18 Julio 2013
TODOS JUNTOS. El concejal Alfaro y el intendente Amaya encabezan el grupo de dirigentes capitalinos que se reunió anoche en la Casa de Gobierno. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
De un lado, estaban el gobernador, José Alperovich, y la gran mayoría de sus generales, incluidos los precandidatos a diputado nacional Juan Manzur (ministro de Salud de la Nación y vicegobernador tucumano en licencia) y Osvaldo Jaldo. Frente al jefe del Poder Ejecutivo se ubicó el intendente de la capital, Domingo Amaya, con sus principales escuderos en el Concejo Deliberante y en la Legislatura. Pese a las versiones que hablan de un distanciamiento cada vez más notorio entre las tropas del alperovichismo y del amayismo, ayer los máximos referentes de ambos sectores se reunieron en la Casa de Gobierno, y dejaron de lado esa supuesta lucha interna en el oficialismo para acordar una estrategia conjunta en miras de dos batallas cruciales: las PASO del 11 de agosto, y las elecciones generales del 27 de octubre.
Algunos participantes del encuentro, en estricto off the record, coincidieron en que Alperovich le pidió a Amaya "trabajar unidos" para tratar al menos de retener las tres bancas que pone en juego el PJ local en estos comicios. A cambio, según los informantes, el gobernador le garantizó al jefe municipal que siempre tendrá las puertas de su despacho abiertas para recibir los pedidos e inquietudes que surjan desde la Intendencia. Así, a menos de un mes de las PASO, las vertientes oficialistas más "fuertes" de la provincia fumaron la pipa de la paz.
Amaya entró con su comitiva a la Casa de Gobierno poco después de las 19 de ayer, por el acceso de calle 25 de Mayo primera cuadra. Lo acompañaban los legisladores Beatriz Ávila y Alfredo Toscano; los ediles capitalinos Eloy del Pino, Germán Alfaro, José Franco, Cristian Rodríguez, Oscar "Cacho" Cano; y los funcionarios municipales Marcos Díaz y Walter Berarducci.
En el despacho privado de la Gobernación los esperaba Alperovich. Pero no estaba solo. En la oficina del mandatario estaba la mayoría de su equipo: los ministros Edmundo Jiménez (de Gobierno y Justicia); Jaldo (de Interior); Pablo Yedlin (de Salud); Jorge Gassenbauer (de Seguridad Ciudadana); y Jorge Jiménez (de Economía). Además, estuvieron Manzur, el senador nacional Sergio "Burra" Mansilla, y el titular subrogante de la Legislatura, Regino Amado.
Alperovich y Manzur recibieron a los amayistas tras arengar a dirigentes barriales y a "punteros" que responden al legislador oficialista Víctor Lossi. En el Salón Blanco, más de un centenar de personas escucharon a la dupla electa en 2007 y 2011, y vieron un video institucional sobre la "Década ganada".
Luego de esta charla se produjo el cónclave, que se desarrolló con total hermetismo. De hecho, ni siquiera el equipo de Prensa y Difusión tomó imágenes de la reunión.
Si bien en los días previos había trascendido que los dirigentes compartirían un asado para charlar en la intimidad, al final sólo tomaron café durante 45 minutos en la oficina del mandatario.
A la salida, Amaya aceptó conversar con LA GACETA sobre el encuentro. "Fue una muy buena reunión, la verdad, muy linda. Hemos conversado tanto de política local como nacional, porque nosotros estamos insertos en el proyecto de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y no podemos obviar la agenda del país. Eso es lo lindo, estamos en tiempos de campaña y eso es lo que hablamos, fundamentalmente: cómo nos estamos organizando en los distintos circuitos; cómo estamos trabajando; las acciones que venimos realizando con la gente, entre otros puntos. Por eso hemos venido con los concejales, los legisladores y los funcionarios", apuntó el intendente.
