29 Julio 2013
MONTAÑAS DEL CAUCA. Un guerrillero de las FARC dispara contra militares REUTERS
LA HABANA.- El Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC retomaron ayer en la capital de Cuba el diálogo de paz, después de un receso de casi 20 días. "Éste no es un proceso de conversaciones para que las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) hagan política, sino uno para pactar el fin del conflicto", reiteró Humberto de la Calle, el jefe negociador del gobierno del presidente Juan Manuel Santos, al inicio del duodécimo ciclo de conversaciones.
De la Calle subrayó, asimismo, la negativa de su Gobierno a detener las operaciones militares contra la guerrilla durante el proceso de paz. "No hay cese al fuego", enfatizó el funcionario.
Los rebeldes, por su parte, acusaron al Gobierno de Santos de no respetar los derechos de los campesinos por las recientes protestas en zonas agrarias de la región del Catatumbo, en el noreste colombiano.
"De nada serviría hablar en La Habana de la limitación a la propiedad de la tierra, si el Gobierno colombiano convierte lo acordado en palabras vacías que se las lleva el viento", señaló a la prensa el guerrillero Jesús Emilio Carvajalino, alias "Andrés París", cuando entraba del Palacio de Convenciones de La Habana.
Ambas delegaciones llegaron a un acuerdo para el desarrollo agrario, el primero de cinco temas pactados en la agenda de paz, a finales de mayo. Los equipos negocian ahora sobre el futuro político de la guerrilla.
Las negociaciones lanzadas en octubre en Oslo tienen lugar en medio de un conflicto que ha causado la muerte de unas 220.000 personas hasta 2012, según un informe presentado hace dos días.
El 21 de julio, el presidente Santos subrayó su petición a las fuerzas militares de que no "dejen de disparar" contra los rebeldes de inspiración marxista. Un día después, las FARC ofrecieron "armas y combatientes" para respaldar las protestas de unos 15.000 campesinos en el Catatumbo.
"Recordamos con admiración y respeto a nuestros militares y policías por su sacrificio en beneficio de Colombia; a los familiares, nuestra voz de aliento y solidaridad; la guerrilla deberá responder por todo lo ocurrido en medio del conflicto", dijo De la Calle, al comenzar la duodécima ronda de la negociación.
"Si pactamos un acuerdo final, podrán hacer política, sin armas, en democracia, una vez que se hayan desmovilizado", indicó el funcionario. (DPA)
De la Calle subrayó, asimismo, la negativa de su Gobierno a detener las operaciones militares contra la guerrilla durante el proceso de paz. "No hay cese al fuego", enfatizó el funcionario.
Los rebeldes, por su parte, acusaron al Gobierno de Santos de no respetar los derechos de los campesinos por las recientes protestas en zonas agrarias de la región del Catatumbo, en el noreste colombiano.
"De nada serviría hablar en La Habana de la limitación a la propiedad de la tierra, si el Gobierno colombiano convierte lo acordado en palabras vacías que se las lleva el viento", señaló a la prensa el guerrillero Jesús Emilio Carvajalino, alias "Andrés París", cuando entraba del Palacio de Convenciones de La Habana.
Ambas delegaciones llegaron a un acuerdo para el desarrollo agrario, el primero de cinco temas pactados en la agenda de paz, a finales de mayo. Los equipos negocian ahora sobre el futuro político de la guerrilla.
Las negociaciones lanzadas en octubre en Oslo tienen lugar en medio de un conflicto que ha causado la muerte de unas 220.000 personas hasta 2012, según un informe presentado hace dos días.
El 21 de julio, el presidente Santos subrayó su petición a las fuerzas militares de que no "dejen de disparar" contra los rebeldes de inspiración marxista. Un día después, las FARC ofrecieron "armas y combatientes" para respaldar las protestas de unos 15.000 campesinos en el Catatumbo.
"Recordamos con admiración y respeto a nuestros militares y policías por su sacrificio en beneficio de Colombia; a los familiares, nuestra voz de aliento y solidaridad; la guerrilla deberá responder por todo lo ocurrido en medio del conflicto", dijo De la Calle, al comenzar la duodécima ronda de la negociación.
"Si pactamos un acuerdo final, podrán hacer política, sin armas, en democracia, una vez que se hayan desmovilizado", indicó el funcionario. (DPA)
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