhard Wicki, basada en la novela del mismo nombre escrita por Cornelius Ryan, que trata sobre el desembarco de Normandía", recordó.

Epílogo

La aparición del Gran Reggio, en 1945, donde estaba el Sarmiento; más la apertura de varias salas -techadas y al aire libre-: Monumental (1954-1979), Luján (1951-1970), Ejército del Norte, Luxor (1960-1965), Don Orione (1974-1978) y el Tulio 1978 influyeron para que el Mitre cerrara en el otoño de 1975.

"Mirá, estas son las latas..."

El tío de Ricardo Brunetti era el operador y le abrió las puertas de la sala de proyección

"Fue el domingo 12 de febrero de 1958. La fecha no se me olvidará jamás. Después de asistir a la proyección de 'África Ríe' con los 'Los (cinco) grandes del buen humor' (Zelmar Gueñol, Juan Carlos Cambón, Guillermo Rico, Rafael Carret y Jorge Luz), el niño corrió por la estrecha escalera, llegó al paraíso, y por fin pudo ver... El operador comenzó a mostrarle: 'Mirá estos son los proyectores, marca Felg (sigla de los fabricantes Ferro, Larroca y Guillermo Renzi), igual que los del Plaza. El año pasado los compró (Guillermo) Renzi. Mirá -mientras las sacaba de una bolsa blanca- estas son las latas que traen los rollos de las películas. Esta es una tarea delicada porque son dos proyectores. Tocá, tocá; todavía están calientes... Una película tiene varios rollos que se proyectan alternadamente en cada máquina. Por eso hay que estar atento para que al terminar un rollo, inmediatamente continúe el otro en el otro proyector. ¿Sabés cuándo se corta la película?...". En este fragmento, Ricardo Brunetti describe su experiencia en la cabina de proyecciones del cine Mitre, cuando su tío -que era operador y defensor de los derechos de los trabajadores cinematográficos- le permitió ingresar y conocerla.

PATRIMONIO.- "El cine Mitre formaba parte del patrimonio afectivo de la plazoleta Mitre junto a los clubes Asociación Mitre y Tucumán BB y los billares 'Las tres carabelas'. Las familias de esta zona disfrutaban de sus programaciones cinematográficas los fines de semana. En particular. los sábados colmaban sus instalaciones", recordó el contador Horacio Muratore, vecino de esa zona en su infancia y actual vicepresidente de la FIBA, el máximo organismo del básquet mundial.

ESTRENOS.- "Cuando el Mitre abrió sus puertas muchos esperábamos que los estrenos que se pasaban en las salas céntricas se incluyeran en su cartelera. Por lo general, después de que el Edison los pasaba se estrenaban en la sala de la plazoleta. Mientras en los cines más urbanos la entrada costaba 40 centavos acá veíamos las mismas películas varíos días después, pero a mitad de precio: a 20 centavos", evocó Justiniano Villalba, residente desde hace seis décadas en barrio El Bosque.

FUTBOLISTA CINEFILO.- Durante más de 20 años, en la cabina de proyección del Mitre se desempeñó como operador don Domingo Pablo Brunetti Corti. El otrora ex futbolista de San Martín también era dirigente de Secya (Sociedad de Empleados Cinematográficos y Afines). Solía comentar que los domingos a las 10 de la mañana había funciones para niños. Después de esa proyección, la cabina permanecía tranquila hasta las 14, cuando se iniciaba la matiné. Ese día había hasta cuatro funciones si se concretaban las de las 18 y de las 21.30.

EMPRENDIMIENTOS.- Después del cierre de la sala, en 1975, se montaron otros emprendimientos en el mismo local. Incluso hubo varios boliches y hasta billares, de los cuales muchos vecinos de la plazoleta no tienen gratos recuerdos.

SIN CINES.- El Gran Reggio funcionó desde 1945 a 1978 y en 1979 se reabrió como Regina hasta 1981. Se convirtió en la única sala de cine de la plazoleta cuando cerró el Mitre. Era más lujoso y confortable que el cinematógrafo de Renzi. En su edificio actualmente funciona un templo evangélico.

EL LUXOR.- Abrió en 1960 y cerró en 1965. Estaba sobre la terraza de una confitería de la familia Meoni, en Paraguay y José Colombres, en Villa Urquiza.

CATEGORIA B.- La falta de superproducciones italianas, rusas, francesas, suecas, inglesas e inclusive españolas, obligó al Mitre a incluir filmes de segundo nivel. Eso ocurrió en la década del 70, cuando la TV amenazaba a las salas de cines.

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