Francisco alentó a los sacerdotes a salir de las parroquias

El Pontífice afirmó que los obres deben ser invitados VIP en las iglesias

UN EXTRAÑO REFLEJO. El flash de una cámara de fotos puso en alerta a los custodios de Francisco. REUTERS UN EXTRAÑO REFLEJO. El flash de una cámara de fotos puso en alerta a los custodios de Francisco. REUTERS
27 Julio 2013

El Papa exhortó hoy a obispos y sacerdotes del mundo a ser "callejeros de la fe" y les recordó que es en villas, favelas y cantegriles donde ser sirve a Cristo en los pobres, y condenó la "cultura de la exclusión y del descarte" de ancianos e hijos no deseados.

Al presidir una misa en la catedral San Sebastián en el marco de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), el pontífice argentino alentó a "ponerle la oreja" para escuchar los logros y dificultades de los pobres, quienes deben ser "invitados VIP de la Iglesia", además de instarlos a "empujar a los jóvenes para que salgan, aunque hagan macanas".

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"No podemos enclaustrarnos en la parroquia, en las comunidades, cuando tantas personas están esperando el mensaje del Evangelio. Salgan, salgan", animó en medio de aplausos. "Tienen que ser callejeros de la fe", aseveró, al tiempo Tras advertir que "el permanecer en Cristo no es aislarse, sino un permanecer para ir al encuentro de los otros", citó a la beata Teresa de Calcuta para recordar que "debemos estar orgullosos de nuestra vocación, que nos da la oportunidad de servir a Cristo en los pobres". "Es en las favelas, en los cantegriles, en las villas miseria donde hay que ir a buscar y servir a Cristo", subrayó ante 640 obispos, entre ellos 30 argentinos, 7,814 sacerdotes y 632 diáconos, según un informe de DyN.

En una homilía en español, y en la que improvisó varias veces, el Papa también llamó a los obispos a "ser constructores de un mundo más fraterno" y "promover la cultura del encuentro". "En muchos ambientes se abrió paso lamentablemente una cultura de la exclusión y del descarte" en la que "no hay lugar para el anciano ni para el hijo no deseado", en referencia al aborto. Francisco sostuvo que "las cruces están en el camino" y en la "periferia", no en las parroquias, por lo insistió: "salgan para servir a Cristo desde el pobre". Al final, pidió a la Virgen que "nos empuje a salir, buscar y encontrar a quienes están en la periferia y tienen sed de Dios y no tienen quién se los anuncie".

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Francisco, según publicó La Nación, volvió a sorprender y hacer gala de su informalidad, al ponerse un adorno de cabeza indígena llamado "cocar" que le fue regalado por uno de los 40 representantes de la nación brasileña Pataxó que intervienen en Río de Janeiro hasta el domingo en la Jornada Mundial de la Juventud.

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