Además, destacó que el plan es que "cada semana nos juntemos" para conversar sobre el panorama electoral. "(Alperovich) no nos pidió nada específico, sólo que trabajemos todos, como venimos haciendo en las elecciones anteriores", le comentó a este diario. Luego, se le consultó sobre las versiones respecto del distanciamiento con el alperovichismo, debido a que se pone en juego el mando del Gobierno provincial en los comicios de 2015 y el jefe municipal podría llegar a esa fecha con ansias de ocupar el sillón de Lucas Córdoba. "Lo de 2015 creo que es propio del folclore de la política. Tenemos que poner los pies sobre la tierra y pensar en que hoy estamos trabajando para que este proyecto saque la mayor cantidad posible de diputados", destacó. Y agregó: "no creo que esta sea una reunión aislada, siempre se hicieron; hace 10 años venimos trabajando así".
Por último, Amaya remarcó que sus dirigentes se moverán con intensidad, pese a que no hay representantes de su sector en el armado de la lista alperovichista.
Pedidos y mensajes
A los dirigentes que acompañaron al intendente les sorprendió un dato: junto a Alperovich estaba gran parte del gabinete provincial. Incluso, los principales precandidatos de la lista "Celeste y Blanca K", Manzur y Jaldo. "El mensaje que nos dieron fue que podemos llamar a la hora que sea, por el tema que sea necesario, y que se debe trabajar en los barrios. La lectura es que agosto debe ser nuestro para llegar lo mejor posible a octubre", destacó un amayista. Incluso, interpretó la presencia de los "generales alperovichistas" -que no hablaron en la reunión- como una señal de que la promesa de asistencia de la Provincia a la Capital era algo serio. "También se analizó a la clase media, a la clase alta, dónde puede ir bien y dónde puede ir mal. Lo importante fue el mensaje, y que debemos pensar en estos dos años de gobernabilidad", señaló otra fuente. Y añadió: "nosotros le respondimos que se quedara tranquilo. Para nosotros esto es bueno porque nos muestra cuánto valemos, pese a que quedamos afuera de la lista".
A la mañana, Alperovich había evitado hacer un análisis sobre el posible resultado de las PASO. "Trabajo todos los días y es la gente la que resuelve. No, no sé. La gente es la que va a resolver", respondió, al ser consultado sobre una posible polarización electoral con la UCR. Horas más tarde, el gobernador dialogó con los amayistas para reunir más fuerza. Ahora, ambas partes aguarden a que las palabras se conviertan en hechos.
Algunos participantes del encuentro, en estricto off the record, coincidieron en que Alperovich le pidió a Amaya "trabajar unidos" para tratar al menos de retener las tres bancas que pone en juego el PJ local en estos comicios. A cambio, según los informantes, el gobernador le garantizó al jefe municipal que siempre tendrá las puertas de su despacho abiertas para recibir los pedidos e inquietudes que surjan desde la Intendencia. Así, a menos de un mes de las PASO, las vertientes oficialistas más "fuertes" de la provincia fumaron la pipa de la paz.
Amaya entró con su comitiva a la Casa de Gobierno poco después de las 19 de ayer, por el acceso de calle 25 de Mayo primera cuadra. Lo acompañaban los legisladores Beatriz Ávila y Alfredo Toscano; los ediles capitalinos Eloy del Pino, Germán Alfaro, José Franco, Cristian Rodríguez, Oscar "Cacho" Cano; y los funcionarios municipales Marcos Díaz y Walter Berarducci.
En el despacho privado de la Gobernación los esperaba Alperovich. Pero no estaba solo. En la oficina del mandatario estaba la mayoría de su equipo: los ministros Edmundo Jiménez (de Gobierno y Justicia); Jaldo (de Interior); Pablo Yedlin (de Salud); Jorge Gassenbauer (de Seguridad Ciudadana); y Jorge Jiménez (de Economía). Además, estuvieron Manzur, el senador nacional Sergio "Burra" Mansilla, y el titular subrogante de la Legislatura, Regino Amado.
