Demoró su salida debido al "acoso" de los jóvenes que se apretujaban a su alrededor para lograr una imagen con él. No se trataba de un rock star, sino del historiador Felipe Pigna, que apenas podía moverse ayer entre los estudiantes tras disertar en la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Pigna, que la noche anterior había sido distinguido por el rector, Juan Alberto Cerisola, con el título de Profesor Visitante (Ver: "Le gusta meter..."), habló sobre la militancia estudiantil en los 70 y años posteriores, ante un anfiteatro repleto.
Debido a que el vuelo que lo llevó de regreso a Buenos Aires partía pronto, la disertación se desarrolló de manera célere y sin que se dé el debate que originariamente estaba previsto. Sin embargo, los asistentes no se fueron desilusionados: el mediático historiador cautivó a la audiencia con anécdotas. Comenzó marcando dos puntos de inflexión en la militancia estudiantil. "Durante 1958 se da el fuerte debate 'Laica o Libre', que generó grandes movilizaciones en todo el país. Y luego, en la dictadura de (Juan Carlos) Onganía, cuando el 28 de julio de 1966 se da 'La noche de los bastones largos', ordenada por Onganía con la excusa de que las facultades se habían convertido en un reservorio de ideas comunistas. Es importante, porque los reprimidos ya no son sólo obreros, sino también estudiantes", indicó.
Afirmó que a partir de mediados de los 60, comienzan a crecer en las universidades las agrupaciones peronistas; en gran medida, por la migración hacia ese movimientos de cuadros comunistas. También señaló la consciencia de los estudiantes de los 60 y de los 70, que practicaban una militancia que excedía la academia. "La militancia no se limitaba a una actividad universitaria. Resultaba frecuente que el militante de esos años trabaje en villas o realice tareas de agitación a nivel fabril", dijo.
Contó que aquellos estudiantes tenían una visión social y que en los 90 se da un bajón: "el alumno de Arquitectura pensaba en hacer barrios populares, no una torre para salvarse; con el menemismo la militancia universitaria se volvió una isla". Pidió que se regrese a aquella forma más social de ver el mundo; aunque aclaró que, a su criterio, está sucediendo. "Debemos hacer el planteo del peligro que implica que la universidad se convierta en una isla. Ustedes deben saber que para que estén acá hay gente que aporta y que nunca accederá a la universidad. Uno debe ser consciente de esto. Por suerte, eso está empezando a pasar", manifestó Pigna.
"Le gusta meter los pies en barro"
El gentío desbordaba la sala Arquitecto Jorge de Lassaletta, a la noche del jueves. Los asistentes, incluso, desoyeron las alertas de seguridad, y se sentaron en el piso y en las escaleras del auditorio del Centro Cultural Eugenio Virla, de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Querían oír a Felipe Pigna presentar su libro
Mitos de la historia argentina 5: de la caída de Perón al golpe de Onganía (1955-1966).
La disertación fue organizada por la Secretaría de Extensión de la UNT, un fortín de La Cámpora dentro de la casa de Juan B. Terán. El titular del área, Mario Leal, dio la bienvenida al historiador. "A Pigna le gusta meter los pies en barro. La tinta de su pluma no tiene bronce: es un martillo con el que rompe el relato constituido. Y no sólo se quedó en los libros: busca llevar la historia a todos, por todos los medios posibles", expresó.
El rector, Juan Alberto Cerisola, y la vicerrectora, Alicia Bardón, le entregaron la resolución por la que el Consejo Superior, por iniciativa del representante de los graduados Miguel Ángel Carletti, decidió distinguir a Pigna con el título de Profesor visitante. El diputado camporista Marcelo Santillán le dio un presente. Pigna dejó una reflexión en el Libro de Oro de la UNT: "la historia es un espejo retrovisor; nos alerta sobre lo que viene atrás, para que podamos avanzar hacia nuestro objetivo".
El director de Radio Nacional Tucumán, Ramiro Rearte, contrapunteó con Pigna, como excusa para presentar el libro. Entre el público se vieron funcionarios de la UNT: la secretaria Académica, Susana Maidana, la subsecretaria del área, Marta Juárez de Tuzza, y el director de Asuntos Jurídicos, Augusto González Navarro, y los camporistas recientemente asumidos Ricardo Zupán (subsecretario de Extensión) y Rodrigo Alderete (subsecretario de Bienestar Universitario).