12 Junio 2013
Cuando María Isabel Sánchez observó el video en el que sus hijos fueron agredidos por policías durante la visita de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, decidió que no iba a dejar las cosas así nomás. Y aunque aseguró que en la comisaría la conminaron a que no realizara la denuncia, quiso que le explicaran por qué actuaron con esa brutalidad.
La mujer detalló que sus hijos (que tienen 17 y 18 años) habían ida a comprar un repuesto para la moto. "El que iba atrás llevaba en las manos lo que habían comprado. Cuento esto para que quede claro que ellos no son delincuentes", expresó la mujer.
El relato que le dieron sus hijos (que era coincidente con el testimonio del testigo que grabó las imágenes) fue que unos policías les permitieron avanzar por la banquina, ya que había un férreo control en las cercanías del Hospital del Este, donde se desarrollaba el acto presidencial. "Vivimos a cuatro cuadras del lugar. Un poco más adelante, los policías los pararon y los agredieron, como se ve en el video", comentó Sánchez.
La mujer dijo que ayer le dejó su teléfono en Casa de Gobierno al secretario de Seguridad Paul Hofer y que tratará de hablar también con el jefe de Policía, Jorge Racedo. Pero, a pesar de esas reuniones, no descartaba denunciar judicialmente a los policías.
"En la comisaría me dijeron que mis hijos habían querido ingresar al acto para ver a la Presidenta y eso no es cierto. Cuando protesté porque los chicos estaban golpeados, me advirtieron que lo mejor era no realizar ninguna denuncia", contó Sánchez.
La mujer detalló que sus hijos (que tienen 17 y 18 años) habían ida a comprar un repuesto para la moto. "El que iba atrás llevaba en las manos lo que habían comprado. Cuento esto para que quede claro que ellos no son delincuentes", expresó la mujer.
El relato que le dieron sus hijos (que era coincidente con el testimonio del testigo que grabó las imágenes) fue que unos policías les permitieron avanzar por la banquina, ya que había un férreo control en las cercanías del Hospital del Este, donde se desarrollaba el acto presidencial. "Vivimos a cuatro cuadras del lugar. Un poco más adelante, los policías los pararon y los agredieron, como se ve en el video", comentó Sánchez.
La mujer dijo que ayer le dejó su teléfono en Casa de Gobierno al secretario de Seguridad Paul Hofer y que tratará de hablar también con el jefe de Policía, Jorge Racedo. Pero, a pesar de esas reuniones, no descartaba denunciar judicialmente a los policías.
"En la comisaría me dijeron que mis hijos habían querido ingresar al acto para ver a la Presidenta y eso no es cierto. Cuando protesté porque los chicos estaban golpeados, me advirtieron que lo mejor era no realizar ninguna denuncia", contó Sánchez.
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