Alperovich y Manzur recibieron a los amayistas tras arengar a dirigentes barriales y a "punteros" que responden al legislador oficialista Víctor Lossi. En el Salón Blanco, más de un centenar de personas escucharon a la dupla electa en 2007 y 2011, y vieron un video institucional sobre la "Década ganada".
Luego de esta charla se produjo el cónclave, que se desarrolló con total hermetismo. De hecho, ni siquiera el equipo de Prensa y Difusión tomó imágenes de la reunión.
Si bien en los días previos había trascendido que los dirigentes compartirían un asado para charlar en la intimidad, al final sólo tomaron café durante 45 minutos en la oficina del mandatario.
A la salida, Amaya aceptó conversar con LA GACETA sobre el encuentro. "Fue una muy buena reunión, la verdad, muy linda. Hemos conversado tanto de política local como nacional, porque nosotros estamos insertos en el proyecto de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y no podemos obviar la agenda del país. Eso es lo lindo, estamos en tiempos de campaña y eso es lo que hablamos, fundamentalmente: cómo nos estamos organizando en los distintos circuitos; cómo estamos trabajando; las acciones que venimos realizando con la gente, entre otros puntos. Por eso hemos venido con los concejales, los legisladores y los funcionarios", apuntó el intendente.
Además, destacó que el plan es que "cada semana nos juntemos" para conversar sobre el panorama electoral. "(Alperovich) no nos pidió nada específico, sólo que trabajemos todos, como venimos haciendo en las elecciones anteriores", le comentó a este diario. Luego, se le consultó sobre las versiones respecto del distanciamiento con el alperovichismo, debido a que se pone en juego el mando del Gobierno provincial en los comicios de 2015 y el jefe municipal podría llegar a esa fecha con ansias de ocupar el sillón de Lucas Córdoba. "Lo de 2015 creo que es propio del folclore de la política. Tenemos que poner los pies sobre la tierra y pensar en que hoy estamos trabajando para que este proyecto saque la mayor cantidad posible de diputados", destacó. Y agregó: "no creo que esta sea una reunión aislada, siempre se hicieron; hace 10 años venimos trabajando así".
Por último, Amaya remarcó que sus dirigentes se moverán con intensidad, pese a que no hay representantes de su sector en el armado de la lista alperovichista.
Pedidos y mensajes
A los dirigentes que acompañaron al intendente les sorprendió un dato: junto a Alperovich estaba gran parte del gabinete provincial. Incluso, los principales precandidatos de la lista "Celeste y Blanca K", Manzur y Jaldo. "El mensaje que nos dieron fue que podemos llamar a la hora que sea, por el tema que sea necesario, y que se debe trabajar en los barrios. La lectura es que agosto debe ser nuestro para llegar lo mejor posible a octubre", destacó un amayista. Incluso, interpretó la presencia de los "generales alperovichistas" -que no hablaron en la reunión- como una señal de que la promesa de asistencia de la Provincia a la Capital era algo serio. "También se analizó a la clase media, a la clase alta, dónde puede ir bien y dónde puede ir mal. Lo importante fue el mensaje, y que debemos pensar en estos dos años de gobernabilidad", señaló otra fuente. Y añadió: "nosotros le respondimos que se quedara tranquilo. Para nosotros esto es bueno porque nos muestra cuánto valemos, pese a que quedamos afuera de la lista".
A la mañana, Alperovich había evitado hacer un análisis sobre el posible resultado de las PASO. "Trabajo todos los días y es la gente la que resuelve. No, no sé. La gente es la que va a resolver", respondió, al ser consultado sobre una posible polarización electoral con la UCR. Horas más tarde, el gobernador dialogó con los amayistas para reunir más fuerza. Ahora, ambas partes aguarden a que las palabras se conviertan en hechos.