El médico debe intervenir en los problemas sociales

El Foro Argentino de Facultades y Escuelas Públicas de Medicina se reunió en Tucumán para decidir cómo educar mejor a los médicos y para evaluar qué tan buenas son -o no- las carreras de Medicina de la Argentina. El tribunal está integrado por decanos, vicedecanos y representantes de las 13 facultades y escuelas de Medicina del país.

"Es una tarea de alta responsabilidad aconsejar a la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) acerca de cómo evaluar las carreras de médico para que obtengan la acreditación", sintetizó el doctor Mateo Martínez, decano de la Facultad de Medicina de la UNT y presidente provisorio del foro, ya que recientemente falleció su titular, el profesor Emérito doctor Alfredo Buzzi, decano de Medicina de la UBA. El foro se constituyó hace dos años para jerarquizar y reivindicar el carácter público, gratuito y de bien social de la educación superior.

Las discusiones se centraron en dos ejes temáticos: 1) los estándares de acreditación de la carrera de médico (esto sirve delinear la oferta de carreras universitarias en los sectores público y privado) y 2) qué tipo de médico especialista necesita la Argentina.

"Tenemos que formar mejores médicos generalistas, que estén más imbuidos de valores sociales y con mejor formación técnica. Esto implica tener más capacidad de diagnóstico y de intervención en los problemas comunitarios relevantes", definió el doctor Álvaro Oliva, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Comahue.

La directora de Calidad Universitaria del Ministerio de Educación de la Nación, Mariela Fernández, refrendó los dichos de Oliva al subrayar que el país tiene que recuperar la formación del médico generalista que esté vinculado y comprometido con las problemáticas sociales. "No soy médica sino educadora, pero vengo observando que hay muchas especialidades que no responden a las problemáticas regionales de salud".

En una reunión preliminar, los ministros de Salud del NOA le dijeron a los decanos que observan un déficit de médicos. "Si esto es así -analizó Martínez en su charla con LA GACETA-, nuestra estrategia consistirá en llevar la oferta educativa a donde la necesiten. De hecho, ya estamos ayudando a Jujuy y a Salta a crear sus carreras de médico. Ampliar o abrir el cupo en la Facultad de Medicina de la UNT implicaría aceptar el ingreso de los jóvenes que tienen recursos para ser preparados o los que provienen de familias con niveles educativos acomodados. No entraría nunca el hijo de un trabajador o un joven de algún pueblo originario de los Valles Calchaquíes o de la Puna".

Sobre la falta profesionales, Martínez reflexionó: "podríamos producir más médicos generalistas, pero deberían tener más oportunidades de empleo digno en la región. Ni las obras sociales ni los sistemas provinciales han jerarquizado a los médicos con salarios y con condiciones adecuadas de trabajo", sentenció el decano de Medicina de la UNT.