06 Agosto 2013
El objetivo de Dany Andrade era que cada chico volviera a su casa con la mochila llena de ganas de hacerle ofrendas a la Madre Tierra. El hijo de la Pachamama 2013 conversó ayer con más de 600 chicos de distintas escuelas y colegios de Villa 9 de Julio, y les mostró cómo se realiza el ritual ancestral.
Ayer por la mañana, la escuela Juan B. Alberdi, en Martín Berho al 400, recibió a Andrade. Él reemplazó a su mamá, Celia Segura de Andrade. La mujer no pudo asistir al encuentro organizado por las autoridades escolares porque se encuentra internada a causa de un cuadro gripal. "Está estable y entre mañana y pasado (por hoy y mañana) es posible que le den el alta y la llevemos a Amaicha", resaltó su hijo.
Andrade dio una charla y realizó el ritual de ofrendas a la Pachamama. De esta manera, buscó inculcarles a los chicos conceptos básicos de la cosmovisión de los pueblos aborígenes del norte del país. "Es necesario cuidar los cuatro elementos: el agua, el aire, la tierra y el fuego. Si falta uno de ellos, se pierde el equilibrio", destacó.
"Esta es una zona muy vulnerable y la mayoría de los chicos no puede viajar. Por eso, esta es una buena manera de que entren en contacto con la cultura de los pueblos de los Valles", destacó Fátima Velárdez, directora de la Alberdi.
Ayer por la mañana, la escuela Juan B. Alberdi, en Martín Berho al 400, recibió a Andrade. Él reemplazó a su mamá, Celia Segura de Andrade. La mujer no pudo asistir al encuentro organizado por las autoridades escolares porque se encuentra internada a causa de un cuadro gripal. "Está estable y entre mañana y pasado (por hoy y mañana) es posible que le den el alta y la llevemos a Amaicha", resaltó su hijo.
Andrade dio una charla y realizó el ritual de ofrendas a la Pachamama. De esta manera, buscó inculcarles a los chicos conceptos básicos de la cosmovisión de los pueblos aborígenes del norte del país. "Es necesario cuidar los cuatro elementos: el agua, el aire, la tierra y el fuego. Si falta uno de ellos, se pierde el equilibrio", destacó.
"Esta es una zona muy vulnerable y la mayoría de los chicos no puede viajar. Por eso, esta es una buena manera de que entren en contacto con la cultura de los pueblos de los Valles", destacó Fátima Velárdez, directora de la Alberdi.