A los 80 años, Elba quiere perderle el miedo al agua

Unos 350 abuelos se inscribieron en las clases de aquagym de PAMI. La propuesta los entusiasma tanto que les cuesta salir de la pileta

COREOGRAFÍA ACUÁTICA. Las alumnas del taller de aquagym realizan una demostración dentro de la pileta climatizada de SEOC. LA GACETA / FOTOS DE ANTONIO FERRONI COREOGRAFÍA ACUÁTICA. Las alumnas del taller de aquagym realizan una demostración dentro de la pileta climatizada de SEOC. LA GACETA / FOTOS DE ANTONIO FERRONI
06 Agosto 2013

"Ya lo tengo decidido: me voy a inscribir en taller de pileta porque quiero perderle el miedo al agua. En noviembre voy a cumplir los 80 años, y mi sueño es volver a Mar del Plata con mis nietos y poder meterme con ellos al mar", sueña con los ojos bien abiertos la abuela Elba Véliz. Su anhelo ya casi está al alcance de su mano. El PAMI abrió ayer su temporada de aquagym con 350 jubilados inscriptos, pero hay lugar para muchos más en la pileta climatizada de Seoc, en Congreso al 200.

En pleno invierno, Emilia Zurita y Delia Bardón circulan descalzas y en traje de baño por las instalaciones del club. Se sientan en el bar para "chusmear" un rato antes de que empiece el acto de lanzamiento de aquagym donde conocerán a las nuevas autoridades del PAMI. Emilia se pasó del EPAM a los talleres del PAMI cuando aquel equipo se trasladó hacia el complejo Sarmiento. "Pero no me gustaba la zona y las escaleras son terribles, varias se han caído", confiesa. "Aquí, en cambio, estamos en el centro, y la profesora tiene onda", agrega.

"Sí, es muy lindo, la verdad", le contesta su amiga. "Yo tengo fibromialgia y osteoporosis. Ejercitar los músculos con esta agua calentita me hace mucho bien y me saca todas las tensiones", dice Emilia con una sonrisa. Pero de inmediato frunce el ceño y aclara: "fui maestra de grado, empleada de Telecom y comerciante, pero de la vida no me jubilo. Me alegra que el PAMI tenga este taller, porque en lo que se refiere a la salud, deja mucho que desear. No tiene sanatorios como la gente y parece que no los supervisa; además le faltan servicios como el de electromiograma", reniega. Muchos de los inscriptos en aquagym participan también de tres o cuatro talleres más. "Concurro a folclore, coro, gimnasia y salsa. Mi sueño es poder nadar, porque todavía no me animo" dice con un poco de vergüenza Ramona Soria, de 64 años. "Ah, no, yo cumplo 70 el 10 de febrero y para entonces quiero estar nadando sola", ríe MaríaTeresaChehuán. Las dos participan del coro "Rincón de sueños", que actuó ayer en la inauguración de la temporada de pileta.

"Me duelen los huesos, pero en el agua me pasan todos los dolores", cuenta Carlos, un jubilado al que le gusta bailar. "Me voy a poner en forma y a salir a buscar novia", bromea el viudo alegre. A su lado, sus compañeras ensayan los pasos de la coreografía.

Mucho entusiasmo Luis Larcher, el nuevo director ejecutivo de PAMI, y Federico Casinelli, coordinador de Política Social y Relaciones con los Beneficiarios, parecían no salir de su asombro. "Apenas abrimos la inscripción en el taller se anotaron más de 300 jubilados en dos días. La propuesta les encanta, y para nosotros es importante, porque nos interesa hacer mucho hincapié en la prevención y en la calidad de vida", reconocen las jóvenes autoridades, que asumieron hace un mes y medio.

Ambos tienen 34 años y cuentan, entusiasmados, que fueron bien recibidos por los abuelos. "Nos tratan como si fuéramos sus nietos", bromean.

"Vamos a abrir la lista de los prestadores" 

Abrir el juego, ampliar y mejorar las prestaciones médicas, dar más poder de elección al jubilado, democratizar los servicios. Esta es la plataforma con la que se presentan los nuevos gerenciadores de la obra social de los jubilados, PAMI. Luis Larcher, director ejecutivo, y Federico Casinelli, coordinador de Política Social, surgieron de La Cámpora y asumieron sus cargos el 10 de junio.

"Apuntamos a prestaciones sociopreventivas, a través del deporte, el canto y todas las actividades que mejoran la calidad de vida y evitan la enfermedad", define Larcher. "Para nosotros el jubilado es el centro, es sujeto de derecho", agrega el director.

Larcher y Casinelli son recibidos con afecto por algunas jubiladas, que los besan y los toman del brazo. Muchos otros afiliados no los conocen todavía, hasta que se presentan en el acto de lanzamiento del taller de aquagym.

Los jóvenes prometen realizar una mejora de las servicios médicos, de la mano de una revisión total de los prestadores. "Vamos a abrir la lista, queremos médicos de cabecera de primer nivel y sanatorios de alta complejidad. Esto significa que vamos a realizar una próxima convocatoria pública para que el afiliado pueda elegir a los mejores", anuncian. "No queremos nichos en una temática tan sensible como es la salud. El afiliado tiene que tener libre elección del prestador", afirman. Además anuncian que en el interior se reforzarán los centros de día donde los jubilados realizarán actividades, tendrán desayuno, almuerzo y merienda. En la capital aumentarán los talleres.

En Tucumán, PAMI cuenta con 132.000 jubilados, 182 centros de jubilados y 19 agencias distribuidas en toda la provincia.

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