15 Junio 2013
SAN PABLO.- Autoridades, medios de prensa y órganos de seguridad denunciaron la comisión de graves abusos por parte de la Policía Militarizada, en la represión de la cuarta protesta masiva contra el aumento de la tarifa del transporte público en San Pablo, realizada en la noche del jueves.
El Movimiento Pase Libre, que organiza las manifestaciones y anunció otra para el lunes, calculó que cerca de 100 personas resultaron heridas; de ellas, una decena eran periodistas, la mayoría del diario Folha de Sao Paulo (dos recibieron balas de goma en el rostro y un fotógrafo puede perder la vista). Además, hubo entre 250 y 400 detenidos, según distintas fuentes.
El alcalde de San Pablo, Fernando Haddad (del oficialista Partido de los Trabajadores -PT-), admitió que la manifestación fue marcada "por la violencia policial", mientras que el secretario municipal de Seguridad Pública, Fernando Grella Vieira, ordenó una "rigurosa" investigación sobre la base de los testimonios e imágenes que circulan por todo el país acerca del accionar de los efectivos. En cambio, el ministro de Justicia de la Nación, José Eduardo Cardozo, respaldó a la Policía. "Es inaceptable que manifestantes acudan al vandalismo para expresar sus reclamos", aseveró.
Las protestas surgieron en repudio al aumento del precio de los pasajes de colectivo y trenes a U$S 1,6, el que fue ratificado por el intendente. "No podemos someternos al juego del todo o nada: o es lo que ellos quieren o no hay diálogo. No es realista implementar un arancel cero en la ciudad y no existe la posibilidad de reducir el valor del boleto", afirmó.
Repudio
Amnistía Internacional expresó su repudio a la "represión" y a la detención de periodistas y manifestantes, "algunos de los cuales fueron encuadrados en la figura de asociación ilícita". "El transporte público accesible es de fundamental importancia para que la población pueda ejercer ir y venir, tan importante como los derechos a la educación, a la salud, a la vivienda y a la libertad de expresión", sostuvo.
Las detenciones comenzaron antes de iniciar la marcha por las principales calles paulistas, y la Policía secuestró cuchillos, bombas molotov y vinagre para contrarrestar el efecto de los gases lacrimógenos. Cientos de comercios y una universidad de la zona central de la más grande metrópolis sudamericana cerraron sus puertas por temor a actos vandálicos. Personas que ocupaban mesas de bares en las veredas por las que pasó la marcha, relataron que fueron expulsadas a la fuerza del lugar, sin motivo aparente.
La protesta fue precedida de un paro por tiempo indeterminado de los trabajadores de los trenes metropolitanos y suburbanos, que afectó a más de un millón de usuarios.
En Río de Janeiro, la segunda ciudad más importante del Brasil, la Policía detuvo a 19 personas durante una marcha de la Unión Nacional de Estudiantes y partidos de izquierda en apoyo al Movimiento Pase Libre. (Télam-DPA)
El Movimiento Pase Libre, que organiza las manifestaciones y anunció otra para el lunes, calculó que cerca de 100 personas resultaron heridas; de ellas, una decena eran periodistas, la mayoría del diario Folha de Sao Paulo (dos recibieron balas de goma en el rostro y un fotógrafo puede perder la vista). Además, hubo entre 250 y 400 detenidos, según distintas fuentes.
El alcalde de San Pablo, Fernando Haddad (del oficialista Partido de los Trabajadores -PT-), admitió que la manifestación fue marcada "por la violencia policial", mientras que el secretario municipal de Seguridad Pública, Fernando Grella Vieira, ordenó una "rigurosa" investigación sobre la base de los testimonios e imágenes que circulan por todo el país acerca del accionar de los efectivos. En cambio, el ministro de Justicia de la Nación, José Eduardo Cardozo, respaldó a la Policía. "Es inaceptable que manifestantes acudan al vandalismo para expresar sus reclamos", aseveró.
Las protestas surgieron en repudio al aumento del precio de los pasajes de colectivo y trenes a U$S 1,6, el que fue ratificado por el intendente. "No podemos someternos al juego del todo o nada: o es lo que ellos quieren o no hay diálogo. No es realista implementar un arancel cero en la ciudad y no existe la posibilidad de reducir el valor del boleto", afirmó.
Repudio
Amnistía Internacional expresó su repudio a la "represión" y a la detención de periodistas y manifestantes, "algunos de los cuales fueron encuadrados en la figura de asociación ilícita". "El transporte público accesible es de fundamental importancia para que la población pueda ejercer ir y venir, tan importante como los derechos a la educación, a la salud, a la vivienda y a la libertad de expresión", sostuvo.
Las detenciones comenzaron antes de iniciar la marcha por las principales calles paulistas, y la Policía secuestró cuchillos, bombas molotov y vinagre para contrarrestar el efecto de los gases lacrimógenos. Cientos de comercios y una universidad de la zona central de la más grande metrópolis sudamericana cerraron sus puertas por temor a actos vandálicos. Personas que ocupaban mesas de bares en las veredas por las que pasó la marcha, relataron que fueron expulsadas a la fuerza del lugar, sin motivo aparente.
La protesta fue precedida de un paro por tiempo indeterminado de los trabajadores de los trenes metropolitanos y suburbanos, que afectó a más de un millón de usuarios.
En Río de Janeiro, la segunda ciudad más importante del Brasil, la Policía detuvo a 19 personas durante una marcha de la Unión Nacional de Estudiantes y partidos de izquierda en apoyo al Movimiento Pase Libre. (Télam-DPA)
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