"Durante más de 10 años guié en el Juramento y siento que nunca terminé de aprender todo lo bueno que me puede dar", explica Pablo Orfeo, jujeño de nacimiento, pero tucumano por adopción y uno de los conocedores de la pesca en ese río salteño que es una de las pocas joyas que siguen brillando en el NOA.
- ¿Por qué ese río y no el Dulce, el Salado o el Salí?
- Comencé guiando en el Dulce, aguas abajo de Río Hondo, pero la inseguridad y la pesca furtiva me obligaron a buscar otros destinos para mi tranquilidad y la de los que contrataban mis servicios.
- ¿Cómo descubriste el Juramento?
- Lo había pescado un par de veces cerca de El Tunal. Empecé a estudiar el río desde cero. Balta López, de Metán, me abrió la tranquera del obrador abandonado de la empresa que construyó el dique y Ramón Paz, las puertas de su rancho. Allí en medio del monte salteño, cerquita de las peñas de Ramón y de Lambare, hermosos lugares que son conocidos por los dorados que se pueden pescar.
- ¿Y después?
- Comencé a guiar vadeando, observando y aprendiendo lo que el río y el monte me enseñaban. Compartí charlas con Pablo "Tuna" Labarta. Aprendí caminando por sendas de tuscas macheteando para llegar al río o nadando para cruzarlo. Después comencé a flotarlo con Eduardo Armanini, compañero de pesca de muchos años en un viejo gomón. Luego lo hice con Alejandro Haro y Marcelo Zambrano, que ya lo venían flotando. Todo era un desafío. Todo había que aprender.
Orfeo, dedicado de lleno a su profesión de ingeniero industrial, aunque ahora gerencia servicios de guiadas y explora nuevas proyectos, se entusiasma cuando habla del río al que define con dos palabras: "sumamente hermoso". El Juramento nace en la junta de los ríos Guachipas y Arias, actualmente zona inundada por el dique Cabra Corral. Al ingresar a Santiago del Estero, toma el nombre de Salado, con el que llega a Santa Fe y vuelca sus aguas en el Paraná.
El río está regulado por dos centrales hidroeléctricas. En el sector superior, la de Cabra Corral y, en el inferior, la obra de El Tunal. El caudal es constante y perfectamente navegable en embarcaciones adecuadas, salvo en verano, cuando los diques liberan gran cantidad de agua.
"Según la estación tiene aguas más o menos cristalinas con tramos de lecho de piedras y otros de tosca. En los márgenes está el monte, aunque cada vez se descubren más plantaciones que llegan hasta el borde del lecho", cuenta.
- ¿Es fácil recorrerlo en una embarcación?
- Es un río apto. En su lecho tiene muchos árboles y empalizadas, por lo que no es recomendable aventurarse si no se tiene experiencia mínima en navegación con remo. Se pesca desde el centro hacia las orillas, buscando socavones, canales y palos que son los refugios que utilizan los dorados para capturar sus presas.
- Pescás con mosca, pero se puede utilizar otros sistemas…
- Todos los permitidos. Menos redes, dinamita y trampas. Las técnicas que más veo son spinning con cucharas o señuelos, bait casting, boya y anguila, anguila sin boya y pesca con mosca, no necesariamente en ese orden. Los resultados tienen que ver más con el indio que con la flecha.
El Juramento no es un lugar lejano. Se deben recorrer 250 kilómetros de pavimento y se tarda entre dos y tres horas para llegar. Hay que recorrer la ruta 9 o 34 hacia el norte. De Metán hay que desplazarse unos 16 kilómetros por los mismos caminos, se empalma con la ruta 16 y, después de transitar 70 kilómetros, se llega al río. Los que no conocen recurren a los guías que tienen un valor de $ 600 por persona y por jornada.
- ¿Cuánto dura una excursión?
- Generalmente de sol a sol. Depende mucho de la época del año en la que se la realiza. En invierno las flotadas son más cortas y la actividad se concentra. En verano, con más horas de luz, la actividad se dispersa. También depende de los tramos de río a pescar y de los kilómetros a flotar.
- ¿De qué depende?
- De lo que los deportistas quieran o las expectativas de pesca que tengan. Si la flotada es corta, el asado es largo. Y si la flotada es larga, se hace un picado y se sigue. Generalmente se flota, por día, 40 kilómetros en verano y 30 en invierno.
- ¿En qué época se puede pescar en el río?
- El Juramento generalmente está vedado desde mediados de diciembre a mediados de marzo.
Orfeo es uno de los tantos deportistas que ven con agrado cómo cada vez más extranjeros eligen esta región del país para pescar. "Los que vienen son deportistas experimentados que viajan por el mundo buscando nuevos destinos", aclara.
- ¿Por qué el Juramento?
- Porque escucharon hablar del río, vieron alguna foto o video que luego googlearon. Programan la expedición casi un año antes de venir. Pasan un día o dos en Buenos Aires, otro aquí en Tucumán o Salta y después se van.
- ¿El NOA puede crecer turísticamente con la pesca?
- Por supuesto. Existen numerosos ejemplos de emprendimientos turísticos muy exitosos vinculados a la pesca y a la cacería. Toda la Patagonia, el litoral, Córdoba, Santiago del Estero y Salta son un claro ejemplo. La mayoría de los pescadores que viajan por todo el mundo y también los que vienen de otras provincias, duermen en hoteles y cenan en restaurantes. El impacto económico es instantáneo.
- ¿En Salta lo entendieron así?
- Sí. Esa provincia fue la primera en todo el país que redactó un reglamento en el que se prohíbe matar dorados. Mucho no lo entendieron, pero el ex gobernador Juan Carlos Romero y Jorge Racedo Aragón, por ese entonces secretario de turismo salteño y hoy funcionario de Tucumán, sí; y por eso dieron una rápida respuesta y el Juramento está protegido.
- ¿En Tucumán se puede hacer algo así?
- Sí se puede hacer. Creo que la provincia tiene un gran potencial por explotar, pero hace falta la intervención del Estado en el control de la pesca furtiva comercial, fundamentalmente. Hay que empezar de a poco. Proteger un río que sea el más fácil de controlar, por ejemplo.