El uso de los Cedin y Baade

01 Julio 2013
BUENOS AIRES.- La Ley de Exteriorización de Capitales, conocida popularmente como blanqueo de capitales, comenzará a regir a partir de hoy y por un lapso de 90 días, con el objetivo de que los ahorristas puedan, tras ingresar dinero o inversiones que tienen en el exterior, declarar esos valores y así regularizar su situación frente al fisco. 

La ley 26.860 habilita el ingreso al país de dinero no declarado, sin tener que precisar el origen de los fondos y con el beneficio adicional de no sufrir penalidades ni tener que actualizar el pago de impuestos.

A cambio, se deberá optar por la suscripción de dos bonos nominados en dólares: el Certificado de Depósito para Inversión (Cedin) y el Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Energético (Baade), que también cuenta con una versión denominada Pagaré.

Los Cedin tienen como objetivo resucitar la construcción y el sector inmobiliario luego del efecto que provocó en ambos segmentos el cepo cambiario, mientras que los Baade buscan captar fondos para obras de infraestructura en el sector energético, principal factor de desequilibrio de las finanzas públicas.

Los Cedin serán transformados en dólares ante su sola presentación en una entidad bancaria, luego de que fueran aplicados a una operación de construcción o inmobiliaria.

La garantía de cobro está dada por el Banco Central, que dirige Mercedes Marcó del Pont (foto), que administra un fideicomiso integrado por el ciento por ciento de los fondos exteriorizados.

Pero además, para potenciar su utilidad, el Gobierno estableció que los Cedin podrán utilizarse como medio de pago para cualquier operación dentro de la economía, como, por ejemplo, adquirir una bicicleta, comprar un auto o un electrodoméstico.

De esta forma, los Cedin circularán libremente por la economía (mediante un sistema de endosos) y quedarán habilitados para ser transformados en divisa extranjera sólo después de que sean aplicados a una operación inmobiliaria. (DyN)

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