"No nos den por muertos"

Max reconoce que la derrota fue un duro golpe, pero afirma que San Martín no se rendirá.

UN PULPO. Augusto Max está cerrando una temporada que le permitió consolidarse como titular. Es un premio al esfuerzo de un jugador que nunca bajó los brazos. UN PULPO. Augusto Max está cerrando una temporada que le permitió consolidarse como titular. Es un premio al esfuerzo de un jugador que nunca bajó los brazos.
17 Junio 2013
El hincha de San Martín supo reconocer el esfuerzo que hizo el equipo para darle una alegría. Para su lamento, el "santo" se topó con Sportivo Belgrano que terminó vistiéndose de verdugo el sábado. "Pero ojo, no nos den por muertos. Este equipo, más de una vez, mostró un tremendo amor propio, y ahora no va a ser la excepción", avisó Augusto Max durante una entrevista con LG Deportiva.

El volante central, que volvió a ser la figura de los de Bolívar y Pellegrini frente al conjunto de San Francisco, reconoce que luego del traspié en La Ciudadela las chances de llegar a las finales se redujeron a una mínima expresión. "Pero también tienen que saber que mientras nos queden chances no vamos a bajar los brazos. Nos costó tanto llegar hasta esta instancia que no estamos dispuestos a rendirnos tan fácilmente, sin luchar", comentó el volante.

Es indudable que la derrota caló hondo en el grupo. Sin embargo, cada uno de los futbolistas de San Martín saben que dejaron todo en el campo, aunque el esfuerzo no alcanzara para triunfar. "Eso lo reconoció el hincha que, lejos de cuestionarnos, nos despidió con aliento. Eso significa que ellos valoraron el esfuerzo que hicimos nosotros en la cancha", agradeció Max, quien al tratar de encontrarle un justificativo al triunfo de la visita, puntualizó: "la contundencia que exhibieron fue notable".

Ahora, al momento de explicar qué falló en San Martín, Max fue claro: "a nosotros nos faltó esa cuota de suerte que todo equipo debe tener para plasmar en el marcador los merecimientos que hicimos. Sobre todo en el complemento. Desgraciadamente, nos desconcentramos en los momentos menos oportunos y lo terminamos pagando caro".

Un momento de ensueño

El aplauso de la gente que bajó de las tribunas para Max fue un himno que endulzó sus oídos. "Recuerdo que cuando decidí regresar de Newell's me juré ganarme un lugar en el equipo. No fue fácil, porque tuve que bancarme un montón de desilusiones. Pero esto, lejos de bajonearme, hizo que redoblara la apuesta. Siempre creí en mis condiciones. Sé que todavía puedo darle mucho más al equipo. Pese a todo, mi presente me enorgullece", sostuvo el "Jefecito".

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